Ya llega nuestra liberación - ELLA TE PISARÁ LA CABEZA
Estudio bíblico profético sobre la profecía dada por Dios en Gn 3,15 la cual anuncia desde el mismo momento del pecado original, que María Santísima le pisaría la cabeza a Satanás.
Pero esta profecía nos dice mucho más, pues anuncia que primero el maligno acecha el calcañar de María. ¿Qué significa el calcañar o talón de María? ¿Cuáles son las acechanzas anunciadas? ¿En qué momento histórico se cumplirá esta profecía? ¿Participa el ser humano en esta profecía o será sólo la Madre de Dios quien lo hará?
Este estudio aborda estas cuestiones de modo detallado, con el apoyo de dos importantes libros. Uno es de San Luis María Grignion de Montfort, titulado Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María. El otro es el libro azul de Padre Gobbi, titulado A los Sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen. Se complementa también el análisis con las profecías marianas de Fátima, La Salette y Nuestra Señora de todos los Pueblos, y se demuestra la importancia de consagrarse al Inmaculado Corazón de María, para formar parte de su ejército por el triunfo de su Inmaculado Corazón y la instauración del Reino de Cristo en la Tierra.
Ya llega nuestra liberación - ESTÁ CERCA NUESTRA LIBERACIÓN
Estudio bíblico profético sobre la profecía de Jesucristo en Lc 21,28 en la cual nos invita a cobrar ánimo y levantar la cabeza cuando inicien los sucesos del final de los últimos tiempos, que son los asociados a su Segunda Venida.
En un principio podría parecer una contradicción. ¿Nos manda Jesús a cobrar ánimo en el momento en que comienza el período más duro de toda la historia de la humanidad?
Este estudio muestra cómo el pueblo de Dios logró tomar posesión de la tierra prometida bajo el liderazgo de Josué, no por ser más numerosos y poderosos que sus enemigos, sino por haber obedecido a Dios y por haber puesto en Él toda su confianza. Esto nos llena de esperanza para afrontar del mismo modo la Gran Tribulación y la batalla final contra todos los enemigos de Dios. Lo mismo hicieron Gedeón, Matatías, Judas Macabeo, San Atanasio y otros valientes soldados de Dios a través de la historia, no poniendo su confianza en el tamaño de la tropa ni en el poder de sus espadas, sino en únicamente confiando en Dios y obedeciéndole fielmente.
Este pretender transmitir un mensaje lleno de esperanza, pues depositando toda nuestra confianza en Dios y obedeciéndole en todo, lograremos vencer a todos los enemigos por numerosos que sean, y pasaremos a heredar la verdadera Tierra Prometida, que es la tierra entera, en la que se instaurará el Reino de Cristo en la Tierra, el Quinto Reino del sueño de Nabucodonosor II (Dn 2), y que no es otro que el Reino que pedimos a diario en el Padrenuestro.