Milei: Incompatibilidad entre inmigración y el mal llamado Estado del Bienestar

Javier Milei, presidente de Argentina: "Entonces, nada de delincuentes, ni extranjeros ni locales. El crimen no es aceptable, punto. Ese es el punto uno.

Ahora, una vez aclarado eso, podemos pasar al tema del control migratorio. Este tema, digamos... quien lo expresó muy claramente en Estados Unidos fue Milton Friedman. Él dijo: “Miren, todos somos hijos de inmigrantes. Ninguno de nosotros, en principio, debería estar en contra de la inmigración.” Y de hecho, existen documentos que prueban que mientras más abiertos son los países, más innovación tienen, más crecen —así que la inmigración es algo bueno.

Sí, punto 1.2: ¿Cuándo empieza a convertirse la inmigración en un problema? Básicamente, cuando nuestros abuelos o padres vinieron del extranjero, vinieron a ganarse el pan con el sudor de su frente. Y no había estado de bienestar. El problema con la inmigración comienza cuando existe un estado de bienestar. Cuando tienes un estado de bienestar —es decir, gasto público...

Investigué esto, y es bastante antiguo. Porque cuando se ríen de Roma... cuando Roma estableció la nona, que era pan y circo, pan gratis —su población pasó de 250,000 a más de un millón, y Roma quebró. Así de simple.

Bueno, el Brexit es lo mismo. ¿Por qué colapsa? Básicamente porque los extranjeros llegan a disfrutar lo que los locales pagan con sus impuestos, y entonces los locales se enojan. Ese es el problema. Si quieres inmigración abierta, no puedes tener un estado de bienestar. Si tienes un estado de bienestar, entonces tienes que regularlo."

El presidente Milei describe, con ejemplos históricos, el grave problema que están sufriendo los ciudadanos de bien en los países con gobiernos socialistas amigos de los inmigrantes ilegales. Una vez más, la hemeroteca demuestra que Milei —quien en el momento del video aún no era presidente— tenía razón: la inmigración ilegal, compuesta en su inmensa mayoría por delincuentes, conduce a cualquier país a una ruina inevitable y, quién sabe, si reversible.

Muchos países de Europa están viendo cómo sus familias se ven afectadas y, ante la inoperancia de los gobiernos de extrema izquierda, han optado por defender sus propios barrios, donde la policía —como ocurre en todo país socialista— protege a los delincuentes pero se olvida de los ciudadanos de bien que pagan impuestos, impuestos que sirven para pagarles sus salarios.

¿Hasta cuándo va a prevalecer la ideología destructiva de la izquierda? Esperamos que países como España decidan liberarse pronto de ese gobierno socialista, ladrón y corrupto.