¿Qué Impide que Recibamos la Sanidad y Cómo Hacerla una Realidad?

La Escritura es enfática al declarar que la obra redentora de Jesucristo en la cruz no solo proveyó para la salvación de nuestras almas, sino también para la sanidad de nuestros cuerpos. En la cruz, Jesús no solo llevó nuestros pecados, sino que también cargó con nuestras enfermedades, haciéndolas parte de Su sufrimiento para que nosotros fuéramos liberados.