¿Realmente ganó la derecha en Bolivia?

30 days ago
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¿Realmente ganó la derecha en Bolivia?

Bolivia se dirige a una segunda vuelta presidencial por primera vez desde su retorno a la democracia en 1982, después de que los votantes rechazaran, por primera vez en dos décadas, a un candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales. Esto marca un cambio histórico, ya que el MAS ha dominado la política boliviana durante veinte años. Muchos celebraron el resultado como una victoria de la derecha, pero el panorama es más complejo.

Entre los dos candidatos que avanzan a la segunda vuelta, ninguno puede ser catalogado claramente como de derecha tradicional. Rodrigo Paz Pereira, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, es visto más como un reformista centrista que como un conservador. Aunque sus raíces están en el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), un histórico partido de centroizquierda que con el tiempo se moderó, hoy está alineado con el Partido Demócrata Cristiano (PDC), una fuerza de centro a centroderecha con base en la democracia cristiana. Paz se presenta como una voz moderada, defendiendo un “capitalismo para todos”, la reforma, la transparencia y la inclusión. Su candidatura ha atraído tanto a votantes desencantados del MAS como a sectores de la derecha que buscan una figura menos polarizante.

Por otro lado, está Jorge “Tuto” Quiroga, expresidente que asume de manera más abierta políticas económicas liberales. Encabeza la alianza Libre (Libertad y Democracia), conformada por el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI) —un grupo que comenzó en la izquierda pero que con el tiempo se desplazó hacia un populismo de centroderecha— y el Movimiento Demócrata Social. Quiroga propone reformas estructurales, la privatización parcial de recursos naturales como el litio y un fortalecimiento de los vínculos comerciales con Estados Unidos. Su plataforma se identifica más claramente con el liberalismo de derecha tradicional y las políticas pro-mercado.

Sin embargo, el panorama ideológico es difuso. Rodrigo Paz no puede describirse como un izquierdista clásico, pero tampoco como un derechista pleno. Su posición centrista contrasta con el programa más abiertamente liberal de Quiroga. Ambos, de distintas maneras, simbolizan el agotamiento de la era del MAS y el deseo de cambio.

Por lo tanto, sería engañoso decir que la derecha ha ganado de manera decisiva. Lo que realmente ha sucedido es el colapso del monopolio del MAS, dando paso a una contienda entre un reformista centrista con orígenes de izquierda y un liberal conservador tradicional. El desenlace final de la segunda vuelta, el 19 de octubre, dependerá de cómo los votantes valoren estos matices, reflejando no un simple giro entre izquierda y derecha, sino una reconfiguración más compleja del espectro político en Bolivia.

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