República Dominicana: La madre de una bebé atacada con más de 100 puñaladas, retira querella

17 days ago
15

República Dominicana: La Justicia Falla a la Bebé Atacada con 100 Puñaladas tras la Retirada de la Querella por Parte de la Madre

En un giro de los acontecimientos que ha consternado a la nación y que pone de manifiesto una crisis moral y judicial de proporciones alarmantes, la madre de la bebé que sufrió más de cien puñaladas en la República Dominicana ha decidido retirar la querella contra el presunto agresor. Este hombre, identificado como la pareja sentimental de la madre, cometió un acto de una brutalidad inimaginable contra una criatura indefensa. Sin embargo, en una declaración que desafía toda lógica y compasión, la madre, Yisleidy Rosario Castillo, ha salido en defensa del supuesto autor, argumentando que "es una buena persona", que "no tiene antecedentes penales" y que "ama a su hija". Esta decisión no es solo una traición inconcebible hacia su propia hija, sino una bofetada a toda la sociedad que clama por justicia. Es el resultado devastador de una cultura que, en nombre de una comprensión malentendida o de la manipulación emocional, perdona lo imperdonable y abandona a las víctimas más vulnerables.

Las declaraciones de la madre, respaldadas por la cuestionable estrategia de un abogado defensor, se adentran en un territorio peligrosísimo al insinuar, sin ninguna prueba presentada hasta el momento, que al agresor "le dieron algo". Esta teoría, que busca exculpar la barbarie alegando una intoxicación o un envenenamiento, es un intento cínico de eludir la responsabilidad personal. Si la defensa tiene alguna evidencia concreta, está en la obligación de presentarla ante un tribunal. Mientras tanto, esta narrativa solo sirve para crear una cortina de humo que desvía la atención del único hecho incontrovertible: una bebé fue acuchillada repetidamente. La justicia no puede depender de excusas fabricadas o de especulaciones; debe basarse en los hechos fríos y duros de un crimen que ha conmocionado a todo un país. La retirada de la querella por parte de la madre representa un fracaso catastrófico del sistema para proteger a quienes no pueden protegerse a sí mismos y envía el mensaje pavoroso de que la monstruosidad puede quedar impune si se encuentra con la complicidad familiar.

Este caso trasciende la tragedia individual para convertirse en un símbolo de la descomposición social. Refleja cómo las dinámicas disfuncionales, la dependencia económica o emocional, y la distorsión de los valores más básicos pueden llevar a una madre a defender al monstruo que atacó a su hija. Es una muestra extrema de la ruptura del núcleo familiar, donde el instinto de protección maternal es suplantado por una lealtad patológica hacia el agresor. Frente a esto, la sociedad debe alzar la voz con más fuerza que nunca. La fiscalía dominicana tiene no solo el derecho, sino el deber imperativo de actuar de oficio. El Estado debe asumir el rol de acusador y perseguir este crimen con todo el peso de la ley, independientemente de que la madre haya retirado la denuncia. La bebé, que no tiene voz, merece que la sociedad sea su voz. Su vida, su sufrimiento y su derecho a la justicia no pueden ser anulados por la decisión de un familiar.

La impunidad en un caso de tal saña sienta un precedente devastador. Si un crimen de esta magnitud puede quedar sin un castigo ejemplar, se abre la puerta a que la violencia más extrema se normalice. Las autoridades de la República Dominicana se encuentran en una encrucijada histórica: pueden ceder ante esta retirada de la querella y permitir que la oscuridad gane, o pueden demostrar que el Estado de Derecho es firme e inquebrantable. Deben imponer la pena máxima que contempla la ley, enviando un mensaje claro y contundente de que la violencia infantil no será tolerada bajo ninguna circunstancia. El mundo entero está observando. La justicia para esta bebé no es solo una necesidad legal; es una obligación moral para toda la civilización.

Loading comments...