El PCB: Verdaderos apóstoles de Cristo contra falsos apóstoles del camino sinodal LGBTQ

1 year ago
271

Este video se puede ver también aquí: https://hlas.wistia.com/medias/7t2szrdlea
https://ugetube.com/watch/TlLHVOP4VeTSkdM
https://cos.tv/videos/play/43262920689751040
https://www.bitchute.com/video/uz5zNrhhcZFl/

http://vkpatriarhat.org/es/?p=12922
https://bcp-video.org/es/verdaderos-apostoles/

Suscríbase a los boletines del PCB https://bit.ly/3zyTacR

Los obispos, como sucesores de los apóstoles, tienen el deber primordial de defender las verdades de la fe y de la moral, que nos aseguran la salvación y nos salvan de la muerte eterna.
Hace unos años, una chica rusa de 17 años que se estaba muriendo de sida escribió una carta de advertencia a los jóvenes. Culpó dolorosamente a sus padres por no prohibirle internarse en el camino autodestructivo de la falsa libertad, lo que la llevó a hundirse en la inmoralidad y las drogas. Ella escribe: «Por muy severamente que mis padres me hubieran disciplinado, ahora les besaría las manos, porque me salvarían la vida. Pero ya es demasiado tarde, me estoy muriendo».
Los obispos y sus asistentes, los sacerdotes, son padres espirituales de los hijos de Dios. Es su deber custodiar las verdades de la fe y advertir al rebaño de las herejías y la inmoralidad. La forma más grave de inmoralidad hoy en día es LGBTQ. Implica la corrupción de los niños desde la más tierna edad y la imposición de la reasignación de género a los menores, es decir, la mutilación irreversible de cuerpo y alma. En cuanto a la orientación de tipo Q, incluye, aparte de otros delitos, los asesinatos sexuales.
Algunos años atrás, un hombre de orientación Q en Ucrania cortó la garganta a más de cincuenta mujeres. Ahora está en la cárcel. Sin embargo, el proceso sinodal actual en la Iglesia, como dijo el pseudopapa Francisco a los medios de comunicación mundiales el 24 de enero de 2023, debe acoger a estas personas LGBTQ en la Iglesia incluso si se niegan a arrepentirse. No se les debe impedir vivir libremente su orientación sexual, incluida la de tipo «Q». Además, Bergoglio dijo sobre los obispos que defienden los mandamientos de Dios que necesariamente debían pasar por una conversión para que pudieran acoger a las personas LGBTQ impenitentes en la Iglesia. Finalmente, después de tal conversión, boicotearán totalmente los mandamientos de Dios.
¡Todo obispo, sin embargo, está obligado por las Escrituras y la Tradición a rechazar categóricamente el falso antievangelio LGBTQ! Es deber de un apóstol de Cristo predicar el Evangelio de salvación a tiempo y fuera de tiempo. Está encargado de reprender y exhortar como el apóstol Pablo, aun a costa de prisión, cadenas o muerte. Si no lo hace, Dios le advierte a través del profeta Ezequiel: «Hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel... Cuando yo diga al impío: “Ciertamente morirás”, si no le adviertes, si no hablas para advertir al impío de su mal camino a fin de que viva, ese impío morirá por su iniquidad, pero yo demandaré su sangre de tu mano. Pero si tú le adviertes al impío... habrás librado tu alma» (Ez 3, 17-19).
Para tener el poder y la fuerza de Dios para dar testimonio de Cristo, el obispo, sucesor de los apóstoles, debe tener el mismo Espíritu que los apóstoles. Al inicio de la Segunda Epístola a Timoteo, el apóstol Pablo escribe: «Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos».
Por la imposición de las manos de los apóstoles, la unción sacerdotal y apostólica se transmite a los sacerdotes para ofrecer el sacrificio incruento de Cristo y predicar la palabra de Dios. Algunos cardenales y obispos, es decir, sucesores de los apóstoles, ya han recibido el espíritu del mundo, lo que ahora culmina en el hecho de que predican el antievangelio LGBTQ en lugar del Evangelio de Cristo. Esto es parte del camino sinodal.
La llamada etapa continental está actualmente en marcha en todo el mundo, trayendo consigo la maldición sobre todos los continentes. Se plantea la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de espíritu transmiten estos apóstoles LGBTQ a aquellos sobre quienes imponen las manos? Definitivamente ya no es el Espíritu Santo obrando a través de ellos, ya que han incurrido en el anatema de Dios, es decir, en la exclusión del Cuerpo Místico de Cristo, debido al antievangelio LGBTQ. El Espíritu Santo ha sido expulsado.
El apóstol Pablo, en cambio, estaba lleno del Espíritu Santo, y al mismo tiempo era un hombre de oración. Rezaba a menudo no solo de día sino también de noche (cf. 2 Tm 1, 3). Por lo tanto, un apóstol de Cristo debe ser un hombre de oración interior, o de lo contrario sembrará cizaña en lugar de buena semilla. Se quedará cobardemente callado ante la supresión de las leyes divinas en lugar de defenderlas. Hoy en día incluso podemos ver a los falsos apóstoles del camino sinodal predicando, como dice el apóstol Pablo, «a otro Jesús, a quien no hemos predicado, os proponen un espíritu diferente del que habéis recibido, y un evangelio diferente del que habéis abrazado. Éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es de extrañar, pues aun Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras» (cf. 2 Co 11, 4.13-15).
Estas palabras se aplican a todos los pseudoapóstoles del camino sinodal LGBTQ.
El camino sinodal destinado a legalizar LGBTQ en la Iglesia también fue condenado por el ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal G. Müller, como «doctrinalmente incompetente y canónicamente ilegítimo». De manera similar, el obispo estadounidense Paprocki acusó al cardenal McElroy de herejía por sus posturas y propaganda pro-LGBTQ. Hizo público que el cardenal cayó bajo la pena de excomunión automática (o «latae sententiae»).
El apóstol Pablo anima a Timoteo: «Guarda, mediante el poder del Espíritu Santo que habita en nosotros, el tesoro que te ha sido encomendado» (v. 14).
El camino sinodal no solo no guarda el tesoro del Evangelio, sino que lo ha desechado junto con el Espíritu Santo y los ha sustituido por un antievangelio y espíritus inmundos LGBTQ. Pero vosotros, obispos fieles al Evangelio de Cristo como verdaderos sucesores de los apóstoles: ¡guardad este tesoro que os ha sido encomendado! Bueno, no está en vuestras manos hacerlo; necesitáis la ayuda de Dios, el poder del Espíritu Santo que habita en vosotros. Para que el Espíritu Santo obre también a través de ti, es necesaria la oración interior diaria, es decir, una rutina de oración. De lo contrario, no tendrás fuerzas para luchar por la salvación de las almas inmortales, «para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios» (Hch 26, 18).
En la asamblea continental en Praga, el obispo Bätzing, apóstol pro-LGBTQ, dijo sobre la fe salvadora: «Esta no es mi fe, no es mi imagen de Cristo…». Como apóstol pro-LGBTQ, Bätzing dijo la verdad: no tiene la fe del apóstol Pablo, ni predica al mismo Cristo, por lo que no lleva a las almas a la salvación.
El Apóstol encarece a Timoteo: «Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propias concupiscencias».
Ese tiempo es hoy. Los partidarios del camino sinodal ya no soportan la sana doctrina, ya sean obispos, sacerdotes o laicos. Su deseo es acoger en la Iglesia a todos los pecadores LGBTQ impenitentes, quienes dictan cómo la Iglesia debe cambiar su doctrina conforme a sus propias concupiscencias.
«Apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a las fábulas». La llamada «escucha» promovida por el pseudopapa en realidad significa apartar los oídos de la verdad y volverse a las mentiras y las fábulas.
Hubo obispos valientes en la historia que tenían el mismo espíritu que el apóstol Pablo y luchaban valientemente por la pureza de la fe y la moral. Ellos también son un ejemplo para nosotros. Uno de ellos fue San Atanasio, que luchó por la pureza del Evangelio contra la herejía arriana. Sufrió en el exilio durante veinte años.
Otro luchador contra la herejía fue San Juan Crisóstomo, que murió en el 407 durante el segundo exilio. Él testifica: «Soy un obispo encargado del cuidado de las almas. No dejaré de decir la verdad, porque si tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo».
El papa San Martín (649-655) luchó contra la herejía del monotelismo. El emperador lo condenó a muerte. El papa dijo ante el tribunal: «Haced conmigo lo que queráis; cortadme en pedazos, con que me amenazáis, pero no entraré en comunión con la Iglesia herética de Constantinopla». Hoy todo obispo debería decir: «¡Cortadme en pedazos, pero no entraré en comunión con el papa herético, que ocupa el Vaticano, ni con su camino sinodal LGBTQ!».
El papa San Pío X se opuso a las herejías del modernismo en 1907.
Juan XXIII, que inauguró el Concilio Vaticano II, era partidario del modernismo y le abrió la puerta para que penetrara en la Iglesia. El inválido papa Francisco Bergoglio lleva ahora a la madurez sus frutos perniciosos.
El tiempo presente exige una reforma de la Iglesia. Implica la necesidad de renovar el celo y la santidad de los sacerdotes. Ya en el siglo IV, el santo obispo Eusebio de Vercelli introdujo la combinación de la vida monástica con el sacerdocio. San Agustín se esforzaba por lo mismo algún tiempo después. ¿Cómo implantar esta idea hoy en día? Formando grupos de cuatro a seis sacerdotes que se reúnan regularmente para la oración y el estudio de la Palabra de Dios. Reservarían todos los lunes y martes por la mañana para ello. Las reuniones se llevarían a cabo en una casa parroquial, adonde los sacerdotes llegarían el domingo por la tarde.
El tiempo presente exige obispos y sacerdotes santos. Esta es la clave para resolver la crisis de la Iglesia.

+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
obispos secretarios

8 de marzo de 2023

Loading comments...