Políticos de derecha muertos en Alemania

En los días previos a las elecciones municipales del 14 de septiembre de 2025 en Renania del Norte-Westfalia, Alemania, se produjo una situación altamente sospechosa: seis candidatos del partido de derecha Alternativa para Alemania (AfD) fallecieron en un lapso de apenas trece días. Cuatro de ellos eran candidatos titulares y dos suplentes. Aunque las autoridades aseguraron que la mayoría de las muertes se debieron a causas naturales y que no existían indicios de crimen, el hecho ha generado inquietud tanto dentro como fuera del partido. La líder de AfD, Alice Weidel, calificó lo sucedido como “estadísticamente casi imposible”, mientras que otros dirigentes del partido señalaron el enorme estrés político al que están sometidos sus miembros, aunque pidieron cautela y evitar especulaciones precipitadas.

Estos fallecimientos, además de conmocionar a la militancia, tuvieron un impacto inmediato en el proceso electoral: obligaron a reimprimir papeletas, anularon votos por correo y complicaron la logística en plena campaña. Estadísticos han resaltado que la probabilidad de que ocurriera un evento así es extremadamente baja, calculada en apenas 0.00127%, lo que refuerza la percepción de que se trata de una coincidencia demasiado improbable. Aunque también se reportaron muertes de candidatos de otros partidos, la concentración de casos en AfD ha sido lo que encendió las alarmas. El contexto político agrava aún más la situación. AfD ha venido ganando terreno de manera acelerada, triplicando su apoyo en encuestas desde 2022 y consolidándose como una fuerza con capacidad real de competir con los partidos tradicionales. Al mismo tiempo, ha sido objeto de fuertes ataques políticos y mediáticos, además de estar bajo la vigilancia de los servicios de inteligencia alemanes, que lo catalogaron como partido extremista —una designación actualmente en apelación.

Sin embargo, lo más preocupante ha sido la cobertura mediática. Los medios tradicionales alemanes e internacionales han tratado el tema con una tibieza llamativa, limitándose a reproducir comunicados oficiales y minimizando la relevancia del hecho, como si seis muertes en tan corto tiempo fueran algo normal. Esa ausencia de cuestionamiento crítico ha alimentado la percepción de encubrimiento, empujando a muchos ciudadanos a informarse en redes sociales, donde proliferan las especulaciones y los temores de un posible atentado contra la democracia. En definitiva, más allá de que las muertes tengan o no una explicación natural, el silencio mediático y la falta de una investigación profunda y transparente refuerzan la desconfianza en las instituciones. Alemania atraviesa un momento de hartazgo frente al multiculturalismo y al establishment político, y AfD ha canalizado buena parte de ese malestar. Que sus candidatos caigan muertos en vísperas de una elección clave, sin que los grandes medios muestren interés en indagar, no solo es sospechoso: es un golpe directo a la confianza en el proceso democrático.