El PCB: Respuesta a la carta abierta del obispo Schneider al obispo Strickland

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Estimado obispo Athanasius:
Después de leer su carta abierta al obispo Strickland, debemos constatar que no solo nosotros, sino todos los obispos y fieles católicos ortodoxos podemos respaldarla. Usted cita acertadamente a padres de la Iglesia como San Basilio el Grande y San Atanasio. Sin embargo, después del entusiasmo inicial, los fieles nos presentaron varias objeciones. Nos sentimos, en conciencia, obligados a llamar su atención sobre ellos.
Primera objeción: ¿Por qué el obispo Schneider no escribió una carta abierta similar al arzobispo Lenga? Su libro «La secta bergogliana» presenta la situación actual de manera aún más católica y radical: un hereje no puede ser papa legítimo. La declaración del arzobispo Lenga también está en consonancia con las enseñanzas de los Padres de la Iglesia y de la Sagrada Escritura. Mons. Lenga deja claro que, debido a las herejías manifiestas que Francisco Bergoglio ha cometido y de las que nunca se ha retractado, se ha excomulgado a sí mismo públicamente de la Iglesia católica. Siendo este el caso, él no puede ser su cabeza, y los católicos no pueden someterse al hereje, porque se someterían al camino de la herejía y la apostasía.
Recientemente, se alzó una voz profética similar, era la del conocido sacerdote estadounidense Altman. Al igual que el arzobispo Lenga, dijo que Francisco Bergoglio ya ni siquiera era católico y, por tanto, no podía ser el jefe de la Iglesia católica.
El obispo Strickland menciona en su carta que nadie cae en el cisma por su fidelidad a la doctrina católica. Cae en el cisma quien se ha apartado de la doctrina católica.
A esto podemos añadir: un hereje que niega las verdades fundamentales de la fe no solo es un cismático, sino que ya no es cristiano.
Los fieles también han planteado otra objeción, a saber, que el 20 de marzo de 2019 usted escribió un ensayo intitulado «Sobre la cuestión de un papa herético», del que nunca se ha retractado. Los fieles dicen que parte de una premisa absurda de que un papa herético en ningún caso puede ser depuesto de su cargo.
Los fieles citan de su ensayo: «El papa obtiene su autoridad directamente de Dios y no de la Iglesia; por lo tanto, la Iglesia no puede deponerlo por ninguna razón».
Tenemos que responder: un papa hereje es anatematizado por Dios mismo; por tanto, la Iglesia obediente a Dios debe deponerlo.
A continuación, citan sus palabras, monseñor Athanasius: «El caso extremadamente raro de un papa herético o semiherético debe, en última instancia, ser soportado y sufrido a la luz de la fe en el carácter divino y en la indestructibilidad de la Iglesia y del oficio petrino».
Respondemos: pero el herético papa Francisco es hiperactivo en fomentar herejías en la Iglesia. Si no ejercemos una presión eficaz a tiempo obligándole que renuncie inmediatamente, la infección afectará a todo el organismo y el tratamiento ya no será posible. Invocar hipócritamente el carácter divino de la Iglesia, y así engañar al público con el objetivo de mantener a un hereje en el cargo, es un crimen de manipulación y un pecado contra el Espíritu Santo.
Asimismo, los creyentes mencionan esta cita suya: «El intento de deponer a un papa herético a cualquier costo es un signo de comportamiento demasiado humano, que en última instancia refleja una falta de voluntad para soportar la cruz temporal de un papa herético».
Nuestra respuesta es la siguiente: el intento de deponer a un papa herético es el deber principal de todo obispo. Es signo de verdadera fe, de obediencia a la Palabra de Dios (Ga 1, 8-9) y al magisterio (la bula dogmática Cum ex apostolatus officio). Los fieles también están obligados a ejercer una presión eficaz para conseguir la destitución de un hereje. El hereje y sus partidarios los perseguirán por el cumplimiento de esta voluntad de Dios.
Tal persecución es una verdadera cruz que ya soportan desde 2018 Mons. C. M. Viganò y quienes están en unión con él. Sin embargo, usted, Mons. Athanasius, evita la verdadera cruz y exhorta a los fieles a soportar una cruz falsa, es decir, a mantener al papa hereje en el cargo a cualquier costo. Esto sólo ayudará a que sus herejías y toda la estructura herética se expandan y, en última instancia, destruyan a toda la Iglesia.
En conclusión, los fieles preguntan: ¿Qué debemos pensar ahora de Mons. Schneider si no ha retirado sus declaraciones anteriores?
A usted, monseñor Athanasius, le corresponde dar una respuesta clara.
En los próximos días comenzará el latrocinio del Vaticano sobre la sinodalidad, que impulsa la legalización eclesiástica de LGTBQ. Este camino de negar y anular los mandamientos morales y divinos también fue promovido por la asamblea continental en Praga. Esta última contó con el aval del Card. Hollerich SJ, y el obispo Bätzing, principal promotor del camino sinodal LGTBQ alemán, pronunció un discurso allí. Su programa recibió la ovación.
El cardenal Müller, que no participa en las reuniones sinodales, se ha pronunciado claramente sobre el camino sinodal. Dijo que es «doctrinalmente incompetente y canónicamente ilegítimo». Este cardenal también ha dicho últimamente que si un papa es un hereje público, automáticamente pierde su cargo.
Estimado monseñor Athanasius, sus elogios por la fidelidad a la doctrina católica no pueden ir de la mano con su defensa del hereje en el trono papal, con la cual usted traiciona a Cristo y el Evangelio. La doctrina católica ortodoxa declara la invalidez del cargo ostentado por un hereje público, ya sea obispo o papa.
Su actitud ambigua lleva a los católicos a la esquizofrenia espiritual. Por lo tanto, sería de gran beneficio espiritual para ellos si usted aclarara cuál es realmente su posición.
En Cristo,
Obispos del Patriarcado católico bizantino
23 de septiembre de 2023