La Rueda de la Fortuna {10}: El Giro Secreto del Destino

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En este episodio, descendemos al corazón del cambio: La Rueda de la Fortuna, la décima carta del Tarot, donde el tiempo no avanza… gira. Más que una rueda de suerte, es un símbolo hermético del eterno retorno, del flujo y reflujo del destino, del momento en que el Uno se disfraza de diez para recordar quién es. Exploramos el poder del número 10, la ley del karma védico, los cuatro pilares del mundo (el ángel, el león, el toro, el águila), y las fuerzas ocultas que empujan la rueda. Hablamos de cómo el ocultismo invierte el orden aparente — lo humilde exalta, lo alto humilla — y cómo esta verdad también late en el Sermón del Monte.

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**NOTAS DEL EPISODIO**

1. Matemáticamente, en cualquier sistema posicional —como el decimal—, el 10 marca el regreso al principio: tras agotar los nueve dígitos, el Uno vuelve… pero esta vez acompañado por el Cero, el vacío que lo multiplica. Es el momento en que 1 se convierte en 10, no por crecimiento, sino por reinicio cósmico. En esoterismo, esto es profundo: el 10 simboliza la perfección del ciclo, como las diez Sefirot del Árbol de la Vida, que emanan del Ein Sof (lo infinito) y vuelven a él.

2. En su sentido védico profundo, el karma no es un sistema de recompensas y castigos, sino un círculo eterno de causas y efectos, una red invisible que entreteje todas las acciones, pensamientos e intenciones a través de épocas, vidas y ciclos cósmicos. No juzga, simplemente registra — como el eco de un sonido en el vacío del tiempo, que tarde o temprano retorna.

3. "Un ser está arriba del destino en la medida en que puede causar eventos. Un ser está bajo el destino en la medida en que solo responde a eventos." L. Ron Hubbard

4. El mero hecho de existir — de ocupar un lugar en el tejido del espacio-tiempo, de desplazar átomos que nunca volverán a estar como antes — convierte a cada persona en un centro de perturbación cósmica. No hay ser humano "insignificante" desde la perspectiva física: tu cuerpo dobla levemente el campo gravitacional del planeta, tus decisiones generan ondas en la red social como una piedra en un lago infinito, y cada partícula que te compone fue forjada en el corazón de una estrella muerta hace miles de millones de años. En términos matemáticos, incluso el más pequeño efecto tiene derivadas en cadena; en términos cuánticos, la observación cambia el sistema.

5. La palabra "Tarot" no tiene un origen del todo claro, pero su historia es un misterio tejido con hilos de juego, lenguaje y simbolismo. Probablemente derive de la palabra italiana "tarocchi", usada desde el siglo XV para denominar un tipo de naipes usado en juegos de cartas en Italia. A su vez, "tarocchi" podría provenir del término "tarocco", que en dialecto toscano no tenía significado específico, o bien estar vinculado al árabe "ṭarīq" (طريق), que significa "camino" o "sendero", sugiriendo una lectura simbólica: el Tarot como el camino del sabio.

6. El Mutus Liber —"El Libro Silencioso"— es una obra alquímica misteriosa publicada en 1677 en La Rochelle, Francia, cuyo autor permanece desconocido. Escrito sin palabras, consiste únicamente en quince grabados simbólicos que representan de forma hermética el proceso de la Gran Obra alquímica. A través de imágenes detalladas —dos hombres trabajando bajo un arco, recipientes expuestos al cielo, operaciones con fuego oculto— se transmite la idea de que la Piedra Filosofal puede obtenerse mediante la destilación de la "mercurio celeste", no por fuego material, sino por la acción del Sol y la Luna sobre sustancias escondidas.

7. El ocultismo, en su vertiente mística, a menudo invierte el orden aparente del mundo: lo humilde se exalta, lo oculto ilumina, lo bajo sostiene lo alto. Este giro simbólico no es solo un juego de espejos, sino una ley espiritual: quien desciende, asciende; quien muere antes de morir, resucita. Curiosamente, el cristianismo, especialmente en el Sermón del Monte, profetiza esta misma inversión: "Los últimos serán primeros, los humildes heredarán la tierra, los pobres en espíritu poseerán el Reino de los Cielos".

8. El fenómeno de los “mass shooters” revela una crisis profunda de significado, soledad y desesperanza. Muchos de estos individuos no son monstruos nacidos del vacío, sino personas que han caído en un abismo invisible: deprimidos, aislados, medicados, y convencidos de que sus vidas carecen de valor o propósito. En lugar de encontrar sanación, conexión o redención, algunos llegan a una conclusión trágica: si no puedo ser visto como digno de amor, al menos seré imposible de ignorar.