El PCB: Un borrador de la carta pastoral para los obispos de los cinco continentes

Este video se puede ver también aquí: https://the-renewal.wistia.com/medias/ot81ky1tl9
https://ugetube.com/watch/IN9ag1bVjcUzgxo
https://cos.tv/videos/play/45648569345019904
https://www.bitchute.com/video/1Eg6efg99Zn7/Show more

https://vkpatriarhat.org/es/?p=13227
https://bcp-video.org/es/los-cinco-continentes/

Suscríbase a los boletines del PCB https://bit.ly/3zyTacR

Estimados obispos, sucesores de los apóstoles:
Les enviamos un borrador de carta pastoral. Vosotros mismos sabéis lo profunda que es la crisis que atraviesa la Iglesia católica. No tiene un papa legítimo. El papa actual se ha autoexcluido repetidamente del Cuerpo Místico de Cristo así como de la Iglesia visible. La Iglesia se encuentra en estado de sede vacante. Esa es la realidad. Hasta ahora no habéis podido expresarla claramente ni hacerla pública. Sin embargo, la actual promoción implacable del camino sinodal LGTBQ os obliga a hacerlo.
El avivamiento espiritual es imposible sin la intervención de Dios. Pero Dios cuenta con la cooperación humana. Los apóstoles de Cristo, los mártires y los defensores de la fe son un ejemplo de cooperación con la gracia de Dios. Vosotros sois sus sucesores. Sois una gran esperanza para la Iglesia sangrante. Una gran responsabilidad recae sobre vosotros. ¡Que Dios os conceda la gracia de enfrentaros con valentía al camino sinodal LGTBQ suicida! No rechacéis la gracia que se os otorga.
Queridos sucesores de los apóstoles, ¡ojalá en vuestras diócesis haya al menos algunas almas generosas, que se conviertan en una heroica ofrenda propiciatoria! ¡Ojalá en vuestras diócesis se formen guardias de oración, que clamarán a Dios día y noche por vosotros y por la restauración de la Iglesia! ¡Ojalá os impetren a través de la oración la gracia de dar un paso decidido en esta situación crítica para detener el proceso sinodal suicida en el seno de la Iglesia!

24 de junio de 2023

Adjuntamos el borrador:

Carta pastoral de los obispos ortodoxos de los cinco continentes

Queridos sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles:
Nosotros, obispos católicos, responsables de la enseñanza ortodoxa y la inviolabilidad de las leyes divinas, nos dirigimos a vosotros a través de esta carta. En relación con las mayores maniobras militares de la OTAN, algunos politólogos advierten del peligro del estallido de la tercera guerra mundial, que afectaría especialmente a Europa y LOS EE. UU.
¡Sin embargo, aunque haya paz en los próximos días, la ideología inmoral y suicida continúa induciendo a Dios a castigar a la humanidad! Hace caer fuego del cielo de la misma manera que Sodoma y Gomorra lo hicieron hace mucho tiempo. El fuego del cielo fue un castigo no solo para los pervertidos de la época, sino que sigue siendo una amenaza para todas las generaciones. La sodomía se convirtió en la causa de un terrible desastre.
Hoy en día, la ideología de género vuelve a imponer a la humanidad la sodomía antinatural y perversiones morales similares designadas por el término «LGTBQ». El objetivo de promover LGTBQ es el autogenocidio de la humanidad, tanto temporal como eterno. Es una rebelión pública contra Dios. Se han dejado de lado las leyes naturales y divinas, que protegen a los individuos y las naciones. Lo trágico es que esta rebelión contra Dios la impulsa la suprema autoridad papal bajo la apariencia del camino sinodal. Los sodomitas impenitentes lograron usurpar a través del cabildeo los más altos cargos eclesiásticos. Operando en la autoridad de Dios, actúan en contra de Dios.
La Sagrada Escritura advierte del pecado de la sodomía en muchos lugares. Isaías, Jeremías, Ezequiel y otros profetas aluden a Sodoma como ejemplo del castigo admonitorio y ejemplarizante. A través del apóstol Pedro, Dios dice a los impíos eclesiásticos de hoy: «Dios condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después» (2 P 2, 6). A través del apóstol Judas, Dios amenaza con el castigo del fuego eterno: «Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas se entregaron a la inmoralidad sexual y se dejaron llevar por vicios contra la naturaleza, son puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno» (Judas 1, 7).
En varios lugares, el apóstol Pablo también advierte del castigo de la condenación eterna, si los sodomitas no se arrepienten. En su Epístola a los Romanos, señala dos causas de sodomía: 1) sustitución de la verdad por mentiras y 2) idolatría. «Por esta causa, Dios los entregó a pasiones vergonzosas… Hombres con hombres cometen actos vergonzosos» (en griego atimia).
Sin embargo, Jesús dice que el castigo a los pseudoapóstoles contemporáneos del antievangelio sodomita será más severo que el castigo gravísimo impuesto a los sodomitas: «De cierto os digo que en el día del Juicio la tierra de Sodoma y Gomorra será tratada con menos rigor» (Mt 10, 15).
En toda la historia de la Iglesia, nadie ha dudado jamás de que la sodomía es un pecado que clama al cielo. Las personas con esta tendencia siempre han tenido claro que tenían que arrepentirse, de lo contrario no serían salvos. El delito más grave del abuso de la autoridad eclesiástica es mentir a los pecadores, a quienes los prelados en cuestión les impiden el arrepentimiento y así los arrastran al infierno. Al bendecir el pecado, introducen una especie de antisacramento. Las siguientes palabras se refieren también a estos falsos apóstoles: «Porque los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es de extrañar, pues aun Satanás se disfraza como ángel de luz» (2 Co 11, 13 s.). Aquellos obispos que, siguiendo el ejemplo de los belgas y los alemanes, desprecian los mandamientos de Dios, se erigen a sí mismos en un estándar falso y se oponen a Dios.
Los obispos belgas, según lo declarado por el obispo Bonny, recibieron la aprobación del falso papa para oficiar las ceremonias de matrimonio no solo de sodomitas, sino también de las llamadas parejas queer. ¿Qué es? Es un matrimonio de una persona de orientación sexual de tipo «Q» con una cabra, un cerdo o un burro, por ejemplo. Sin embargo, esto es una pérdida total de la razón y una locura eclesiástica.
Francisco Bergoglio y sus partidarios en Bélgica y Alemania abusan de la autoridad papal y episcopal para promover la ideología de género con dureza e intransigencia. Utilizan el llamado camino sinodal para enmascararlo. El papa inválido privilegia a los sodomitas y los sitúa en puestos clave de la Iglesia. Según las leyes de Dios, ha atraído sobre sí mismo el múltiple anatema de Dios por predicar el antievangelio sodomita y neopagano. También se ha excluido a sí mismo de la Iglesia visible quedando excomulgado latae sententiae. El hecho de que desprecie esta realidad y siga detentando el cargo papal no cambia nada al respecto. De tal manera no solo degrada el papado, sino que literalmente lo destruye.
¿Qué hacer para salvar el papado? Hubo un período de unos 70 años en la historia de la Iglesia en el que existieron simultáneamente dos papas. La diferencia era que ninguno de ellos era hereje como Bergoglio. Conforme a la enseñanza de la Iglesia, el papa con el colegio episcopal son responsables de la doctrina y la moral ortodoxas. Francisco Bergoglio, sin embargo, defiende las herejías y destruye las leyes naturales y divinas. Por lo tanto, la responsabilidad de la Iglesia en este momento se traslada completamente al colegio ortodoxo de obispos, ¡aunque sean minoría! El episcopado se está dividiendo. En Alemania, por un lado, están los obispos de mentalidad católica ortodoxa representados por el cardenal Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y un puñado de fieles obispos que lo rodean. Por otro lado están la mayoría de los obispos alemanes que fomentan la sodomía y las herejías. Del mismo modo, Carlo Maria Viganò, ex nuncio en EE. UU., cuenta con el apoyo de obispos de mentalidad ortodoxa no solo de EE. UU., sino de todo el mundo. Por otro lado, hay un número relativamente grande de obispos que apoyan la sodomía y la comunidad LGTBQ. Cuando el Señor Jesús habla del fin del mundo y del juicio de Dios en los capítulos 24 y 25 del Evangelio de Mateo, advierte: «Muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos debido al aumento de la iniquidad». Entre los falsos profetas se encuentran especialmente los obispos alemanes. El cardenal Müller condenó el camino alemán, diciendo: «La secta sinodal alemana es diametralmente opuesta a la creencia católica… hará que el cristianismo en Alemania se desvanezca. Todo el enfoque de la eclesiología católica alemana es erróneo y suicida...».
El ex nuncio en EE. UU., Carlo Maria Viganò, llamó al papa inválido a que renunciase ya en 2018. Sus palabras proféticas señalan la situación trágica no solo en el mundo, sino también en la Iglesia.
Queridos sacerdotes y fieles, nosotros, los obispos representantes del colegio apostólico-episcopal, somos responsables de la Iglesia en todo el mundo. Os animamos, queridos feligreses, a rechazar el camino de la rebelión contra Dios junto con los sacerdotes y religiosos fieles a Cristo. Este camino de la rebelión lo promueve el llamado camino sinodal según el modelo alemán. Lleva a las almas al suicidio tanto temporal como eterno.
Hay esperanza de que la Iglesia católica se salve en los territorios donde los obispos rehusarán el camino sinodal LGTBQ. Se salvará la diócesis donde el obispo, junto con los sacerdotes fieles, defenderá a Cristo y Su enseñanza de salvación.
El camino sinodal suicida de Francisco Bergoglio conduce hoy día inevitablemente a la división del episcopado. Es hora de llamar al pecado «pecado», a la herejía «herejía» y a la sodomía y LGTBQ «la rebelión contra Dios».
Con esta carta pastoral, los obispos rechazamos rotundamente el programa sinodal de legalizar el pecado, y nos separamos de los obispos alemanes, belgas y otros que impulsan esta rebelión contra Dios. Ahora, vosotros, queridos fieles y todos los católicos, ya sean laicos, clérigos o religiosos, os enfrentáis a una decisión transcendental: o salís en defensa de la Iglesia representada por nosotros, u os dejaréis llevar por la maquinaria sinodal, cuyo fin es la perdición.
Nosotros, el colegio episcopal verdaderamente católico, os bendecimos para que os mantengáis fieles a Jesucristo.