Carta a Diaz Canel el Bufon Diabólico

CARTA A DÍAZ CANEL, EL BUFÓN DIABÓLICO.

Castilla la Mancha, a los 08 días del mes de Agosto del 2020.

Muy Execrable Don Miguel,

Ante todo y al saludarle, pedirle me disculpe usted que al encabezar esta carta pueda parecer demasiado severo pero se dan dos circunstancias que justifican en mí, un hombre educado y respetuoso de las formas, el que no le haya tratado según mandan los cánones protocolares a mandatarios. Primero porque mi voz no es mía, sino la voz de un pueblo oprimido en su dignidad y segundo, porque no ha sido usted un presidente salido de las urnas de un país democrático, sino un personaje puesto a dedo por la mafia castro-espín que tras bambalinas y con el casi nonagenario castro segundo con vida aún a la cabeza, pretenden seguir conculcando libertades, empobreciendo economías, y acentuando la hambruna de los cubanos. Eso sí, y ya que en un panegírico tuitero nombró al finado Eusebio Leal Don, -significa De Origen Noble-, le he dado el beneficio de la duda aunque usted y yo sabemos que en Cuba es muy improbable ser de sangre azul, ya que el que no tiene de Congo, tiene de Carabalí.

Antes de pasar al tema que me ocupa permítame decirle y solo para que conste, que aunque a usted algún que otro de los amigos cibernéticos que tengo en redes sociales alguna vez lo llamaron "el Gorbachev cubano", a mí nunca me engañó. Han sido 33 los años vividos y sufridos en Cuba como para saber que la naturaleza del sistema estalinista tropical adaptado por castro el occiso, no permitiría que un advenedizo sin comprometerse con mantener la indecencia que desgobierna nuestra nación, pudiera ocupar aunque fuese de manera estética la silla del poder; y además recordarle igualmente que después de lo de Nuremberg, no existe manera en términos de jurisprudencia de escapar de la responsabilidad en cuestiones tan graves como las que salpican a dirigentes y al sistema en sí mismo, cuando está en juego cuánto se han reprimido, anulado e incluso cercenado los derechos y vidas de tantos cubanos en estas seis décadas, así que luego no me vaya usted a decir que no le avisé porque aunque ha llegado de último al baile, la continuidad es la continuidad.

Este tiempo dedicado a usted no es sino más de lo mismo en mi rutina diaria, aunque esta vez la intención es honestamente buena. Me conoce o al menos eso cree, ambos sabemos que sus hackers me censuran allí donde pueden para que los cubanos a quienes cada día intento despertar del letargo y la inacción, -dándose cuenta de que son ellos los únicos responsables de cambiar su destino y que vista la historia que les han ocultado convenientemente resultaría muy fácil de conseguir-, sigan en su sueño inducido....................................................................................
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............................................ Se lo repito, deje usted de hacer el payaso porque aunque sus amos rían, a Cuba la tienen ustedes entre miedos y pesadillas, y eso mi muy execrable señor mío, resulta imperdonable.

Libertad o Muerte!
José A Pimentel Capote.