El PCB: Las herejías autogenocidas de la secta de Bergoglio y la historia de la Iglesia

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El aquelarre continental europeo, o desenfreno y desafuero, de brujos y satanistas con insignias episcopales tendrá lugar en Praga del 5 al 12 de febrero. Su objetivo es legalizar todas las perversiones sexuales LGBTQ. Esta secta bergogliana adora al demonio Pachamama. Hasta el día de hoy se ofrecen sacrificios humanos a este demonio, por ejemplo en Bolivia. La secta encabezada por su fundador Bergoglio, quien públicamente se entregó a Satanás y los demonios en 2022 con la asistencia de un hechicero canadiense, promueve el llamado camino sinodal. Su objetivo es la transformación de la Iglesia de Cristo en una anti-Iglesia global de la Nueva Era de Satanás. Es un crimen tan espantoso contra Dios, la Iglesia y la humanidad que una persona común, e incluso un sacerdote católico, es incapaz de admitir la sola idea de que algo así pueda suceder. Realmente, esto es incomprensible y extremadamente escandaloso. Desafortunadamente, este crimen flagrante es una realidad dura.
Brevemente de la historia de la Iglesia
En el sexto concilio general (680‒681), se excomulgó a varios de los más altos jerarcas de la Iglesia, incluido el papa Honorio. Las conclusiones del concilio, que contenían estas excomuniones, las confirmó el papa León II. Se trataba de condenar la herejía del monotelismo (monos = uno, thelema = voluntad). Los herejes sostuvieron que solo había una voluntad en las dos naturalezas de Cristo, divina y humana. La enseñanza de la Iglesia confirmada por los primeros cuatro concilios es que en Cristo hay una sola persona, pero dos naturalezas: la humana y la divina. La naturaleza humana presupone la voluntad humana. La naturaleza divina está conectada con la voluntad divina. Sin embargo, ambas naturalezas, que es el misterio de la fe, están unidas en la única persona de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, que es verdadero Dios y verdadero hombre.
Los herejes afirmaban que sólo había una voluntad (mono-thelos) en ambas naturalezas, divina y humana. De esta manera, la herejía cuestionaba el sacrificio redentor de Cristo por los pecados de la humanidad. El dogma de Cristo Redentor es el dogma básico del cristianismo.
El papa Honorio murió en el 639. Le sucedió Severino (640), quien condenó esta herejía. Después de él, Juan IV ascendió al trono papal (640–642). Juan IV convocó un sínodo en Roma que también condenó el monotelismo en el 641. El Papa mismo declaró: «La doctrina de la única voluntad es herética. Sólo preguntadles a los defensores de esta doctrina cuál es esta voluntad, si la humana o la divina. Si dicen que la divina, niegan la verdadera naturaleza humana de Cristo, y caen en el maniqueísmo. Sin embargo, si sostienen que la única voluntad (mono-thelos) de Cristo es humana, serán condenados como negadores de la deidad de Cristo».
El papa Teodoro I (642–649) pidió al emperador Constantino II la derogación inmediata del decreto herético la Ecthesis, que promovía la herejía del monotelismo.
El papa Martín I (649-653[655]) convocó un sínodo en Roma en el 649, que condenó rotundamente la herejía del monotelismo. Máximo el Confesor († 662), uno de los principales defensores de la ortodoxia, también participó en el sínodo. El emperador ordenó que el Papa y San Máximo fueran capturados en Roma y llevados a Constantinopla. El Papa dijo ante el tribunal: «Haced conmigo lo que queráis; cortadme en pedazos, con que me amenazáis, pero no entraré en comunión con la Iglesia herética de Constantinopla».
La sentencia de muerte contra el papa Martín se cambió luego a exilio en Quersoneso (Sebastopol) en Crimea. Murió allí el 16 de septiembre del 655 a consecuencia del encarcelamiento y la tortura.
Los emisarios del patriarca hereje Pablo también llegaron al servidor de Dios Máximo. Le preguntaron astutamente si pertenecía a la Iglesia y, en caso afirmativo, que entrara en comunión con ellos. San Máximo respondió: «Cristo el Señor reconoce como católica a la Iglesia que se adhiere a la recta y salvífica confesión de fe. Él proclamó a Pedro bienaventurado por haberlo confesado rectamente, y prometió edificar Su Iglesia sobre él (v. Mt 16, 16-19) Por lo tanto, quiero conocer el contenido de vuestro credo. Si no contradice la verdad, entraré inmediatamente en comunión con vosotros».
A instancias de la jerarquía herética, el emperador condenó a Máximo al exilio. Desde allí fue llevado de nuevo a Constantinopla para ser interrogado. Empezaron a preguntarle a San Máximo si entraría en comunión con Constantinopla. El confesor respondió: «No, porque los líderes de esta Iglesia, al rechazar lo establecido por los cuatro santos concilios, se han excomulgado de la Iglesia. Además, han sido depuestos y privados del sacerdocio en el Concilio local que se celebró recientemente en Roma (649). ¿Qué sacramentos, entonces, pueden administrar? ¿Y qué espíritu desciende sobre aquellos a quienes ordenan? ... Sé de los escritos del apóstol Pablo, que el Espíritu Santo declara que incluso los ángeles serían anatematizados si predicasen un evangelio diferente (v. Ga 1, 8)».
En el 681, el papa León II confirmó el sexto concilio general y la excomunión del papa Honorio, diciendo: «Honorio permitió que la Iglesia sin mancha fuera ensuciada». Luego escribió sobre Honorio a los obispos españoles: «Teodoro de Faran, Ciro de Alejandría, Pirro, Pablo y Pedro de Constantinopla, y también Honorio —que no extinguió la llama de la enseñanza herética cuando comenzaba, como correspondía a su autoridad apostólica, sino que le dio pábulo con su negligencia— son castigados con perdición eterna».
La maldición sobre Honorio fue reiterada por el Sínodo de Trullan y los concilios generales séptimo (787) y octavo (869-70).
Las declaraciones del papa San Martín y San Máximo aplicadas a la situación de la Iglesia de hoy:
Cita del papa San Martín: «Haced conmigo lo que queráis; cortadme en pedazos, con que me amenazáis, pero no entraré en comunión con la Iglesia herética de Constantinopla».
Comentario: ¿Entraría hoy el papa San Martín en comunión con la Iglesia herética de Roma? ¡No! Preferiría ser cortado en pedazos.
Cita de San Máximo: «Cristo el Señor reconoce como católica a la Iglesia que se adhiere a la recta y salvífica confesión de fe. Él proclamó a Pedro bienaventurado por haberlo confesado rectamente, y prometió edificar Su Iglesia sobre él».
Comentario: Cristo el Señor edificó Su Iglesia sobre Pedro. Satanás edifica su anti-Iglesia de la Nuera Era sobre Bergoglio. Pedro es bienaventurado, y con él también aquellos que se adhieren a la enseñanza ortodoxa. Bergoglio está maldito —según Ga 1,8-9— y con él los que aceptan su falsa enseñanza y el suicidio sinodal.
Cita de San Máximo: «... los líderes de esta Iglesia, al rechazar lo establecido por los cuatro santos concilios, se han excomulgado de la Iglesia. Además, han sido depuestos y privados del sacerdocio en el Concilio local que se celebró recientemente en Roma (649)».
Comentario: Esto se aplica al pie de la letra a la secta bergogliana, que ha concentrado su programa herético en el llamado camino sinodal que legaliza la idolatría y las perversiones LGBTQ. Esta secta bergogliana ha rechazado no solo lo establecido por los cuatro santos concilios, sino también todo el Decálogo y los mandamientos de Cristo, así como toda la tradición de los apóstoles, Padres de la Iglesia y santos, incluidos todos los concilios válidos, es decir, ortodoxos.
Cita de San Máximo: «¿Qué sacramentos, entonces, pueden administrar? ¿Y qué espíritu desciende sobre aquellos a quienes ordenan?».
Comentario: Estas son preguntas esenciales para los obispos y sacerdotes que mantienen la unidad de espíritu con la secta bergogliana. La respuesta es clara. Los sacramentos, y por tanto también las ordenaciones episcopales y sacerdotales, son inválidos sin el Espíritu Santo.
Cita de San Máximo: «Sé de los escritos del apóstol Pablo, que el Espíritu Santo declara que incluso los ángeles serían anatematizados si predicasen un evangelio diferente (v. Ga 1, 8)».
Comentario: Así pues, Bergoglio y su secta son anatematizados por Dios, es decir, excomulgados de la Iglesia. Si no se arrepienten, serán eternamente condenados.
Cita del papa León del sexto concilio general: «Honorio permitió que la Iglesia sin mancha fuera ensuciada. ... Honorio no extinguió la llama de la enseñanza herética cuando comenzaba, como correspondía a su autoridad apostólica, sino que le dio pábulo con su negligencia».
Comentario: Los papas del Concilio Vaticano II no solo permitieron que la Iglesia sin mancha fuera ensuciada por las herejías del neomodernismo, el sincretismo con el paganismo y el aggiornamento con el mundo, sino que, además, colaboraron activamente en eso. Los papas posconciliares no extinguieron la llama de la enseñanza herética cuando comenzaba, sino que le dieron pábulo no solo con su negligencia sino, más aún, con su actividad. Por lo tanto, al igual que el papa Honorio, fueron anatematizados por Dios.
Desde el punto de vista de la tradición de la Iglesia, el llamado Sínodo sobre la sinodalidad significa la satanización de la Iglesia católica. El anatema de Dios según Ga 1, 8-9 cae sobre todos los participantes del aquelarre brujesco satanizante del 5 al 12 de febrero de 2023 en Praga.

+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
obispos secretarios

23 de enero de 2023

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