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Ay de las ciudades impenitentes Mat 11:20 Entonces Jesús comenzó a reprochar a las ciudades en que había realizado la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido: Mat 11:21 “¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubiesen hecho los milagros que se han realizado en ustedes, seguramente se habrían arrepentido, poniéndose vestidos de penitencia y cubriéndose de ceniza. Mat 11:22 Yo se lo digo: Tiro y Sidón serán tratadas con menos rigor que ustedes en el día del juicio. Mat 11:23 Y tú, Cafarnaúm, ¿subirás hasta el cielo? No, bajarás donde los muertos (al Hades). Porque si los milagros que se han realizado en ti, se hubieran hecho en Sodoma, todavía hoy existiría Sodoma. Mat 11:24 Por eso les digo que, en el día del Juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que ustedes.” #evangelio #misa #evangeliodeldia

No paz, sino espada" Mat 10:34 No piensen que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada. Mat 10:35 Pues he venido a enfrentar al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra. Mat 10:36 Cada cual verá a sus familiares volverse enemigos. Mat 10:37 El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. Mat 10:38 El que no carga con su cruz y viene detrás de mí, no es digno de mí. Mat 10:39 El que antepone a todo su propia vida, la perderá, y el que sacrifique su vida por mi causa, la hallará.. Recompensas Mat 10:40 El que los recibe a ustedes, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. El que recibe a un profeta porque es profeta, recibirá recompensa digna de un profeta. Mat 10:41 El que recibe a un hombre justo por ser justo, recibirá la recompensa que corresponde a un justo. Mat 10:42 Asimismo, el que dé un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, porque es discípulo, no quedará sin recompensa: soy yo quien se lo digo.” Mensajeros de Juan el Bautista Mat 11:1 Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí para predicar y enseñar en las ciudades judías. #evangelio #misa #evangeliodeldia

La parábola del buen samaritano Luc 10:25 Un maestro de la Ley, que quería ponerlo a prueba, se levantó y le dijo: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?” Luc 10:26 Jesús le dijo: “¿Qué está escrito en la Escritura? ¿Qué lees en ella?” Luc 10:27 El hombre contestó: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Luc 10:28 Jesús le dijo: “¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás.” Luc 10:29 El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: “¿Y quién es mi prójimo?” Luc 10:30 Jesús empezó a decir: “Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Luc 10:31 Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vió, dio un rodeo y pasó de largo. Luc 10:32 Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, dio un rodeo y pasó de largo. Luc 10:33 Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de él. Luc 10:34 Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo. Luc 10:35 Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: “Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.” Luc 10:36 Jesús entonces le preguntó: “Según tu parecer, ¿cuál de estos tres fue el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?” Luc 10:37 El maestro de la Ley contestó: “El que se mostró compasivo con él.” Y Jesús le dijo: “Vete y haz tú lo mismo.” #evangelio #misa #evangeliodeldia

Mat 10:24 El discípulo no está por encima de su maestro, ni el sirviente por encima de su patrón. Mat 10:25 Ya es mucho si el discípulo llega a ser como su maestro y el sirviente como su patrón. Si al dueño de casa lo han llamado demonio, ¡qué no dirán de los demás de la familia! No tengáis miedo Mat 10:26 Pero no les tengan miedo. Nada hay oculto que no llegue a ser descubierto, ni nada secreto que no llegue a saberse. Mat 10:27 Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo ustedes a la luz, y lo que les digo en privado, proclámenlo desde las azoteas. Mat 10:28 No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. Mat 10:29 ¿Acaso un par de pajaritos no se venden por unos centavos? Pero ni uno de ellos cae en tierra sin que lo permita vuestro Padre. Mat 10:30 En cuanto a ustedes, hasta sus cabellos están todos contados. Mat 10:31 ¿No valen ustedes más que muchos pajaritos? Por lo tanto no tengan miedo. Mat 10:32 Al que se ponga de mi parte ante los hombres, yo me pondré de su parte ante mi Padre de los Cielos. Mat 10:33 Y al que me niegue ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los Cielos. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Mat 10:7 A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! Mat 10:8 Sanen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos y echen los demonios. Ustedes lo recibieron sin pagar, denlo sin cobrar. Mat 10:9 No lleven oro, plata o monedas en el cinturón. Mat 10:10 Nada de provisiones para el viaje, o vestidos de repuesto; no lleven bastón ni sandalias, porque el que trabaja se merece el alimento. Mat 10:11 En todo pueblo o aldea en que entren, busquen alguna persona que valga, y quédense en su casa hasta que se vayan. Mat 10:12 Al entrar en la casa, deséenle la paz. Mat 10:13 Si esta familia la merece, recibirá vuestra paz; y si no la merece, la bendición volverá a ustedes. Mat 10:14 Y si en algún lugar no los reciben ni escuchan sus palabras, salgan de esa familia o de esa ciudad, sacudiendo el polvo de los pies. Mat 10:15 Yo les aseguro que esa ciudad, en el día del juicio, será tratada con mayor rigor que Sodoma y Gomorra. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Los doce apóstoles Mat 10:1 Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder sobre los espíritus impuros para expulsarlos y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. Mat 10:2 Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Mat 10:3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo; Mat 10:4 Simón, el cananeo y Judas Iscariote, el que lo traicionaría. Jesús envía a los doce apóstoles Mat 10:5 A estos Doce Jesús los envió a misionar, con las instrucciones siguientes: “No vayan a tierras de paganos ni entren en pueblos de samaritanos. Mat 10:6 Diríjanse más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Mat 10:7 A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! #evangelio #misa #evangeliodeldia

Jesús sana a un hombre mudo Mat 9:32 Apenas se fueron los ciegos, le trajeron a uno que tenía un demonio y no podía hablar. Mat 9:33 Jesús echó al demonio, y el mudo empezó a hablar. La gente quedó maravillada y todos decían: “Jamás se ha visto cosa igual en Israel.” Mat 9:34 En cambio, los fariseos comentaban: “Este echa a los demonios con la ayuda del príncipe de los demonios.” "La mies es mucha, mas los obreros pocos" Mat 9:35 Jesús recorría todas las ciudades y pueblos; enseñaba en sus sinagogas, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba todas las dolencias y enfermedades. Mat 9:36 Al contemplar aquel gran gentío, Jesús sintió compasión, porque estaban decaídos y desanimados, como ovejas sin pastor. Mat 9:37 Y dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Mat 9:38 Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha.” #evangelio #misa #evangeliodeldia

Una niña resucitada y una mujer sanada Mat 9:18 Mientras Jesús hablaba, llegó un jefe de los judíos, se postró delante de él y le dijo: “Mi hija acaba de morir, pero ven, pon tu mano sobre ella, y vivirá.” Mat 9:19 Jesús se levantó y lo siguió junto con sus discípulos. Mat 9:20 Mientras iba de camino, una mujer que desde hacía doce años padecía hemorragias, se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto. Mat 9:21 Pues ella pensaba: “Con sólo tocar su manto, me salvaré.” Mat 9:22 Jesús se dio vuelta y, al verla, le dijo: “Ánimo, hija; tu fe te ha salvado.” Y desde aquel momento, la mujer quedó sana. Mat 9:23 Al llegar Jesús a la casa del jefe, vio a los flautistas y el alboroto de la gente. Mat 9:24 Entonces les dijo: “Váyanse, la niña no ha muerto sino que está dormida.” Ellos se burlaban de él. Mat 9:25 Después que echaron a toda la gente, Jesús entró, tomó a la niña por la mano, y la niña se levantó. Mat 9:26 El hecho se divulgó por toda aquella región. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Jesús envía a los setenta y dos Luc 10:1 Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos y los envió de dos, en dos delante de él, a todas las ciudades y lugares adonde debía ir. Luc 10:2 Les dijo: “La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. Luc 10:3 Vayan, pero sepan que los envío como corderos en medio de lobos. Luc 10:4 No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos. Luc 10:5 Al entrar en cualquier casa, bendíganla antes diciendo: La paz sea en esta casa. Luc 10:6 Si en ella vive un hombre de paz, recibirá la paz que ustedes le traen; de lo contrario, la bendición volverá a ustedes. Luc 10:7 Mientras se queden en esa casa, coman y beban lo que les ofrezcan, porque el obrero merece su salario. Luc 10:8 No vayan de casa en casa. Cuando entren en una ciudad y sean bien recibidos, coman lo que les sirvan, Luc 10:9 sanen a los enfermos y digan a su gente: El Reino de Dios ha venido a ustedes. Luc 10:10 Pero si entran en una ciudad y no quieren recibirles, vayan a sus plazas y digan: Luc 10:11 Nos sacudimos y les dejamos hasta el polvo de su ciudad que se ha pegado a nuestros pies. Con todo, sépanlo bien: el Reino de Dios ha venido a ustedes. Luc 10:12 Yo les aseguro que, en el día del juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad. El regreso de los setenta y dos Luc 10:17 Los setenta y dos discípulos volvieron muy contentos, diciendo: “Señor, hasta los demonios nos obedecen al invocar tu nombre.” Luc 10:18 Jesús les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Luc 10:19 Miren que les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y poder sobre toda fuerza enemiga: no habrá arma que les haga daño a ustedes. Luc 10:20 Sin embargo, alégrense no porque los espíritus se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres están escritos en los cielos.” #evangelio #evangeliodeldia #misadehoy

Una pregunta sobre el ayuno Mat 9:14 Entonces se le acercaron los discípulos de Juan y le preguntaron: “Nosotros y los fariseos ayunamos en muchas ocasiones, ¿por qué tus discípulos no ayunan?” Mat 9:15 Jesús les contestó: “¿Quieren ustedes que los compañeros del novio estén de duelo mientras el novio está con ellos? Llegará el tiempo en que el novio les será quitado; entonces ayunarán. Mat 9:16 Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de tela nueva, porque el pedazo nuevo tiraría del vestido y la rotura se haría mayor. Mat 9:17 Y nadie echa vino nuevo en recipientes de cuero viejos, porque si lo hacen, se reventarán los cueros, el vino se desparramará y los recipientes se estropearán. El vino nuevo se echa en cueros nuevos, y así se conservan bien el vino y los recipientes.” #evangelio #misa #evangeliodeldia

Jesús llama a Mateo Mat 9:9 Jesús, al irse de allí, vio a un hombre llamado Mateo en su puesto de cobrador de impuestos, y le dijo: “Sígueme.” Mateo se levantó y lo siguió. Mat 9:10 Como Jesús estaba comiendo en casa de Mateo, un buen número de cobradores de impuestos y otra gente pecadora vinieron a sentarse a la mesa con Jesús y sus discípulos. Mat 9:11 Los fariseos, al ver esto, decían a los discípulos: “¿Cómo es que su Maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?” Mat 9:12 Jesús los oyó y dijo: “No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. Mat 9:13 Vayan y aprendan lo que significa esta palabra de Dios: Me gusta la misericordia más que las ofrendas. Pues no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.”

Jesús sana a un paralítico Mat 9:1 Jesús volvió a la barca, cruzó de nuevo el lago y vino a su ciudad. Mat 9:2 Allí le llevaron a un paralítico, tendido en una camilla. Al ver Jesús la fe de esos hombres, dijo al paralítico: “¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!” Mat 9:3 Algunos maestros de la Ley pensaron: “¡Qué manera de burlarse de Dios!” Mat 9:4 Pero Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: “¿Por qué piensan mal? Mat 9:5 ¿Qué es más fácil: decir “Quedan perdonados tus pecados” o “Levántate y anda”? Mat 9:6 Sepan, pues, que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.” Entonces dijo al paralítico: “Levántate, toma tu camilla y vete a casa.” Mat 9:7 Y el paralítico se levantó y se fue a su casa. Mat 9:8 La gente, al ver esto, quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado tal poder a los hombres. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Pedro confiesa a Jesús como el Cristo Mat 16:13 Jesús se fue a la región de Cesarea de Filipo. Estando allí, preguntó a sus discípulos: “Según el parecer de la gente, ¿quién es este Hijo del Hombre?” Mat 16:14 Respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista, otros que eres Elías o Jeremías, o alguno de los profetas.” Mat 16:15 Jesús les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Mat 16:16 Pedro contestó: “Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.” Mat 16:17 Jesús le replicó: “Feliz eres, Simón Bar Iona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos. Mat 16:18 Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte (del Hades) jamás la podrán vencer. Mat 16:19 Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.” #evangelio #misa #evangeliodeldia

Jesús calma una tormenta Mat 8:23 Jesús subió a la barca y sus discípulos le siguieron. Mat 8:24 Se levantó una tormenta muy violenta en el lago, con olas que cubrían la barca, pero él dormía. Mat 8:25 Los discípulos se acercaron y lo despertaron diciendo: “¡Señor, sálvanos, que estamos perdidos!” Mat 8:26 Pero él les dijo: “¡Qué miedosos son ustedes! ¡Qué poca fe tienen!” Entonces se levantó, dio una orden al viento y al mar, y todo volvió a la más completa calma. Mat 8:27 Grande fue el asombro; aquellos hombres decían: “¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?” #evangelio #misa #evangeliodeldia

El coste de seguir a Jesús Mat 8:18 Jesús, al verse rodeado por la multitud, dio orden de cruzar a la otra orilla. Mat 8:19 Entonces se le acercó un maestro de la Ley y le dijo: “Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.” Mat 8:20 Jesús le contestó: “Los zorros tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del Hombre ni siquiera tiene dónde recostar la cabeza.” Mat 8:21 Otro de sus discípulos le dijo: “Señor, deja que me vaya y pueda primero enterrar a mi padre.” Mat 8:22 Jesús le contestó: “Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.” #evangelio #misa #evangeliodeldia

Una aldea samaritana rechaza a Jesús Luc 9:51 Como ya se acercaba el tiempo en que sería llevado al cielo, Jesús emprendió resueltamente el camino a Jerusalén. Luc 9:52 Envió mensajeros delante de él, que fueron y entraron en un pueblo samaritano para prepararle alojamiento. Luc 9:53 Pero los samaritanos no lo quisieron recibir porque se dirigía a Jerusalén. Luc 9:54 Al ver esto sus discípulos Santiago y Juan, le dijeron: “Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que los consuma?” Luc 9:55 Pero Jesús se volvió y los reprendió. Luc 9:56 Y continuaron el camino hacia otra aldea. El precio de seguir a Jesús Luc 9:57 Mientras iban de camino, alguien le dijo: “Te seguiré adondequiera que vayas.” Luc 9:58 Jesús le contestó: “Los zorros tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del Hombre ni siquiera tiene donde recostar la cabeza.” Luc 9:59 Jesús dijo a otro: “Sígueme”. El contestó: “Señor, deja que me vaya y pueda primero enterrar a mi padre.” Luc 9:60 Jesús le dijo: “Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú vé a anunciar el Reino de Dios.” Luc 9:61 Otro le dijo: “Te seguiré, Señor, pero antes déjame despedirme de mi familia.” Luc 9:62 Jesús le contestó: “El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios.” #evangelio #misa #evangeliodeldia

El niño Jesús en el templo Luc 2:41 Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Luc 2:42 Cuando Jesús cumplió los doce años, subió también con ellos a la fiesta, pues así había de ser. Luc 2:43 Al terminar los días de la fiesta regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran. Luc 2:44 Seguros de que estaba con la caravana de vuelta, caminaron todo un día. Después se pusieron a buscarlo entre sus parientes y conocidos. Luc 2:45 Como no lo encontraran, volvieron a Jerusalén en su búsqueda. Luc 2:46 Al tercer día lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Luc 2:47 Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas. Luc 2:48 Sus padres se emocionaron mucho al verlo; su madre le decía: “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos.” Luc 2:49 El les contestó: “¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo estar donde mi Padre?” Luc 2:50 Pero ellos no comprendieron esta respuesta. Luc 2:51 Jesús entonces regresó con ellos, llegando a Nazaret. Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Luc 15:3 Entonces Jesús les dijo esta parábola: Luc 15:4 “Si alguno de ustedes pierde una oveja de las cien que tiene, ¿no deja las otras noventa y nueve en el desierto y se va en busca de la que se le perdió hasta que la encuentra? Luc 15:5 Y cuando la encuentra, se la carga muy feliz sobre los hombros, Luc 15:6 y al llegar a su casa reúne a los amigos y vecinos y les dice: “Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido.” Luc 15:7 Yo les digo que de igual modo habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Nacimiento de Juan el Bautista Luc 1:57 Cuando le llegó a Isabel su día, dio a luz un hijo, Luc 1:66 La gente que lo oía quedaba pensativa y decía: “¿Qué va a ser este niño?” Porque comprendían que la mano del Señor estaba con él. La profecía de Zacarías Luc 1:67 Su padre, Zacarías, lleno del Espíritu Santo, empezó a recitar estos versos proféticos: Luc 1:68 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. Luc 1:69 Ahora sale triunfante nuestra salvación en la casa de David, su siervo, Luc 1:70 como lo había dicho desde tiempos antiguos por boca de sus santos profetas: Luc 1:71 que nos salvaría de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; Luc 1:72 que nos mostraría el amor que tiene a nuestros padres y cómo recuerda su santa alianza. Luc 1:73 Pues juró a nuestro padre Abraham74 que nos libraría de nuestros enemigos para que lo sirvamos sin temor, Luc 1:75 justos y santos, todos los días de nuestra vida. Luc 1:76 Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo porque irás delante del Señor para prepararle sus caminos, Luc 1:77 para decir a su pueblo lo que será su salvación. Pues van a recibir el perdón de sus pecados, Luc 1:78 obra de la misericordia de nuestro Dios, cuando venga de lo alto para visitarnos cual sol naciente, Luc 1:79 iluminando a los que viven en tinieblas, sentados en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por un sendero de paz. Luc 1:80 A medida que el niño iba creciendo, le vino la fuerza del Espíritu. Vivió en lugares apartados hasta el día en que se manifestó a Israel. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Anunciado el nacimiento de Juan el Bautista Luc 1:5 Siendo Herodes rey de Judea, vivía allí un sacerdote llamado Zacarías. Pertenecía al grupo sacerdotal de Abías, y su esposa, llamada Isabel, era también descendiente de una familia de sacerdotes. Luc 1:6 Ambos eran personas muy cumplidoras a los ojos de Dios y se esmeraban en practicar todos los mandamientos y leyes del Señor. Luc 1:7 No tenían hijos, pues Isabel no podía tener familia, y los dos eran ya de edad avanzada. Luc 1:8 Mientras Zacarías y los otros sacerdotes de su grupo estaban oficiando ante el Señor, Luc 1:9 le tocó a él en suerte, según las costumbres de los sacerdotes, entrar en el Santuario del Señor para ofrecer el incienso. Luc 1:10 Cuando llegó la hora del incienso, toda la gente estaba orando afuera, en los patios. Luc 1:11 En esto se le apareció un ángel del Señor, de pie, al lado derecho del altar del incienso. Luc 1:12 Zacarías se turbó al verlo y el temor se apoderó de él. Luc 1:13 Pero el ángel le dijo: “No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Isabel te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan. Luc 1:14 Será para ti un gozo muy grande, y muchos más se alegrarán con su nacimiento, Luc 1:15 porque este hijo tuyo será un gran servidor del Señor. No beberá vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo ya desde el vientre de su madre. Luc 1:16 Por medio de él muchos hijos de Israel volverán al Señor, su Dios. Luc 1:17 El mismo abrirá el camino al Señor con el espíritu y el poder del profeta Elías, reconciliará a padres e hijos y llevará a los rebeldes a la sabiduría de los buenos. De este modo preparará al Señor un pueblo bien dispuesto.” #evangelio #misa #evangeliodeldia

El árbol y sus frutos Mat 7:15 Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Mat 7:16 Ustedes los reconocerán por sus frutos. ¿Cosecharían ustedes uvas de los espinos o higos de los cardos? Mat 7:17 Lo mismo pasa con un árbol sano: da frutos buenos, mientras que el árbol malo produce frutos malos. Mat 7:18 Un árbol bueno no puede dar frutos malos, como tampoco un árbol malo puede producir frutos buenos. Mat 7:19 Todo árbol que no da buenos frutos se corta y se echa al fuego. Mat 7:20 Por lo tanto, ustedes los reconocerán por sus obras. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Mat 7:6 No den lo que es santo a los perros, ni echen sus perlas a los cerdos, pues podrían pisotearlas y después se volverían contra ustedes para destrozarlos. La regla áurea Mat 7:12 Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos: ahí está toda la Ley y los Profetas. Mat 7:13 Entren por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conduce a la ruina, y son muchos los que pasan por él. Mat 7:14 Pero ¡qué angosta es la puerta y qué escabroso el camino que conduce a la salvación! y qué pocos son los que lo encuentran. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Juzgar a los demás Mat 7:1 No juzguen a los demás y no serán juzgados ustedes. Mat 7:2 Porque de la misma manera que ustedes juzguen, así serán juzgados, y la misma medida que ustedes usen para los demás, será usada para ustedes. Mat 7:3 ¿Qué pasa? Ves la pelusa en el ojo de tu hermano, ¿y no te das cuenta del tronco que hay en el tuyo? Mat 7:4 ¿Y dices a tu hermano: Déjame sacarte esa pelusa del ojo, teniendo tú un tronco en el tuyo? Mat 7:5 Hipócrita, saca primero el tronco que tienes en tu ojo y así verás mejor para sacar la pelusa del ojo de tu hermano. #evangelio #misa #evangeliodeldia

Luc 9:11 Pero la gente lo supo y partieron tras él. Jesús los acogió y volvió a hablarles del Reino de Dios mientras devolvía la salud a los que necesitaban ser atendidos. Luc 9:12 El día comenzaba a declinar. Los Doce se acercaron para decirle: “Despide a la gente para que se busquen alojamiento y comida en las aldeas y pueblecitos de los alrededores, porque aquí estamos lejos de todo.” Luc 9:13 Jesús les contestó: “Denles ustedes mismos de comer.” Ellos dijeron: “No tenemos más que cinco panes y dos pescados. ¿O desearías, tal vez, que vayamos nosotros a comprar alimentos para todo este gentío?” Luc 9:14 De hecho había unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos: “Hagan sentar a la gente en grupos de cincuenta.” Luc 9:15 Así lo hicieron los discípulos, y todos se sentaron. Luc 9:16 Jesús entonces tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, los partió y se los entregó a sus discípulos para que los distribuyeran a la gente. Luc 9:17 Todos comieron hasta saciarse. Después se recogieron los pedazos que habían sobrado, y llenaron doce canastos.