El Reino de Dios y el Reino de los cielos

Una parábola que nos ayuda a clarificar el tema de los vencedores es la Parábola de las Diez Vírgenes. Aquí lograrás luz y revelación si eres una virgen prudente, en cuyo caso serás vencedor o eres una virgen insensata; si este es tu caso, aun tienes tiempo para que te vuelvas al Señor y le permitas convertirte en una virgen sensata.

El Señor te está dando la oportunidad para que en el último momento de tu vida, o en los momentos inmediatamente anteriores a Su venida te des para Él y puedas ser un vencedor y entrar en el reino de los cielos. A eso se refiere la Parábolas de los obreros que el Señor contrata para trabajar en Su viña en distintas horas del día.

Si eres vencedor tendrás la oportunidad de participar con el Señor en el juicio que Él traerá sobre las naciones en el que se determinará quiénes formarán las naciones en el milenio, sobre quienes gobernarán los vencedores. También encuentras claridad sobre la septuagésima semana de las setenta profetizadas por Daniel y cómo encaja en esa semana La Gran Tribulación.

El Señor quiere mostrarte la verdad sobre el rapto de los creyentes en los distintos momento en que este evento de realizará y en cuál de ellos puedes ser raptado dependiendo de tu condición espiritual. La revelación que el Señor te ha dado por medio de este libro, es una base para que tú sigas buscando más revelación. Recuerda que ella es insondable, no tiene fin.

Dos dones más que el Señor quiere revelarnos: el de discernimiento de espíritus y el de profecía. Estos dones son totalmente ignorados en el cristianismo y en algunos grupos los falsifican.

Otra parábola muy importante que nos da claridad sobre el reino de los cielos es la Parábola de los Talentos que podrás disfrutar en este y en tres capítulos más. En este comenzamos a inquirir sobre los dones del Espíritu Santo.

Más disfrute de la Parábola de los Talentos. En este capítulo discernimos sobre el don de sanidad que es muy malentendido y abusado en el cristianismo.

Por medio de la Parábola de los Talentos el Señor quiere mostrarte la realidad del don de hacer milagros.

En los grupos cristianos de corte pentecostal le dan una importancia muy grande al don de hablar en lenguas, pero las lenguas que allí hablan no son genuinas, no es el Espíritu Santo quien habla esas lenguas.

Un último don que el Espíritu da a cada miembro del cuerpo como Él quiere es el don de interpretación de lenguas. Aquí encuentras revelación de ese don y además el Señor quiere ayudarte a vivir como miembro de Su cuerpo junto con otros santos.

Es tan amplia la Parábola de las Diez Vírgenes que en este capítulo te presentamos más revelación para disfrutes sin medida.

Disfruta la parábola del tesoro escondido y sé parte de ese tesoro que es propiedad del Señor.

Otras dos parábolas que nos muestran la realidad del reino de los cielos. Si encuentras revelación en ella y las vives diariamente, seguramente serás un vencedor y el reino de los cielos tendrá para ti la puerta abierta.

Por medio de una ayuno en concordancia con el deseo del Señor puedes logar que si tu corazón es duro, está lleno de espinos o de piedras, llegue a ser buena tierra donde la palabra del Señor produce fruto a treinta, sesenta y ciento por uno.

Disfruta dos puntos bien importantes: la parábola del sembrador y cómo ha de ser el ayuno que agrada al Señor.

Para entrar en el reino de los cielos necesitas sabiduría, revelación y pleno conocimiento de Dios en tu espíritu humano.

Además de lo que has visto en los dos capítulos anteriores, necesitas una revelación y visión sobre el supereminente poder de la resurrección que operó en Jesús y Dios quiere operar en ti.

Aquí encuentras una revelación clara, profunda y alta de la parábola del trigo y la cizaña.

Una comprensión clara de dos parábolas que indican lo que parece ser el reino de los cielos pero que no es: la parábola de la levadura y del grano de mostaza.

Es indispensable que busquen una visión en tu alma, visión que debe originarse en la revelación que el Señor te dé en tu espíritu.

Tu ocupación debe ser el reino de los cielos

Los líderes cristianos son falsos maestros. Aquí tienes tres de sus características.

Busca el reino de los cielos y Su justicia y no te preocupes por tu subsistencia. El Señor conoce tus necesidades aun antes de que le pidas.

¿Debes o no debes juzgar? Busca, pide y llama: tres principios que no debe faltar en tu vida de creyente.

Haz con otros lo que quieres que te hagan a ti. Dos puertas y dos caminos: uno amplio y el otro estrecho. ¿Por cuál quieres andar?