Secta oculta de sádicos | #17

Podrían estar justo a tu lado. Podrían ser tus vecinos o colegas; podrían trabajar en la redacción de noticias que lees en el desayuno. Podrían estar entre los políticos por los que planeas votar. Podrían ser los profesores de tus hijos. Están en todas partes. Manipulan grandes fundaciones, incluyendo USAID y Open Society Foundations, se infiltran en gobiernos, tribunales y medios, y lo más importante, en la mente de millones.

Un sistema que ha ido creciendo durante décadas y que se esconde detrás de palabras grandilocuentes sobre “seguridad”, “protección de la sociedad” y “lucha contra las sectas”. Un sistema que hoy está destruyendo la vida de personas inocentes y de niños, no solo en África sino también en Europa, Rusia, Estados Unidos e incluso China. Este sistema tiene un nombre. Se conocen los nombres de sus líderes y seguidores.
El objetivo de esta estructura es establecer el poder total. Al influir directamente en los derechos y libertades de las personas, en realidad socava las leyes de los estados que ha penetrado.

Crea listas de grupos, organizaciones e individuos indeseables para arrastrar a la gente paso a paso hacia un culto de superioridad. Ese mismo sentido de superioridad de unos sobre otros convirtió una vez a los ciudadanos cultos de Alemania en nazis, dispuestos a destruir a las personas simplemente porque se las consideraba “inferiores”.

Siempre aparecen los mismos actores en su plan: quienes confeccionan “dictámenes periciales”, se hacen pasar por “testigos” y fabrican una realidad falsa. Es un sistema. Exactamente el mismo esquema, probado una y otra vez; los mismos métodos; los mismos “expertos a demanda”.

Pero la era de su impunidad ha terminado.