Fiducia supplicans: el fin del Evangelio y del cristianismo

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El 2 de febrero, varias decenas de sacerdotes y eruditos católicos escribieron un llamamiento a los cardenales y obispos mostrando claramente las artimañas de Fiducia supplicans y sus funestas consecuencias. Les pidieron que siguieran el ejemplo de los obispos africanos y otros obispos valientes y prohibieran esta declaración herética en sus diócesis.
Asimismo, los sacerdotes e intelectuales católicos exigen que los cardenales y obispos pidan al papa inválido que revoque Fiducia supplicans. Sin embargo, la respuesta de Bergoglio a la oposición unida de los obispos africanos a su declaración revela que no tiene en cuenta la resistencia. Aunque realiza algunas actuaciones y maniobras estratégicas, al mismo tiempo declara abiertamente que Fiducia supplicans acabará siendo aceptada por todo el mundo, incluida África.
Considerando lo anterior, la única salida es separarse de la jurisdicción del papa ilegítimo, hereje manifiesto, que se ha excomulgado ipso facto de la Iglesia y por tanto no puede ser su cabeza. Aquellos obispos diocesanos que se separen a tiempo salvarán a sus diócesis de ser transformadas en la anti-Iglesia de Nueva Era de Bergoglio. Sin embargo, los obispos ortodoxos que vacilen en separarse serán expulsados uno tras otro por Bergoglio, y la estructura diocesana se verá subordinada a la secta bergogliana. En el territorio de tales diócesis solo quedará un pequeño rebaño de fieles católicos como Iglesia clandestina.
¿Cuál es la naturaleza del crimen de Fiducia supplicans?
Esto se desprende de la esencia del Evangelio. El Evangelio es la buena noticia del perdón de los pecados mediante el arrepentimiento y la fe en el Salvador. Jesús murió por nuestros pecados. En Él también somos liberados de la esclavitud del pecado. El pseudopapa y su secta, sin embargo, niegan el pecado aceptando el pecado más grave e incluso bendiciéndolo. Están diciendo, en efecto, que la muerte redentora de Cristo en la cruz fue inútil. Al negar el pecado de sodomía, se niega al Salvador y el sentido de Su muerte redentora. Esta es una prueba de que Fiducia supplicans en esencia contradice las enseñanzas del Evangelio así como las enseñanzas de la Iglesia católica. Aquellos que están en unión interior con el hereje manifiesto Bergoglio y su Fiducia supplicans ya se han excluido ipso facto de la Iglesia católica por otro evangelio (Ga 1, 8-9). No obstante, la secta de Bergoglio sigue ocupando puestos clave de la Iglesia católica con el objetivo de lograr su autodestrucción.
Al bendecir la sodomía, Bergoglio niega no solo el credo católico y el Evangelio, cuyo centro es Cristo Salvador, sino también los diez mandamientos y las leyes de Dios, que condenan el pecado como maldad y rebelión contra Dios. Así, al negar el pecado, Fiducia supplicans rechaza el arrepentimiento salvador, niega al Redentor y, al mismo tiempo, la esencia misma de la Iglesia. La secta de Bergoglio no es en modo alguno la Iglesia católica. A través de Fiducia supplicans, Francisco Bergoglio, un hereje manifiesto en el trono papal, ya ha transformado la Iglesia católica en una anti-Iglesia satánica de la Nueva Era que no conduce a la salvación, sino a la condenación eterna. Lo trágico es que se le tolera todo. Por su pasividad, obispos y sacerdotes se convierten en rehenes de la satanización de la Iglesia. El hecho de que Bergoglio y sus seguidores sigan utilizado frases ampulosas abusando de la Palabra de Dios y del poder eclesiástico para engañar a los fieles católicos, no cambia las cosas.
La epístola a los Tesalonicenses habla del hombre de pecado, el hijo de perdición. Está escrito de él: «Se opondrá y se exaltará sobre todo lo que se llama Dios o que se adora, tanto que se sentará en el templo de Dios haciéndose pasar por Dios» (2 Ts 2, 3-4).
Bergoglio realmente se ha sentado en el templo de Dios, es decir, en la dirección de la Iglesia católica, y con su Fiducia supplicans y su motu proprio Ad theologiam promovendam se hace pasar por Dios Legislador. En Ad theologiam promovendam proclamó un cambio de paradigma en la Iglesia añadiendo en conclusión que abolía todo lo contrario a lo que había decretado. Al hacerlo, ha derogado tanto las Escrituras como la tradición eclesiástica. De manera similar, en un comunicado de prensa del dicasterio del 4 de enero, Fernández deifica a Bergoglio, declarando: «Lo importante es que estas Conferencias episcopales no sostienen una doctrina diferente a la de la Declaración (Fiducia supplicans) aprobada por el papa, porque es la doctrina de siempre».
Esta actitud de Bergoglio y Fernández es una clara negación de la doctrina de la Sagrada Escritura y de la tradición de la Iglesia. Es también una prueba de que Bergoglio se considera Dios, es decir, un nuevo legislador que puede anular los mandamientos de Dios y el Evangelio de Cristo y bendecir la iniquidad que la Escritura llama «abominación».
Quien de los actuales sucesores de los apóstoles, es decir, los obispos, no se separe a sí mismo y a su diócesis de Bergoglio y su secta a pesar de todo esto, ya no alcanzará la justificación ante Dios. Será responsable de poner las almas que le han sido confiadas en las manos del Anticristo.
Queridos cardenales y obispos, os encontráis en una situación en la que tenéis que dar un paso radical y salvador de separación. Seréis héroes o traidores, no hay término medio.

+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
obispos secretarios

11 de febrero de 2024