¡EN TU MOMENTO DE CRISIS! - Mateo 14:22-24 - 2023 - Carmen Camino
Durante una terrible tormenta en el mar, un pequeño barco de pasajeros se balanceaba “de lado a lado” peligrosamente en esa tormenta rugiente. Los muebles y todo aquello que podía moverse, ¡fue amarrado! Y los pasajeros tuvieron que encerrarse en sus camarotes… para su propia seguridad.
Muchos de los que estaban abordo “pensaban que el barco terminaría hundiéndose”. Finalmente, uno de los pasajeros, que estaba decidido a averiguar “si había alguna esperanza de sobrevivir”, decidió hablar con el capitán del barco.
Aferrándose a las paredes y pasamanos, él se dirigió a cubierta, subió por la escalera, y entró al puente de mando. Este notó que el barco estaba llegando a tierra, y estaba pasando entre grandes rocas. Era evidente que el capitán “estaba intentando salvar el barco”, tratando de llegar a una bahía tranquila.
Sabiendo que el pasajero no iba a poder escucharlo “con esos vientos y olas rugientes”, el capitán simplemente volteó “y sin decirle ni media palabra al preocupado pasajero, “le sonrió”.
Alentado, el pasajero regresó, y le dijo al resto de los pasajeros, “No tengan miedo. Todo está bien. He visto la cara del capitán… ¡y él me ha sonreído!
Cuando somos golpeadas por las tormentas de la vida, podemos estar tentadas “a desalentarnos, y a desesperarnos”. Pero si buscamos a nuestro Capitán Soberano “a Jesús” y nos encomendamos a Él, encontraremos paz, aun en medio de la crisis. ¡Podemos confiar que Jesús nos guiará a través de la tormenta!
Estoy segura que ustedes han experimentado, o están experimentando en estos momentos, o pronto experimentarán otra clase de tormenta – ya sea una tormenta doméstica, una tormenta económica, una tormenta personal, o una tormenta espiritual.
Dios manda tormentas a nuestras vidas, no para destruirnos, sino para corregirnos, para desarrollarnos, y para profundizarnos, como veremos en este pasaje. Cristo prometió “sostenernos” a través de las tormentas… ¡no de mantenernos fuera de ellas!
Mateo 14:22-24 dice, Enseguida, Jesús hizo que sus discípulos entraran en la barca y que se adelantaran a la otra orilla… mientras él despedía a la multitud. 23Luego de despedir a la gente, [Jesús] subió al monte a orar aparte. Cuando llegó la noche, Jesús estaba allí solo.
24 La barca ya estaba a la mitad del lago, azotada por las olas, porque tenían el viento en contra.
Jesús nunca hizo milagros por las puras… simplemente para jactarse de Sus poderes sobrenaturales. ¡NO! Él hacía un milagro “solo” cuando quería dar una lección espiritual. Hay una parábola de enseñanza en cada milagro, que Jesús hizo. ¡Así qué! ¿Qué mensaje les quiere enseñar Jesús a Sus discípulos – y a nosotros mismas – en esta escritura?
Cuando nos encontramos en una tormenta… cuando somos probadas, afligidas, y sacudidas, como lo fueron los discípulos, cuando estamos confundidas y asustadas en la oscuridad, el Señor Jesucristo, viene a nosotras, con un mensaje de esperanza y confianza.
Pero ¿cuál era el propósito de Dios en esa tormenta? (1) Para que nos aferremos a Él, mientras nuestro bote se esté meciendo en la oscuridad, porque Dios tiene un propósito para cada tormenta. Noten que… Jesús hizo que sus discípulos entraran en la barca, que se adelantaran a la otra orilla. ¡Todo el viaje fue idea de Jesús!
Él propósito era de enseñarles una lección “de fe” a Sus discípulos, para que ellos pudieran ministrarle a la gente dolida… al otro lado del mar. Si tú estás luchando con la duda, Jesús “probablemente” te pondrá en situaciones que requieran fe.
Él quiere llevarte “más allá de ti misma”, y enseñarte más acerca de Él. Cuando realmente pongas toda tu confianza en Dios… ¡experimentarás a Dios completamente!
En esta vida hay varios tipos de tormentas. Una de ellas, es la tormenta de corrección. La tormenta de Jonás es un ejemplo “de una tormenta de corrección en la Biblia”.
Cuando Jonás se rebeló contra Dios -- y no quiso hacer Su voluntad -- Dios mandó una gran tormenta, corrigiendo la manera de pensar de Jonás. Y luego… ¡corrigiendo su camino! Si hemos decidido rebelarnos contra Dios, y desobedecerlo, hay una buena posibilidad, de que Dios “nos vaya a mandar una tormenta para corregirnos”.
¡Él puede usar cualquier cosa para corregirnos! Puede que nos mande problemas económicos, o problemas de salud. (2) En algún momento, nosotras podemos ser golpeadas por una de las tormentas de la vida, y preguntarnos, “¿Qué he hecho yo de malo?
Nos preguntamos “y nos preocupamos” acerca de algún pecado en nuestras vidas… ¡cuando puede que no se trate de eso! ¡Puede que sea una tormenta para perfeccionarnos! Estas tormentas son mandadas para madurarnos… ¡para hacernos más como Jesús!
Una tormenta como ésta -- viene -- no porque la merezcamos [en el sentido de disciplinarnos] sino porque la necesitamos. Los discípulos de Jesús necesitaban la tormenta que encontraron. ¡El plan de Dios era de edificar su fe! Quiero que noten aquí, “lo que tuvo que suceder” para llevar a cabo ese propósito:
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¡NO PIERDAS LA ESPERANZA! Jonás 1, 2, 3 - 2023 - Carmen Camino
Jonás 1:1-2 dice, La palabra del Señor vino a Jonás, hijo de Amitay, y le dijo: 2 Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive, y predica contra ella, porque hasta mí ha llegado la maldad de sus habitantes.
Nínive, la capital de Asiria, fue una de las ciudades más grandiosas de la antigüedad. ¿Por qué “no quería ir Jonás” a Nínive? A pesar de que Nínive era una ciudad espectacular – era también una ciudad terrible. Hasta el día de hoy, los asirios “son conocidos” por haber sido la gente más cruel, y más sádica en la historia del mundo.
Como los ninivitas eran gente tan mala, “Jonás no podía entender”, ¿por qué Dios lo quería mandar a Nínive, especialmente, con un mensaje de arrepentimiento y salvación? ¿Quién quiere escuchar que su ciudad va a ser destruida, a menos que se arrepienta? Jonás huyó de la presencia del Señor “de puro miedo”.
Sin embargo, no era la crueldad de los ninivitas lo que Jonás más temía – sino la misericordia de Dios “hacia ellos”. Jonás tenía la seguridad, qué si los ninivitas se entregaban a Dios, Él los perdonaría y, lo último que Jonás quería, era que Dios los bendijera. ¡Él quería que Dios los maldijera!
3 Y Jonás se levantó para irse a Tarsis y huir de la presencia del Señor. Descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis. Entonces pagó su pasaje y, para alejarse de la presencia del Señor, subió a bordo, dispuesto a irse con ellos a Tarsis.
Jonás quería ver a Nínive - y a toda su gente hecha polvo -- por la ira de Dios. ¡Por eso se fue en dirección contraria! Así que en Jope, tomó un barco que se dirigía a Tarsis… ¡pero no logró huir de Dios! ¡Jonás pagó caro por su rebelión!
Cuando tú te rebelas, quiero que sepas esto: El barco siempre estará ahí esperándote, pero tú pagarás un gran precio porque “aunque el pecado es emocionante al principio”, eventualmente… ¡SALE CARO!
4 Pero el Señor hizo “que en el mar se levantara un fuerte viento” y se desató una tempestad tan grande que parecía que la nave se iba a partir.
La desobediencia de Jonás puso en peligro la vida de la tripulación del barco. Nosotros tenemos la responsabilidad de obedecer la Palabra de Dios, porque nuestra desobediencia puede perjudicar a otros. ¡Así qué! ¡Dios mandó una tormenta!
Nosotros podremos correr, pero no nos podemos esconder de Dios. El salmista preguntó en el Salmo 139:7-10, ¿Dónde puedo esconderme de tu espíritu? ¿Cómo podría huir de tu presencia?
8 Si subiera yo a los cielos, allí estás tú; si me tendiera en el sepulcro, también estás allí. 9Si levantara el vuelo hacia el sol naciente, o si habitara en los confines del mar, 10 aun allí tu mano me sostendría.
Jonás estaba bien dormidito en el barco… ¡pero le esperaba un duro despertar! Él se sentía “muy cómodo” en su pecado, tratándose de olvidar de Dios, y el llamado a su vida. ¡Dios le iba dar un buen sacudón! Mientras que Jonás se había olvidado de Dios, Dios no se había olvidado de Jonás.
A veces Dios manda “grandes tormentas” para llevar a Sus hijos a un puerto seguro. ¡Ese fue el caso de Jonás! Esta tormenta no era un castigo de Dios para Jonás, “sino más bien”, para mostrarle la paciencia de Dios. ¶ Los marineros paganos “en ese barco” fueron transformados, mientras trataban de deshacerse de la tormenta.
Ellos demostraron mayor preocupación por la vida, y más sensibilidad espiritual… ¡que el mismo Jonás! ¡Hasta se convirtieron en adoradores del verdadero Dios!
5 Los marineros tenían mucho miedo, y cada uno de ellos clamaba a su dios. Entonces echaron al mar los enseres que había en la nave, para deshacerse de ellos. Jonás, en cambio, había bajado al interior de la nave y se había echado a dormir.
¡Qué condición “tan patética” para un hijo de Dios! ¡Roncando fuera de la voluntad de Dios, mientras que una tormenta estaba a su alrededor! Mientras tanto, la gente estaba aterrada por sus vidas, buscando una esperanza espiritual. Pero el creyente en el verdadero Dios, “dormía”, como si nada.
Finalmente, la tripulación echó suertes para descubrir al culpable. Confiaban “en que su práctica supersticiosa” les daría la respuesta. Su sistema funcionó, pero solo porque Dios intervino -- para que Jonás supiera -- que no podía huir de Él. Jonás admitió su rebelión contra Dios, y les pidió a los marineros que lo tiraran al mar.
14 Entonces clamaron al Señor, y dijeron: “Señor, te rogamos que no nos dejes perecer por causa de este hombre, ni nos culpes de derramar sangre inocente, pues tú, Señor, haces lo que te parece mejor.
¡La escena aquí era de un caos total! Dios estaba molesto. Jonás no estaba contento, y los marineros tampoco estaban muy contentos. ¡Todo estaba al revés! Los paganos estaban llamando al creyente “a que rindiera cuentas espiritualmente”. ¿Se dan cuenta que esta tormenta “fue un acto de gracia y misericordia” por parte de Dios?
Nosotros debemos agradecerle a Dios por las tormentas, que Él nos manda para perseguirnos cuando estamos fuera de Su voluntad ¡y fuera de comunión con Él! ¡Dios nos puede cortar el paso!
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No Hay Amor Más Grande
¿Le das “a otros” el mismo amor incondicional, que Cristo te da a ti? ¡DIOS ES AMOR! La que vive en amor, VIVE EN DIOS, y DIOS EN ELLA. No hay vuelta que darle. La vida cristiana es una vida amorosa. Una vida fría e indiferente, no es una vida cristiana. ¡AMA COMO DIOS AMA! ¡DEJA QUE EL AMOR SEA LO QUE TE DEFINA!
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¡NO HAY AMOR MAS GRANDE! 1 Juan 4:16 - 2023 - Carmen Camino
Marcelita era una buena muchachita. Pero se dejó seducir por un muchacho “de mala reputación”, que la convenció a que se fuera con él a la gran ciudad. Así que, Marcelita empacó sus cosas, y le dejó “una breve nota” a su mamá.
Marcelita comenzó a vivir una vida disipada y desordenada. Una vida de prostitución. ¡La pobre no pudo haber caído más bajo! Marcelita terminó con una mala enfermedad.
Sintiéndose triste de corazón, y pasando hambre y penurias al ser abandonada “por el supuesto amigo”, decidió regresar a su pueblo, y contemplar su vieja casita “una vez más” … ¡y luego, morir!
Ella sabía que su mamá jamás la recibiría. Pero al menos, podría ver su casita, las flores del jardín, y escuchar a los pájaros cantar de nuevo… por última vez. Y con un corazón afligido y cansado, ella vagó por las carreteras hasta que llegó a su pequeño pueblo. Era de noche cuando llegó.
Con los pies adoloridos y sintiéndose muy débil, Marcelita se detuvo por un momento. Y a pesar que era oscuro, las estrellas daban la suficiente luz para ver por dónde iba… tratando de sentir de nuevo – esa alegría que había sentido antes… en tiempos pasados.
A lo que se acercaba, una luz brillaba a lo largo del camino. ¡Ella vio que era la casita de su mamá! Para entonces… ¡su mamá estaría durmiendo! Acercándose, notó que el portón estaba abierto… ¡de par en par! ¡Qué raro, pensó ella!
Por la noche, el portón estaba siempre cerrado con pestillo. Ella entró, y sollozó… “Mamá”. ¡Eso fue suficiente! Los brazos de su mamá la abrazaron en la oscuridad. Sus lágrimas se mezclaron -- y con el amor más profundo y verdadero -- su mamá le dio la bienvenida a casa… ¡y la llevó adentro!
¡La mamá sanó a su hija con su amor! Marcelita se enteró -- que desde el momento en que ella se fue -- su mamá decidió dejar el portón de la casa, “sin pestillo”, con las puertas abiertas de par en par, y una luz en la ventana para guiar los pasos de su hija. ¡Eso es amor de madre!
¡Pero el amor de nuestro Salvador “va mucho más allá” que eso! ¡Jesús nos ama mucho, más que cualquier otra persona te pueda amar!
Muchas veces en nuestras vidas, somos abandonadas, lastimadas, pisoteadas, y hasta despreciadas por las decisiones que tomamos, y por las circunstancias que se nos presentan. ¡Nos sentimos que no tenemos valor!
Pero no importa lo que hayas pasado en tu vida, “o lo que vayas a pasar”, tú nunca pierdes tu valor ante los ojos de Dios. Sucia o limpia, lastimada o ligeramente magullada, ¡TÚ ERES INVALORABLE PARA JESÚS!
¡DIOS ES AMOR! El amor es la gran necesidad de la humanidad. Es lo que la redención de Cristo vino a hacer: ¡A RESTAURAR EL AMOR A ESTE MUNDO! Cuando el hombre pecó, ¡EL EGOÍSMO TRIUNFÓ! El hombre buscó al “YO” en vez de buscar a Dios. ¿Y cuál fue el resultado?
INMEDIATAMENTE Adán acusó a Eva – QUE ERA ELLA quien lo había llevado por el mal camino. ¡El amor a Dios se había ido! ¡El amor al hombre, se había perdido! De los dos hijos de Adán y Eva, uno de ellos, Caín, se convertiría “en el asesino de su hermano Abel”. ¿NO NOS DEMUESTRA ESTO, que el pecado le robó el amor al mundo?
1 de Juan 4:16 dice, “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. DIOS ES AMOR; y él que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
¡Y JESÚS VINO A DEMOSTRAR ESTA VERDAD! Él exhibió amor como bebé, como niño, como adolescente, y como hombre. Él manifestó amor en la casa, en el colegio, en el recreo, en la sinagoga, y en su trabajo de carpintero. Jesús reveló Su amor, mientras viajaba por las carreteras… cuando estaba en el mar… y cuando estaba en el templo.
Él siempre demostró “esta gran verdad de Dios”: ¡Dios es amor! Él exhibió amor “con cada aliento, que tomó. Nunca hubo una carretera muy larga, ni muy áspera. Nunca una súplica muy tenue, nunca un caso muy duro, nunca un sollozo muy tarde, y nunca un día muy largo para Su amor.
En Juan 13:34 Jesús les dice a Sus discípulos, Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes unos a otros.
¡Y NO SOLO ESO! JESÚS DEMANDA “CASI LO IMPOSIBLE DE NOSOTRAS”, EN MATEO 5:44… “Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen.” Jesús amó a Herodes, a Anás, a Caifás, y hasta a Poncio Pilato. ¡Él los amó lo suficiente para morir por ellos!
Él amó a Pedro, AUN DESPUÉS DE LAS MALDICIONES Y LAS PALABROTAS QUE DIJO… ¡y, hasta después de que lo negó! Él amó a Judas, “aun cuando planeaba traicionarlo” con un beso en Su mejilla.
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CUANDO TUS SUEÑOS SE DESVANECEN
Cuando nuestros sueños se desvanecen – cuando nuestros corazones se rompen – cuando sentimos que todo está perdido, necesitamos “un toque de Dios” para que abra nuestros ojos a Su plan glorioso. ¡LA VIDA ETERNA ES NUESTRA… ¡GRACIAS A LA CRUZ DE CRISTO!
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CUANDO TUS SUEÑOS SE DESVANECEN - Lucas 24:13 - 2023 - Carmen Camino
Cuando la vida duele y tus sueños se desvanecen, nada te puede ayudar más… como la esperanza.
Lucas 24:13-14, 21 dice, Ese mismo día, dos de ellos iban de camino a una aldea llamada Emaús, que distaba de Jerusalén unos diez kilómetros. 14Iban hablando de todo lo que había sucedido. ¶ 21Nosotros teníamos la esperanza de que él habría de redimir a Israel. Sin embargo, ya van tres días de que todo esto pasó.
Dos seguidores de Jesús caminaban POR EL CAMINO A EMAÚS conversando acerca de los eventos “tan confusos” que acababan de ocurrir. Emaús era una pequeña aldea a 10 kilómetros de Jerusalén.
Ambos hombres se sentían muy desmoralizados… desilusionados. Ellos habían visto a su Maestro y Líder ser arrestado, golpeado, crucificado, y enterrado – todo en el lapso de tres días. Ellos sabían de la tumba vacía, pero no entendían lo que significaba.
Todas sus esperanzas -- de que Israel sería liberada de la tiranía de Roma -- habían muerto en la cruz con Jesús. Si por ellos fuera, hubieran escrito “un guion diferente”. Ellos hubieran traído a Dios para que rescatara a Jesús de la cruz. Ellos hubieran hecho que los ejércitos del cielo “descendieran en Jerusalén”, y expulsaran a los tan odiados romanos.
La victoria hubiera sido de ellos, a lo que Jesús ocupaba el lugar “que le correspondía” en el trono en Jerusalén. ¡Pero nada sucedió como ellos pensaban! Estos dos hombres “vieron la muerte de Jesús” como la muerte de este gran movimiento. Así que empacaron maletas, y se fueron a casa… a Emaús. ¡Estaban desconcertados! ¡No entendían lo que había pasado!
Si tú te sientes hoy -- deprimida y desanimada acerca de la vida -- ¿no será (que como estos hombres) no confías” en la providencia de Dios o en Su poder en este mundo? La depresión es, muchas veces, el resultado de haber recibido “lo que tanto querías”, y darte cuenta, de que no era “la maravilla” que tú pensabas que sería.
O tal vez, que no has recibido lo que quieres” … ¡Y ESTÁS MOLESTA POR ESO! ¿Te das cuenta… ¿qué es todo acerca de ti… y no de Dios?
A menos que estés lidiando con una verdadera condición médica, “como una depresión clínica”, si quieres sentirte bien acerca de la vida, tienes que reevaluar lo que “realmente quieres”.
Solo cuando cambies tu enfoque “de yo quiero lo que yo quiero”, a lo que Dios quiere para ti, ¡solo entonces la depresión comenzará a desaparecer! Cuando tengas la seguridad de que Dios está involucrado” directamente” en la vida de los que lo aman, entonces, no tendrás que estar deprimida, y comenzarás “a ver todo” con nuevos ojos.
Verás la vida – lo bueno, lo malo, y lo feo -- ¡como un regalo de Dios! Aunque todavía no puedas entender lo que está pasando, CONFIARÁS… y algún día lo apreciarás. También, puede que la depresión y el desánimo “acerca de la vida” sean síntomas de una enfermedad espiritual.
Tú puedes cambiar tu actitud, si estás dispuesta a confiar en Dios, y a buscarlo en todo y por todo. ¡No te concentres en lo que tú quieres… o en lo que tú necesitas! Pon tus ojos en buscar a Dios… ¡y encuéntralo en medio de tu desaliento y vacío!
Me da la impresión, que estos dos hombres de Emaús, estaban decepcionados porque Dios “no había hecho” lo que ellos querían que hiciera. Al ver que Jesús había muerto, los que habían tenido la esperanza de que Jesús los liberara de la opresión romana, comenzaron a alejarse de la escena de la crucifixión… “cabizbajos… y llenos de dolor”.
¡Jesús había muerto! Tanto era su desaliento… ¡que lo último que se hubieran imaginado, es que Jesús resucitaría! Al amanecer del tercer día, las mujeres encontraron la tumba vacía. Aun así, ¡nadie sospechaba una resurrección!
No creyeron… aun después de que los ángeles anunciaron que Jesús había resucitado. Y cuando Pedro inspeccionó la tumba vacía, en vez de creer, se fue preguntándose… lo que había pasado.
15 Y mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó y los iba acompañando. 16 Pero ellos no lo reconocieron, y es que parecían tener vendados los ojos. 17Se veían tan tristes que Jesús les preguntó: «¿De qué tanto hablan ustedes?»
18 Uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le respondió: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha sucedido en estos días?»
Ellos estaban tan absortos “en su desesperanza y desilusión” que no reconocieron a Jesús, a lo que Él caminaba al lado de ellos. Lo que hacía la situación “aún peor”, era que ellos se estaban yendo en dirección contraria, lejos de Jerusalén y, “del consuelo y apoyo” de los otros creyentes.
Tal vez nos perdamos a Jesús… “y el apoyo de otros”, cuando nos desesperamos por nuestros sueños rotos y nuestros planes frustrados. Solo cuando nos enfocamos en Jesús, podremos experimentar el poder y la ayuda “que Él pueda darnos” por medio del Espíritu Santo, y el compañerismo con otros.
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¿DARÁS EL PRIMER PASO? – Santiago 3:17-18 - Carmen Camino
En 1972, durante la guerra de Vietnam, una niñita de nueve años hizo noticias cuando fue fotografiada escapando su pueblo, que había sido bombardeado con explosivos. Kim Phuc estaba tan quemada, que no pensaban que se recuperaría.
Pero después de más de un año de estar en un hospital en Saigón, y dieciséis operaciones, ella regresó a su pueblo para rehacer su vida. Su vida ha sido un recorrido… de los horrores de la guerra… ¡a la fe, el perdón, y la paz!
Según una historia en la Crónica Cristiana de Minnesota, Kim Phuc, fue invitada a Washington en 1996 para dar un discurso en el Monumento a los Veteranos de Vietnam. Mientras ella hablaba, ella dijo que ella perdonaría al piloto que bombardeó su pueblo, si algún día se encontraban.
Increíblemente, el piloto, Juan Plummer, estaba en el auditorio. Él había escuchado que Kim hablaría durante la ceremonia, así que él fue para escucharla. Después de la ceremonia, los dos se encontraron. Plummer le dijo: “Lo siento mucho. Lo siento mucho. Perdóname”. Kim le contestó. “No te preocupes. Ya te he perdonado.”
Santiago 3:17-18 dice, La sabiduría que viene de lo alto es, ante todo, pura, y además pacífica, amable, benigna, llena de compasión y de buenos frutos, ecuánime y genuina. 18En fin, el fruto de la justicia “se siembra en paz” para los que hacen la paz.
Un grupo de misioneros cristianos se encontraron en Nueva Delhi, India, con los representantes “de otras religiones” para discutir acerca de sus creencias.
En el curso de sus conversaciones, un miembro “de una religión no-cristiana” le dijo al misionero, “¡A ver! Dime una cosa “que tu religión” puede ofrecerle a un indio… ¿que la mía no puede? El misionero lo pensó por un momento y respondió, “¡El perdón! ¡SI! ¡El perdón!”
La sabiduría de Dios nos lleva a la armonía y la paz, mientras que la sabiduría humana nos lleva a la arrogancia y la discordia. Para el mundo, la sabiduría de Dios “parece tonta”. Pero para Dios, la sabiduría del mundo “es tonta”. Una manera, ¡lleva a la vida! Y la otra, ¡lleva a la muerte!
Siempre hay una opción cuando nos enfrentamos a un reto, en cuanto a la sabiduría que usaremos. La respuesta revelará quien es el Señor en tu vida. Nuestra tendencia natural es de odiar a nuestros enemigos, o por lo menos, de evitarlos a toda costa.
Pero si tú te corres del conflicto, te sentirás infeliz siempre. Jesús nos llama a un estándar más alto. ¡Él quiere que seamos pacificadoras! Las que trabajan “por la paz” resuelven sus conflictos y se reconcilian con sus relaciones.
La vida cristiana “es una vida de siembra y cosecha”. ¡Y nosotros cosechamos exactamente lo que sembramos! El que obedece la sabiduría de Dios, no cosecha pecado y guerra… ¡SINO JUSTICIA Y PAZ! Cuando vivimos correctamente, el Señor puede ofrecerles justicia y paz a otros, a través de nuestra vida.
Si plantas una semilla de manzana, recibirás un árbol lleno de manzanas, ¿no es cierto? ¡Es la ley de sembrar y cosechar! Si tú plantas una semilla de conflicto, terminarás con muchos más problemas de lo que pensabas.
El perdón es tan importante “en el andar cristiano” que Jesús mismo lo enseñó muchas veces. Sus sermones, Sus parábolas, Sus discursos privados, y hasta Sus oraciones estaban llenas de lecciones acerca del perdón. ¿Cómo podemos solucionar conflictos? Veamos siete claves para volvernos en hombres y mujeres pacificadores, en medio de los conflictos:
(1)Cuando tú tienes un conflicto, da el Primer Paso: No esperes a que la otra persona venga a ti. Tú toma la iniciativa. Jesús tomó la iniciativa al mostrar misericordia hacia nosotras. Jesús no esperó a que nosotras le pidiéramos disculpas. ¡Jesús dio el primer paso! Y Él quiere que nosotras hagamos lo mismo.
Romanos 5:8 dice, Dios muestra Su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
(2)Pídele a Dios Sabiduría: A Dios “le encanta ayudarnos” cuando nosotras hacemos lo que Él dice. Santiago 1:5 nos recuerda, Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y Él se la dará.
Pídele a Dios que te ayude a decidir la hora y el lugar “adonde planeas hacer tu reunión de paz. Pídele que te dé las palabras correctas, y la forma correcta de decirlas. Por eso Proverbios 25:11 dice, Manzana de oro con adornos de plata: ¡eso es la palabra dicha cuando conviene!
(3)Comienza con tu Propia Confesión: No comiences con un montón de acusaciones. No comiences a enumerar todas las formas con que has sido herida. Comienza con lo que es tu falta. El conflicto puede que sea 99% la culpa de la otra persona. ¡Pero tú puedes encontrar algo que confesa!
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¡NUNCA TE OLVIDARÁ! Efesios 3:16-19 - Carmen Camino
Una tarde, Diana y Ricardo se fueron a montar bicicleta, esperando regresar a casa refrescados y llenos de vigor. En cambio, ¡sus vidas cambiaron para siempre! A lo que Ricardo bajaba por una cuesta, perdió el control de su bicicleta, y tuvo una caída estrepitosa.
¡Su cuerpo quedó terriblemente magullado… ¡Con las justas llegó vivo al hospital! Diana se mantuvo fiel al lado de su esposo. Él no podía alimentarse solo, y tampoco podía caminar.
Un día, mientras los dos estaban sentados bajo la sombra de un árbol en los jardines del hospital, Ricardo miró a su esposa y le dijo, “Diana, yo no sé si algún volveré a caminar”, pero estoy aprendiendo a andar más cerca de Jesús. ¡Eso es lo que realmente quiero!”
En vez de amargarse con Dios, ¡Ricardo se agarró fuertemente de la mano de Jesús!
A veces en medio de nuestras pruebas, necesitamos pensar acerca de alguien, como Ricardo, para que nos ayude a alinear nuestra perspectiva. Para recordarnos de la relación “tan extraordinaria que tenemos con Dios”, por medio de Jesucristo.
El Salmo 55:22 dice, Tú, deja tus pesares en las manos del Señor, y el Señor te mantendrá firme; el Señor no deja a Sus fieles caídos para siempre.
Ricardo descubrió… ¡que andar con Jesús no depende de nuestras piernas! ¡Depende de nuestro corazón! Nosotras podemos andar a través de las pruebas más oscuras… ¡cuando caminamos con Dios en la luz!
Efesios 3:16-19 es una de las oraciones más bellas de la Biblia, escrita por el apóstol Pablo, Para qué por su Espíritu, y conforme a las riquezas de su gloria,” los fortalezca interiormente” con poder. 17Para que por la fe… Cristo habite en sus corazones… arraigados y cimentados en amor.
18 Sean ustedes plenamente capaces de comprender, “con todos los santos”, cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo.19En fin, que conozcan ese amor, que excede a todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios.
La fuente principal de la fuerza de la creyente “es el Espíritu Santo” en el interior de ella.
Proverbios 20:27 dice que, “El espíritu del hombre [o la mujer] es la lámpara del Señor que escudriña los sentimientos más profundos.
Antes de la caída del hombre, el Espíritu Santo “llenaba el espíritu humano” y, dirigía sus pasos. Pero cuando el hombre cayó, el Espíritu Santo “abandonó” al espíritu humano. El hombre “viviendo en pecado” no fue lo que Dios “tenía en mente” cuando dijo en Génesis 1:26, ¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza!
Ahora “una nueva ley” reside en el alma del hombre – ¡LA LEY DEL PECADO! Ahora toda persona está sujeta a la ley del pecado y de la muerte. Pero cuando alguien se entrega a Cristo… ¡el espíritu humano es regenerado! El Espíritu Santo regresa… ¡y vuelve a prender la lámpara! ¡Ahora la creyente puede vivir en compañerismo y comunión con Dios!
La gran oración de Pablo, para todos los creyentes, era que fueran fortalecidos por el Espíritu Santo, porque ese es parte del plan de Dios. 17Para que por la fe… Cristo habite en sus corazones… arraigados y cimentados en amor. ¡EN EL AMOR DE CRISTO!
¡Nuestros corazones son Su hogar! ¡Nuestros cuerpos son Su templo!
Así como Jesús vivió Su vida humana en el poder del Espíritu Santo, así también nosotras debemos vivir en comunión y cooperación con el Padre. También nosotras debemos vivir “nuestras vidas” en el poder del Espíritu Santo, y en constante comunión y cooperación con Él. ¡Nosotras no podemos imitar la vida que Jesús vivió! Eso es imposible. ¡Hemos tratado, y hemos fallado!
El cristianismo es el Cristo Vivo… ¡VVIENDO EN NOSOTRAS! Y viviendo “Su incomparable vida” A TRAVÉS NUESTRO. ¡La presencia de Cristo en nuestra vida, depende de nuestra FE! © SU VIDA… NO LA NUESTRA, “produce en nuestro carácter, conducta, y conversación”, lo que la gente reconocerá… ¡COMO EL CRISTIANISMO GENUINO!
Él llenará nuestras vidas ¡CON EL AMOR POR DIOS!... ¡Y EL AMOR POR OTROS!
Si nuestras vidas cristianas no están arraigadas en el amor de Cristo, entonces nuestras vidas se marchitarán y se desvanecerán. ¡PERO NOSOTRAS ESTAMOS ARRAIGADAS EN ESE AMOR! ¡Dios nos está transformando a la imagen de Cristo!
Este pasaje también dice “que debemos que estar cimentadas” EN EL AMOR. La palabra griega traducida “cimentada”, habla acerca del cimiento de un edificio, o una casa. Nuestro Señor Jesucristo usó “la misma palabra” en la parábola de los dos constructores, el uno sabio, y el otro, necio.
Jesús dijo en Mateo 7:25 -- hablando del hombre sabio que construyó su casa en la roca. Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, pero esta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca. ¡NOSOTRAS ESTAMOS CIMENTADAS EN EL AMOR DE CRISTO! ¡QUE ES NUESTRA ROCA!
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¿CONFÍAS EN DIOS HOY? Hebreos 11:5-7 - Carmen Camino
Cuando mando una carta, ¡ES TODO UN PROCESO DE FE! Cuando le escribo una carta a mi hermana en Lima, por ejemplo, es imposible que yo le pueda entregar la carta personalmente. Ella vive en el Perú, y yo vivo en los EEUU. ¡Necesito la ayuda de la oficina de correos!
Pero para que el servicio postal pueda hacer su parte, yo tengo que llevar la carta al correo, o ponerla en el buzón primero. ¡No me puedo quedar con la carta! Luego tengo que confiar, que el correo la mandará al Perú, y que el cartero se la entregará a mi hermana en su casa.
A pesar que no puedo ver todo lo que pasa en el interín, “mi fe en el correo postal” me asegura que mi carta llegará sin contratiempos.
De la misma forma, cuando nos enfrentamos a un gran problema… ¡nuestra fe es desafiada! Sabiendo “que nos es imposible resolver la dificultad” -- por nosotras mismas -- reconocemos que necesitamos la ayuda de Dios. ¡Claro que primero tenemos que ir a Dios en oración!
Hasta este momento, todavía estamos aferradas a nuestro problema. Sabemos que la situación no se va a resolver… ¡hasta que no se la encomendemos a Dios! Y una vez que se lo entregamos, debemos poner nuestra confianza en Dios “para que Él lo resuelva” a Su manera.
Aunque no podemos ver lo que Él está haciendo, nuestra fe nos asegura que Su trabajo es como si estuviera ya hecho. ¿Confías en Dios hoy? Cuando confiamos en Él… ¡convertimos los problemas en oportunidades!
Hebreos 11:1,6 dice, Tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve. 6Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario QUE EL QUE SE ACERCA A DIOS… crea que Él existe.
¡Todo esto parece tan básico! Obviamente, la persona que quiere buscar a Dios tiene que creer… QUE ÉL REALMENTE EXISTE. ¿No es cierto?
Y PROBABLEMENTE… “COMO TODOS LOS LECTORES ORIGINALES DE LA CARTA “A LOS HEBREOS” CREÍAN QUE DIOS EXISTÍA… ¡ENTONCES TAL PARECE QUE ESTA OBSERVACION ERA TOTALMENTE INNECESARIA!
Y para remate, que esta declaración fuera hecha… A AQUELLOS QUE QUERÍAN ACERCARSE A DIOS… ¡PARECE TOTALMENTE FUERA DE LUGAR! Aquellos que van a Dios… ¡NO IRÍAN!... si ellos no creyeran en Su existencia. © ¡PERO PUEDE QUE ESTA DECLARACIÓN SEA “MÁS PROFUNDA” DE LO QUE PARECE!
A PESAR DE QUE CREEMOS EN DIOS… MUCHAS DE NOSOTRAS VIVIMOS… ¡COMO ATEAS PRÁCTICAS! FRECUENTEMENTE… AUNQUE TENGAMOS UN ALTO CONCEPTO DE DIOS EN NUESTRAS MENTES… NO PARECE QUE ÉL TENGA “NINGUNA RELEVANCIA PRÁCTICA” EN NUESTRO DIARIO VIVIR.
NOSOTRAS PENSAMOS EN DIOS -- LE ORAMOS A VECES -- ¡Y ASUMIMOS QUE ÉL ESPERA, UN BUEN COMPORTAMIENTO MORAL DE NOSOTRAS!
Sin embargo, Su Espíritu Santo no entra en nuestras decisiones momento-a-momento. No oímos ni tratamos de escuchar Su voz. Y no vivimos en el poder del Espíritu Santo, sino en el poder de nosotras mismas. ¡Y AUNQUE DIOS EXISTE… ¡ÉL NO PARECE EXISTIR DE FORMA SIGNIFICATIVA!
¡ESO NO NOS LLEVA A NINGUNA CLASE DE EXPERIENCIA PROVECHOSA CON ÉL!
LA PRIMERA VERDAD “FUNDAMENTAL” PARA EXPERIMENTAR LA PRESENCIA DE DIOS DE FORMA REAL… ES DE CREER QUE ÉL EXISTE EN TÉRMINOS PRÁCTICOS – COMO UNA PERSONALIDAD ACCESIBLE… ¡CON LA CUAL NOS PODEMOS RELACIONAR!
¡ESE ES EL PRIMER PASO! PERO ES TAN SIMPLE, QUE MUCHAS VECES, ¡SE NOS OLVIDA! Nuestras mentes comienzan a divagar… Y ANTES DE QUE NOS DEMOS CUENTA, Dios se convierte en una idea… o en música de fondo en nuestras vidas.
Tenemos que traer A DIOS DE REGRESO CONTINUAMENTE -- A PRIMERA FILA – ¡COMO EL OBJETO DE NUESTRA ADORACIÓN!… Y COMO LA PERSONA CON LA CUAL NOS RELACIONAMOS CONSTANTEMENTE. Y CUANDO LO HACEMOS… ¡TENEMOS UNA AVENTURA REAL Y VERDADERA EN SU PRESENCIA!
6b Y que Dios sabe recompensar a quienes lo buscan. La Escritura nos dice que ¡DIOS QUIERE BENDECIRNOS!... ¡QUE ANHELA MOSTRARNOS SU COMPASIÓN … QUE DESEA CONTESTAR NUESTRAS ORACIONES… ¡Y TENER UNA RELACIÓN INTIMA CON NOSOTRAS! POR ESO, ¡ÉL NOS INVITA A BUSCARLO FERVIENTEMENTE!
Si tú realmente quieres conocer y experimentar a Dios “más completamente,” TÚ TIENES QUE ACERCARTE A ÉL CON LA EXPECTATIVA DE QUE ÉL TE RECOMPENSARÁ… CUANDO LO BUSCAS. PERO SI TÚ PIENSAS…QUE ÉL “PUEDE QUE TE CONTESTE” – TÚ INTERPRETARÁS “CUALQUIER DEMORA”, COMO UN DESAIRE DE SU PARTE.
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Puedes Apurarte Un Poquito
Cuando tu mente se comienza a preocupar… cuando la vida se pone difícil, ¡quiero que sepas que Jesús está ahí contigo! ¡Él siempre te sostendrá! ¡Él nunca te dejará ni te abandonará! Sin grandes dificultades, no hay grandes hazañas. Sin la batalla, no puede haber victoria. ¡Así que! ¡No te des por vencida! ¡Persevera hasta el final!
¿ PUEDES APURARTE UN POQUITO? Santiago 1:3-4
Ruth Harms oró, “Señor, yo sé, que muchas veces, tengo que esperar “pacientemente” por Ti. Esperar desarrolla paciencia, fortalece mi fe, y profundiza mi dependencia en Ti. Yo sé que eres un Dios soberano – no un mensajero respondiendo a todo lo que quiero “en un dos por tres”.
Yo sé que Tu tiempo está envuelto en tu increíble sabiduría. Pero, Señor, ¡Tú nos has dado la oración para obtener respuestas! Hasta David, el salmista, exclamó con valentía, ‘¡Es tiempo, ¡O Señor, de actuar!’”
“Dios, en esta silenciosa mañana, cuando estoy acosada por todos lados, yo también clamo a Ti con valentía. ¡Tú eres mi Padre, y yo soy tu hija! Así que, Señor, ¿te puedes apurar un poquito?”
Santiago 1:3-4 dice, Bien saben que, cuando su fe es puesta a prueba, produce paciencia. Pero procuren que la paciencia complete su obra, para que sean perfectos y cabales, sin que les falte nada.
Si tú pudieras tener lo que quisieras en tu vida, ¿qué es lo que sería? ¿Qué es lo que haría tu vida perfecta? La gente ha estado imaginando respuestas a esta pregunta por siglos. Ya sea, haciendo todo lo posible por lograrlo, o quejándose “por el hecho” de no haberlo logrado.
Pero si conocieran sus Biblias, lo suficientemente bien, las respuestas a esa pregunta serían todas las mismas. ¡LO QUE HARÍA LA VIDA PERFECTA SERÍA LA PACIENCIA! ¿Qué es lo que Dios desea obrar en nuestra vida? La paciencia, la firmeza, y la habilidad de seguir adelante en medio de las dificultades.
Bíblicamente, la paciencia no significa tener una actitud resignada por las circunstancias. ¡NO! Es una perseverancia decidida… valiente… en medio de los sufrimientos y dificultades. La gente “que no es madura” se impacienta. Sin embargo, “las personas que han madurado” son pacientes y tenaces.
Por lo general, la impaciencia y la incredulidad van juntas. Así como la fe y la paciencia van juntas, así también, Dios quiere hacernos pacientes porque esta es la clave para las demás bendiciones.
Hebreos 10:36 dice, Lo que ustedes necesitan es tener paciencia; para que, una vez que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido darnos.
Cuando aprendemos a esperar en el Señor, Dios puede hacer grandes cosas por nosotros. Abrahán se adelantó al Señor, se acostó con Agar, y causó caos en su hogar. Moisés se adelantó a Dios, mató a un hombre, y tuvo que pasar “40 AÑOS” cuidando ovejas… ¡para que aprendiera paciencia! Pedro le cortó la oreja a un hombre por su impaciencia.
La única manera en que el Señor puede perfeccionar la paciencia y el carácter “en nuestra vida” es a base de pruebas. No es suficiente leer un libro, escuchar un sermón, o hasta hacer una oración. Debemos pasar por las dificultades de la vida, confiar en Dios, y obedecerlo.
Cuando entendamos esto, el resultado será la paciencia y el carácter. Así podremos hacerles frente a las pruebas… ¡con gozo! Cuando entendamos eso, sabremos qué a final de cuentas… ¡le daremos gloria a Dios!
Cuando estudiamos la Biblia, esta nos dice que aprendamos a ser pacientes. Por eso, Romanos 15:4 dice, Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras.
Cuando leemos acerca de Abrahán, José, Moisés, David, y hasta del mismo Jesucristo, nos damos cuenta que Dios tiene un propósito en las pruebas. Dios cumple Sus propósitos… ¡CUANDO CONFIAMOS EN ÉL!
Nuestras vidas están plagadas de cosas que nos causan presión. Nuestros matrimonios pueden causarnos presión. La soltería también puede hacer lo mismo. Tener que lidiar con las exigencias del trabajo y la familia… ¡CREA PRESIÓN! ¡Hasta los achaques de la vejez pueden aumentar la presión!
Y como si esto fuera poco, hay también las presiones imprevistas de la vida; como, los problemas de salud, los hijos en dificultadas, el carro descompuesto, o cuando los aparatos domésticos se malogran – uno tras otro. Y cuanto mayor sea la presión, mayor será el deseo de salirte de debajo de ella… de huir… de escaparte.
4Pero procuren que la paciencia complete su obra, para que sean perfectos y cabales, sin que les falte nada. No necesitamos “tener un debate académico” acerca del significado de la palabra perfecto. Significa simplemente “PERFECTO.” Y eso nos lleva a ser “completas”.
Para que cuando alguien te pregunte ¿qué es lo que más necesitas? Tú podrás decirle, que realmente, ¡no necesitas nada! Cuando otros se quejen acerca de lo que les falta en sus vidas, ¡TÚ SABES QUE TIENES TODO LO QUE VALE LA PENA! ¡Dios te ha dado la habilidad de permanecer firme!
LA PEOR DECISIÓN QUE PUEDES TOMAR… ¡ES LA DE DARTE POR VENCIDA!¡TÚ TOMARÁS TUS MEJORES DECISIONES “CUANDO SEA DIOS” QUIEN TE FACULTE A MANTENERTE FIRME!
Dios quiere que tus pruebas transformen tu conducta y tu carácter. Y cuando perseveras… cuando aguantas… cuando resistes con paciencia, obtendrás la cosa más grande del mundo: “LA PACIENCIA”. ¡SI! ¡LA PACIENCIA ES LA REINA DE TODAS LAS VIRTUDES!
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MUJER DEL MOMENTO Ester 2 - 2023 - Carmen Camino
¡La obra de teatro está al comenzar! ¡Van subir el telón, y los actores y actrices comenzarán la actuación. Pero la persona más importante en esta obra, ¡no está en el escenario! Este es el director, quien dirige al elenco – diciéndoles donde pararse o sentarse, y como y cuando recitar sus líneas.
El director está detrás del escenario, supervisando y orquestando el montaje, dando las últimas instrucciones, y alentando a los actores. La obra es un éxito, “gracias al director”, quien ha dirigido cada detalle de la obra. Aunque Dios no es mencionado en el Libro de Ester, ¡ÉL ES LA FIGURA CLAVE DE LA HISTORIA!
Él obra a través de las circunstancias, poniendo todo en orden, para lograr Sus planes. ¡Dios es también el director de nuestras vidas! © Cuando reflexionamos y miramos hacia atrás -- a las diferentes etapas de nuestra vida -- podemos ver la huella de la mano de Dios … en todo.
Esta obra comienza cuando el rey Asuero da una gran fiesta en su palacio de invierno en Susa. La fiesta duró 180 días (casi seis meses). El rey se emborrachó de tal manera que mandó llamar a su esposa, la reina Vashti, a que se presentara “delante de todos los invitados” para deleitarlos con su belleza.
¡Ella se negó rotundamente! Y por consiguiente, Vashti fue desterrada del reino. Con el paso del tiempo, el rey comenzó a extrañar a Vashti. Así que los cortesanos decidieron hacer un concurso de belleza para deleitar al rey con una nueva reina.
Ester 2:2-3 dice, Y dijeron los criados del rey, Busquen para el rey jóvenes vírgenes de buen parecer; 3 y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que lleven a todas las jóvenes vírgenes de buen parecer a Susa, a la residencia real.
Debo de reconocer que este concurso de “Miss Persia” no era precisamente un concurso de belleza inocente. Estas chicas eran reclutadas al harem del rey, para hacer con ellas, lo que el rey quisiera.
Este era un proceso terrible y degradante. Estas chicas eran usadas para satisfacer la lujuria de este rey sensual, arrogante, alcohólico y colérico. Estas mujeres se convertían en sus concubinas. Las concubinas eran chicas, que venían al matrimonio “sin dote,” y eran entregadas al harem del rey, como prisioneras.
Estaban destinadas a vivir el resto de sus vidas en soledad – sin la esperanza de casarse nunca. Como concubinas continuarían siendo mantenidas, como parte de la casa real, pero probablemente, nunca gozarían de la atención del rey en el futuro. ¡Esta no era una vida feliz!
PAUSA
Como verán, hasta ahora no hemos visto nada espiritual en la corte. Así que salgamos de palacio para ver lo que estaba pasando en la ciudad. La mano de Dios se estaba preparando para ablandar el corazón del rey.
¡AQUÍ MARDOQUEO APARECE EN LA ESCENA! El tatarabuelo de Mardoqueo había sido deportado de Judá por el rey de Babilonia. Él no sabía por qué Dios lo había puesto ahí… como judío… en medio del imperio persa. ¡Pero Dios tenía un propósito para su vida!
Tal vez tú te preguntes, ¿Por qué me puso Dios en este matrimonio? ¿Por qué me puso Dios en este trabajo? ¿Por qué me puso Dios en esta comunidad… en este país… en este lugar… en esta circunstancia? ¡No lo sabemos! Pero confiamos en la providencia de Dios, que Él tiene un propósito por habernos puesto ahí.
7 [Mardoqueo] había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque era huérfana; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija suya.
Hadasa es el nombre judío de Ester, y viene de la palabra mirto –que es un arbusto bien insignificante, que significa “fragancia.” Su nombre persa, Ester, significa estrella. Es una referencia, no solo a la flor del mirto, que tiene forma de estrella, sino a una estrella del cielo. ¡Ester, era indudablemente, una estrella!
Mardoqueo había adoptado a su prima huérfana. Él estaba cumpliendo la responsabilidad de un padre por su hija. Ester era probablemente una adolescente en ese tiempo. Y la Biblia nos dice que era muy bella físicamente. Así es como Ester termina en palacio. ¿De dónde saca ella toda esa belleza? ¡Dios se la dio! ¡Era parte de la providencia de Dios!
Podemos encontrar “lecciones eternas” entretejidas en la maravillosa historia de Ester. Dios la pone en una posición de realeza para salvar a su gente. ¿Mira a tu alrededor? ¿Cómo puede Dios usarte para Su gloria?
A lo mejor Él te ha puesto en tu trabajo, en la universidad, o en tu familia para alcanzar a alguien para Cristo. ¡Se valiente! Comparte tu fe… ¡con amor! Ester escogió decirle “SI” a Dios, y se convirtió en “La Mujer del Momento.”
En el contexto de la corte real y de los oficiales del imperio MEDO-PERSA, Mardoqueo y Ester se deben haber sentido de lo más insignificantes – sin ningún chance de influenciar al rey -- y mucho menos, a todo el imperio.
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TODO LO HIZO HERMOSO
¿Quieres vivir una vida plena y llena de entusiasmo? Vivir sabiendo, que el Dios “que te creó” sabe exactamente dónde estás, que es lo que estás pensando, como te sientes… y sabe que estás tratando de entender “el sentido” de la vida. Tu vida es un libro abierto para Dios.
Hagas lo que hagas, los tiempos de la vida pasarán, y algún día, tú también pasarás. Cualquiera que sea la estación en que te encuentres, tú podrás encontrar verdadera paz… conociendo y amando al Dios, que gobierna sobre toda la historia.
¡TODO LO HIZO HERMOSO! – Eclesiastés 3:1, 3:11 - 2023 - Carmen Camino
Eclesiastés 3:1 dice, Todo tiene su tiempo. Hay un momento bajo el cielo para toda actividad.
No necesitas ser un filósofo o científico para saber que los “tiempos y las estaciones” son una parte normal de la vida, no importa adonde vivas. Si no fuera por la confiabilidad de las leyes naturales “ordenadas por Dios”, tanto la ciencia como el diario vivir serían caóticos… ¡hasta imposibles!
Desde antes de nuestro nacimiento -- hasta el momento de nuestra muerte -- Dios está llevando a cabo Sus propósitos divinos, aun cuando nosotros, no siempre entendamos, lo que Él está haciendo.
Nosotros sabemos que hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Nosotros no estuvimos en control de nuestra llegada a la tierra, y no estaremos en control de nuestra partida. ¡Ese es parte del problema! Porque a nosotros nos gusta estar en control de todo.
Entre el nacer y el morir, nosotros podemos sembrar y cosechar, pero aun en estas actividades, no tenemos control completo de cuando lo haremos. Las plantas crecen en la primavera, el verano las sostiene, y en el otoño recogemos lo sembrado, y hasta observamos las hojas caer.
Cuando nos damos cuenta de la realidad de nuestra condición finita, llegamos a la conclusión, que nuestras vidas son tremendamente insignificantes, en comparación al vasto orden del universo.
Así que, ¿Cómo respondemos a todo esto? Una manera de hacerlo es de llenar nuestros días con bulla… con actividad. No queremos enfrentarnos a la tiranía del ciclo de la vida. ¡Lo que queremos es distracción!
¿Quieres vivir una vida plena y llena de entusiasmo? Vivir sabiendo, que el Dios “que te creó” sabe exactamente dónde estás, que es lo que estás pensando, como te sientes… y sabe que estás tratando de entender “el sentido” de la vida. Tu vida es un libro abierto para Dios.
Hagas lo que hagas, los tiempos de la vida pasarán, y algún día, tú también pasarás. Cualquiera que sea la estación en que te encuentres, tú podrás encontrar verdadera paz… conociendo y amando al Dios, que gobierna sobre toda la historia.
La belleza -- en la forma como Dios ha diseñado las cuatro estaciones -- es que, a pesar de que cada una es distinta, “todas trabajan juntas” para traer vida y crecimiento. La primavera es un periodo de frescura y nueva vida. El verano ve el crecimiento y la productividad.
El otoño es un tiempo de cosechar “la recompensa del trabajo”, que hemos hecho. El invierno es la época de inactividad… ¡ÉPOCA DE CIERRE! Cada estación tiene su propia belleza. Cada una contribuye “significativamente” a la vida. © Y así como Dios planeó estaciones en la naturaleza, así también, Él planeó las estaciones en la vida.
La vida tiene su primavera cuando comenzamos cosas nuevas… ¡y esperamos con entusiasmo el futuro! El verano viene, y nosotros trabajamos “diligentemente” en todo lo que Dios nos ha dado. Con el otoño viene el fruto de las cosas que comenzamos en una época anterior en nuestras vidas”.
Y el invierno “llega a su fin” en un tiempo en particular en nuestras vidas. A veces el invierno trae dificultades, ¡pero nosotros nos mantenemos esperanzadas porque “la próxima primavera” está muy cerca! En el diseño perfecto de Dios para nuestras vidas, Él ha planeado tiempos de fruto… y tiempos de actividad.
Él también “establecerá” los tiempos de tranquilidad y descanso. Habrá tiempos en que Dios nos pedirá que nos mantengamos fieles “haciendo el mismo trabajo” día tras día. Pero también habrá periodos de entusiasmo y nuevos comienzos. Por la gracia de Dios, gozaremos las temporadas “de cosechar el fruto” de nuestra fidelidad.
Y por la gracia de Dios, nosotros también superaremos los fríos inviernos del sufrimiento y, los días de luto, ya que sin el invierno… ¡no habría primavera! Así como las estaciones de la naturaleza, “estas estaciones en nuestras vidas” trabajan juntas para llevar a cabo la voluntad perfecta de Dios… en cada una de nosotros.
Sea lo sea que estés pasando “en tu vida” en esta época… ¡ACÉPTALA! Entrégate a lo que Dios está haciendo durante esta temporada porque, después de todo, es solo por una época. Al final de tu vida, tú podrás decir maravillada, ¡SI! ¡Mi Dios ha sido fiel!
11En su momento, Dios todo lo hizo hermoso, y puso en el corazón de los mortales la noción de la eternidad, aunque éstos no llegan a comprender en su totalidad lo hecho por Dios.
Dios ha puesto “dentro de cada uno de nosotros” la consciencia y certidumbre de la eternidad. Nunca nadie ha ido al cielo y ha regresado de nuevo para describirnos su experiencia. Sin embargo, nosotras estamos convencidas que hay algo “más allá” de esta vida.
Vivimos en un mundo compuesto del ayer, hoy, y mañana, y pensamos en términos de vivir en el pasado, el presente o el futuro. Nuestro concepto del tiempo ha sido limitado por estas categorías.
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EN BUSCA DE SATISFACCIÓN Eclesiastes 1:2 - 2023 - Carmen Camino
En 1976, durante la última presentación de Elvis Presley en Las Vegas, él escribió, “A veces me siento muy solo. La noche es demasiado silenciosa para mí. Me encantaría poderme dormir. Qué bueno que ya todos se han ido. Yo probablemente no descansaré. Ayúdame, Dios mío.”
Elvis había descubierto, “por sí mismo”, que la vida ni aun cuando tú seas el centro de atención”, satisface. En algún momento u otro, la mayoría de nosotros llegaremos al lugar donde Elvis se encontraba, y terminaremos preguntándonos, ”¿Cuál es el propósito de la vida? ¿por qué estoy aquí?”
A través de los siglos, la gente, ya fueran filósofos o estudiantes de la universidad, han luchado con estas preguntas.
Por eso, Salomón dice en Eclesiastés 1:2, ¡Vanidad de vanidades!¡Todo es vanidad! La Palabra “vanidad” significa “vacío”. En este verso, la palabra “vanidad” es repetida -- dos veces – para mayor énfasis. Salomón estaba describiendo “el vacío de la vida”, y la falta de satisfacción en su búsqueda de placeres y riquezas, a las cuales él había dedicado su vida.
El Predicador comienza con estas palabras… ¡que nos cogen “por sorpresa! Salomón comienza a explicar “que la vida sin Dios” es una repetición “sin sentido” de ciclos viciosos. Salomón se lamentaba, “No importa lo que acumulemos o logremos en esta vida, todo desaparece, y es “eventualmente” olvidado.
En el Nuevo Testamento Jesús abordó el mismo tema. Él le dijo a la gente “que amasar riquezas o guardar tesoros en la tierra” es una pérdida de energía, porque las cosas materiales terminan deteriorándose, oxidando o hasta pueden ser robadas.
En vez, nuestro Señor nos alienta a buscar las cosas “que realmente importan” – LAS COSAS DE DIOS. Jesús sabía “que nuestro amor y lealtad” les pertenecerán a aquellos que nuestro corazón abrace “cómo más importante”. Si invertimos nuestra energía en conocer a Dios, nuestra primera devoción será para Él.
PAUSA
Salomón comenzó de forma extraordinaria, pidiéndole a Dios sabiduría. Dios no solo se la dio, sino que también le dio riquezas y poder, como nunca nadie ha tenido – ni antes ni después. Desgraciadamente, también tuvo muchas esposas y concubinas, que lo alejaron de Dios. Al alejarse de Dios, Salomón comenzó a reflexionar…
Él se dio cuenta que su vida había sido “mayormente” desperdiciada, buscando cosas materiales, en vez de a Dios. Al darle la espalda a Dios, Salomón se volvió muy cínico. Se sentía hastiado, y desilusionado. ¡SI! Su vida terminó siendo vacía y frustrante.
En Eclesiastés, Salomón hace algunas observaciones “generales” acerca de la monotonía de la vida, y de los varios ciclos de la vida. A decir verdad, es difícil “no notar” el cinismo de su voz, y su actitud fatalista mientras describe el tedio de la vida.
Para muchas de nosotros… ¡LA VIDA ES UNA RUTINA! La canasta de ropa sucia se sigue llenando. Los platos se siguen ensuciando. Nos cuesta levantarnos por la mañana, trabajamos todo el día, manejamos de regreso a casa, nos vamos a dormir, y hacemos todo de nuevo, al día siguiente.
Después de once meses de trabajo al año, y un mes de vacaciones, el ciclo de la vida vuelve a comenzar. ¡Vanidad de vanidades!¡Todo es vanidad! Aunque Salomón estaba correcto en sus observaciones… ¡sus conclusiones no estaban correctas!
Aparte del Hijo de Dios, es imposible entender nuestra existencia. Cristo le da significado y propósito hasta a las actividades y rutinas más mundanas.
Un hombre de negocios “muy importante”, estaba conversando con un pastor, describiéndole lo que había sido su vida. Le dijo, “Yo pensé que lo tenía todo: un carro lujoso, una casa elegante, y una empresa de mucho éxito. Me divorcié de mi esposa porque sentía que el matrimonio me restringía demasiado.
¡Así que comencé a divertirme! Fiestas todas las noches. Iba de mujer en mujer. Pero yo seguía queriendo más -- más grande, mejor, más rápido, más bella, más exótico. ¡Nunca era suficiente! A pesar de sus búsquedas desenfrenadas… y absurdas, él siempre se quedaba vacío y descontento.
Salomón, en su afán por conseguir riquezas y placeres, eliminó a Dios de su vida. Eclesiastés es una representación gráfica “de cómo es una vida” lejos de Dios. Si no hay Dios, la frustración es lo único que la vida ofrece. Y la conclusión… ¡es que la vida bajo el sol ¡Es solo vanidad!
La vida “sin Dios” es una larga búsqueda de diversión, significado y satisfacción. La verdad es que no podemos encontrar la verdadera felicidad… ¡porque siempre queremos más!
“¡Ay! Si solo tuviera una casa más grande, yo sería feliz. ¡Ay! Si solo tuviera más plata, yo sería feliz. ¡Ay! Si solo tuviera esto o aquello, yo sería feliz. ¡Nunca estamos satisfechas! ¡Siempre queremos más! No podemos encontrar la felicidad… ¡SIN DIOS! ¡SOLO ÉL PUEDE LLENAR LOS ANHELOS MÁS PROFUNDOS DE NUESTRO CORAZÓN!
SIN ÉL, es una pérdida de tiempo “tratar de obtener” la verdadera satisfacción. Más que nada en la vida, debemos buscar a Dios…
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¿ANHELAS SUPERAR LA AMARGURA? Hebreos 12:15 - 2023 - Carmen Camino
Un distinguido señor “ya mayor” fue al estudio de un pastor y le preguntó si podía celebrar una ceremonia matrimonial, en la cual “él” era el novio. El pastor le pidió que hiciera pasar a la novia para conversar juntos y conocerse mejor. El hombre le dijo, “antes qué entre mi novia, déjeme explicarle este matrimonio”.
¡Ambos hemos estado casados antes, el uno con el otro! Hace más de treinta años tuvimos un problema. Yo me enfurecí, y nos separamos. Luego cometimos la tontería de divorciarnos. Pienso que ambos éramos demasiado orgullosos para pedir perdón.
Todos estos años hemos vivido solos, y ahora vemos lo necios que hemos sido. Nuestra amargura nos ha robado los placeres de la vida, y ahora queremos casarnos de nuevo, y ver si el Señor nos da unos pocos años de felicidad, antes de morir.
Muchas veces, la amargura no nos deja perdonar. Es un factor hiriente que nos quita la paz y destruye nuestras relaciones. Por lo general, la amargura y el enojo vienen de cosas triviales, que destrozan hogares, iglesias y amistades.
Hebreos 12:15 dice, Tengan cuidado. No vayan a perderse la gracia de Dios; no dejen brotar ninguna raíz de amargura, pues podría estorbarles y hacer que muchos se contaminen con ella.
La palabra “amargura” significa algo “cortante” o “afilado”. También implica “sabor amargo”. Este pasaje se refiere “al fruto amargo” producido por la raíz de amargura. Podemos estar amargadas y esconderlo del resto del mundo, y disfrazarlo con otras actitudes.
Expresamos amargura “en nuestra vida” de muchas maneras: Por medio de la ira, la difamación, la malicia. Pero no podemos esconder nuestra amargura de Dios. La amargura nunca es constructiva; siempre es destructiva.
No importa lo que la gente nos haya hecho... cuantas veces lo haya hecho… o cuan malo haya sido. ¡La amargura nunca es aceptable ante Dios! ¿Cuándo alguien te trata mal, te insulta, o peca contra ti, ¿Cómo reaccionas? ¿Te sientes satisfecha guardándole rencor a la persona que te ha ofendido?
Desgraciadamente, tu decisión de albergar amargura “es igual de pecado” que el de la persona “que originalmente” cometió el pecado contra ti”. © Pero, ¿qué es la amargura? La amargura es el resultado de no perdonar a otros. Básicamente, si estás amargada con alguien, es que no has perdonado “realmente” a esa persona.
La amargura es el resultado de responder de forma impropia o “no bíblica” a una ofensa. La escritura compara a la amargura con una raíz. Así como “una pequeña raíz” crece hasta convertirse en un gran árbol, la amargura brota en nuestro corazón, y crece… afectando profundamente nuestras relaciones cristianas.
La raíz venenosa de la amargura “se apodera de nosotros” cuando permitimos que la desilusión crezca… “hasta volverse en resentimiento”, o cuando guardamos rencores por heridas pasadas. ¡La amargura trae consigo celos, y discordias!
¿Cuál es la semilla -- que plantada en la tierra de nuestros corazones -- se vuelve en una raíz de amargura? ¡GENERALMENTE… ES UNA HERIDA!
Cuando alguien te ofende, “es como si esa persona” hubiera plantado “una semilla de amargura” en la tierra de tu corazón. En ese momento… tú puedes arrancar la semilla inmediatamente, y perdonar a la persona que te ha ofendido, o tú puedes comenzar a cultivar la semilla -- rememorando el dolor “una y otra vez” en tu mente.
Tú dices… ¡Él me hirió! ¡Jamás lo perdonaré!” Si queremos evitar la amargura, ¡debemos perdonar! ¡Jesús nunca se negó a perdonar! ¡Nosotros debemos hacer lo mismo!
Tenemos que tener cuidado de no dejar que la amargura se arraigue en nuestra vida. La amargura “que abrigamos” deshonrará a nuestras relaciones. Esta es una razón por la cual hay tantas separaciones, divorcios y hogares destruidos.
¿Cuál es la evidencia de que nos hemos vuelto amargadas contra otra persona? Veamos algunas de las posibles muestras de amargura.
¡Te es difícil resolver conflictos? Tratar de resolver un conflicto con alguien -- que no quiere perdonar -- es como tratar de construir un edificio sin ponerle “primero” cimientos sólidos. La amargura condenará el proyecto… ¡aun antes de comenzar!
¿Cometes actos de venganza? Ya sea si estos actos tienen la forma de murmuraciones, comentarios rencorosos acerca de la persona que te ha ofendido, teniendo un pleito físico, o vengándote… ¡Esa es una señal de falta de perdón!
Romanos 12:19 dice, No busquemos vengarnos, amados míos. Mejor dejemos que actúe la ira de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.»
¿Te cuesta dirigirle la palabra a la persona que te ha ofendido? Cuando le hablamos a esa persona -- lo hacemos fríamente -- diciéndole prácticamente, “Mira, yo he tratado de decirte “una y otra vez” cuanto me molesta cuando haces esto o aquello. ¡Pero tú no entiendes! ¡No quiero hablar contigo hasta que no cambies tu actitud”!
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Dios Es Tu Fuerza - Carmen Camino
¿Por qué tenemos miedo…si el Señor es nuestra luz? Dios promete que Su Palabra alumbrará nuestro camino. En vez de preocuparnos acerca de nuestras vidas, nosotros podemos relajarnos y enfocarnos en las cosas del Señor.
El miedo puede debilitar nuestro corazón, mente y voluntad. Pero los cristianos tenemos una fuerza “mucho más grande” que cualquier miedo al que nos estemos enfrentando. ¿Estás luchando contra el miedo? ¡NO TEMAS! ¡DIOS ES TU PROTECCIÓN! ¡ÉL ES TU FUERZA!
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¡DIOS ES TU FUERZA! Salmo 27 - 2023 - Carmen Camino
Jorge Truett, uno de los grandes predicadores del siglo veinte, cuenta de su experiencia con gente, que lo llevó a predicar acerca “del miedo” una y otra vez. En una ocasión, le pidieron a Truett que hablara en una universidad muy respetable.
Cuando Truett preguntó acerca del tema que debía presentar, le dijeron que la mayoría de los estudiantes “habían pedido” que el predicador les enseñara cómo conquistar el miedo.
El Salmo 27:1 dice, El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién podría yo temer? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿quién podría infundirme miedo?
¿Por qué tenemos miedo…si el Señor es nuestra luz? Dios promete que Su Palabra alumbrará nuestro camino. En vez de preocuparnos acerca de nuestras vidas, nosotros podemos relajarnos y enfocarnos en las cosas del Señor.
Todas experimentamos miedos y preocupaciones. A veces, nos sentimos solas, y esclavas del dolor. ¡Sentimos que el dolor nunca va a parar! A veces, hasta nos preocupamos “porque no sabemos” si podremos pagar las cuentas del mes.
El miedo puede debilitar nuestro corazón, mente y voluntad. Pero los cristianos tenemos una fuerza “mucho más grande” que cualquier miedo al que nos estemos enfrentando. ¿Estás luchando contra el miedo? ¡NO TEMAS! ¡DIOS ES TU PROTECCIÓN! ¡ÉL ES TU FUERZA!
1 Juan 4:18 dice, En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
Dios promete estar con nosotros a través de las luchas de la vida. Sin embargo, ¿Qué es lo que estamos diciendo acerca de Dios, cuando nos preocupamos?
Lo estamos acusando de no preocuparse por nosotros, de no estar de nuestro lado, de no tener nuestro mejor interés en mente, y hasta posiblemente, que Él ha perdido el control “del mundo alrededor nuestro”.
Nuestra preocupación es “realmente” una calumnia emocional contra el Dios que nos ha prometido, una y otra vez, que Él ha vencido al mundo, que nos va a librar de todos nuestros problemas, y que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman.
¿Sabías que Dios quiere mostrarte más de Sí Mismo cada día? ¡SI! ¡Él quiere una relación íntima y vibrante contigo! Por eso, Jorge Müller, un gran hombre de fe, nos dice, “Tú puedes estar segura, qué si andas con Dios, y lo buscas, y esperas ayuda de Él, ¡Él no te fallará!”
Cuando sabes que Dios está cerca, tú te puedes enfrentar “a cualquier cosa” sin miedo. Aunque un ejército te rodee, tú te sentirás segura… ¡porque los brazos de Dios te rodean!
10Podrían mi padre y mi madre abandonarme… pero tú, Señor, me recogerás.
Hace años, cuando Carlos era estudiante de la universidad, se hizo amigo de un estudiante que había sufrido una gran pérdida. Su bebé había muerto, y su esposa lo había dejado porque ella no podía soportar la pena.
Un día, mientras Carlos y su amigo andaban por la calle, se encontraron caminando detrás de una mamá “desgreñada” de la mano de su hijito todo sucio. Ella estaba furiosa con el chiquito, caminaba demasiado rápido, tirando de él a un paso tan acelerado, que sus piernecitas no la podían seguir.
Llegaron a una intersección bien ocupada donde el chiquito paró en seco, y se soltó de la mano de su mamá. Ella volteó, le gritó una lisura, y siguió caminando. El chiquito se sentó en la vereda y comenzó a llorar. Sin vacilar, el amigo de Carlos se sentó junto al chiquito, y lo abrazó.
La mujer se volteó, “y mirando al chiquito” comenzó a decir lisura y media. El amigo suspiró y miró hacia arriba, y dijo, “Señora, si usted no quiere a su hijo, yo me puedo encargar de él”.
Así igual es con nuestro Padre celestial. Él también sufrió una gran pérdida. Y aun así, Él nos ama tiernamente. Aun si nuestras familias y amigas nos abandonaran… ¡Dios nunca nos abandonará! ¡Él siempre nos cuidará! Si Dios se preocupa por los pajaritos… ¡con mayor razón se preocupará por nosotros!
14 ¡Espera en el Señor! ¡Infunde a tu corazón ánimo y aliento! ¡Sí, espera en el Señor! ¡Esperar no es fácil! Nosotros esperamos en las líneas del supermercado, en el tráfico, en el consultorio del doctor. ¡Esperamos impacientes! Con los brazos cruzados, bostezando, irritadas y frustradas.
En otro nivel… esperamos la carta que no llega, el regreso del hijo pródigo, o que el esposo cambie. Esperamos tener un bebé para poder abrazarlo. ¡Esperamos que los deseos de nuestro corazón se cumplan!
¡Esperar es una de las cosas más difíciles! ¡Nosotros somos gente de acción! Hay veces que parece que Dios no responde a nuestras oraciones o que no comprende la urgencia de nuestra situación. Pero pensar de esa manera implica que Dios no tiene control de las circunstancias… ¡o que no es un Dios justo!
Nos sentimos mejor cuando estamos haciendo “algo” para conseguir lo que queremos. ¡Pero “esperar” nos fuerza a confiar en Dios! ¡Pero no nos gusta esperar! ¡No tenemos paciencia! Generalmente, ¡queremos “que todo lo que necesitamos” se haga realidad”!
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¡NO HAY NADIE COMO EL! Salmo 103 2023 - Carmen Camino
Roberto Kennedy, misionero americano en Sud-América, estaba visitando la selva del Amazonas. Ahí habló con un indio brasilero, que se había entregado recientemente a Cristo.
Como Roberto estaba hablando a través de un traductor, la comunicación era un poco tensa, así que Roberto no sabía que este indio “se había convertido al cristianismo”. Inocentemente, le preguntó al nativo, “¿Qué es lo que más quisieras hacer?”
Roberto esperaba la típica respuesta, “yo quisiera salir a cazar con arco y flechas’ o “viajar en canoa”. Para su sorpresa, el indio contestó, “Yo quiero estar ocupado con Dios”. ¡Roberto se quedó sorprendido con su respuesta! Le dijo al traductor, “Pregúntele de nuevo. Algo se debe de haber perdido en la traducción”.
Pero el indio dio la misma respuesta. “Yo quiero estar ocupado con Dios”. Roberto usó esta ocasión “para alabar al nativo”, que lo había bendecido grandemente con su respuesta.
Esta verdadera historia nos da una excelente definición de lo que la adoración genuina es. Una vida redimida, es estar gloriosamente ocupado con la grandeza de Dios. Es un creyente que vive “cada momento de cada día” adorando a Dios… ¡y está cautivado por Su majestad!
La adoración no significa seguir rituales, reglas, o religiosidades. Es, más bien, una realidad interna “de tener una relación viva con Dios”, por medio de Su Hijo, Jesucristo.
La adoración es un encuentro del alma con la majestad suprema de Dios, y el Cristo resucitado. La adoración es experimentar a Dios en lo más íntimo de tu ser – y todo lo que eres – en respuesta a todo lo que Él es.
El Salmo 103:2-4 dice, ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bendiciones!
El Salmo 103 es un himno de alabanza a Dios, que se desborda de un corazón totalmente consagrado al Señor. Este Salmo tiene un encanto único. Es uno de los versos favoritos de la Escritura. Bendecir al Señor significa deleitar Su corazón expresándole amor y gratitud por ser quien es, y por todo lo que hace.
Verdadera alabanza viene de un corazón agradecido, que “sinceramente” quiere glorificar y complacer al Señor. Nosotros, muchas veces, no valoramos las bendiciones de Dios, hasta que Él nos las quita.
Entonces reconocemos cuan importantes, “hasta los dones más comunes de Dios”, realmente son. ¡Este salmo penetra mi alma! ¡Se ha convertido en un rico alimento para mi vida!
3El Señor perdona todas tus maldades, y sana todas tus dolencias. 4El Señor te rescata de la muerte, y te colma de favores y de su misericordia.
¡Nuestro Dios es un Dios de restauración! Él nos demuestra Su bondad a través de Su amor. Él se preocupa por todo nuestro ser. Dios, no solo quiere restaurar una buena relación contigo, Él también quiere restaurarle salud a tu cuerpo.
Muchas veces, cuando nos sentimos débiles “espiritualmente o físicamente”, nos podemos olvidar de las promesas de Dios. EN ESOS MOMENTOS… ¡PIENSA EN EL CARÁCTER DE DIOS!
Recuerda que Él es un Padre amoroso que quiere lo mejor para ti. Alábalo con todo tu corazón, alma y mente, y verás como Él restaurará las áreas de tu vida, ¡que más la necesitan! El amor de Dios es tan fuerte, que nos sostiene, y supera nuestra debilidad. Es la bondad de Dios la que adorna nuestras vidas. ¡y hace que nuestra vida brille!
4 [El Señor] te colma de favores y de su misericordia.
Se cuenta la leyenda de que un día… ¡el sol no salió! A las seis de la mañana estaba oscuro. A las siete todavía estaba oscuro. Llegó el mediodía, y era como si fuera la medianoche. Para las cuatro de la tarde, la gente corría espantada a las iglesias para rogarle a Dios, que hiciera salir al sol.
Al día siguiente, tempranito, las multitudes se reunieron “al aire libre” para mirar al cielo. Cuando los primeros rayos de sol salieron por la mañana, la gente comenzó a aplaudir, vitorear, y alabar a Dios por el sol. Como la bondad de Dios es “tan constante como el sol”, nosotros, a veces, nos olvidamos de las cosas que Él nos da cada día.
Si contáramos nuestras bendiciones “una por una”, nunca terminaríamos. Pero si hacemos una lista de “por lo menos” diez o veinte dones, que Dios no da cada día, nuestros corazones cambiarán. ¡Así que! ¡Contemos nuestras bendiciones! ¡Agradezcamos al Señor!
19El Señor ha afirmado su trono en los cielos, y su reino domina sobre todos los reinos. 22 ¡Bendigan al Señor ustedes, sus criaturas, en todos los lugares de su dominio! ¡Bendice, alma mía, al Señor!
Hace años, Tomás Beecher fue llamado a reemplazar a su famoso hermano, el renombrado, Henry Beecher. Como siempre, muchos curiosos habían ido a la iglesia, esperando escuchar hablar al venerado Henry Beecher.
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