Roberto Chiabra 'Los niños necesitan el Arma de la educación para defenderse

Roberto Chiabra advierte: «Los niños necesitan el arma de la educación para defenderse»

En un contundente mensaje que retumba con la fuerza de la verdad ignorada por las élites globalistas, el general y congresista peruano Roberto Chiabra ha lanzado una advertencia clara y urgente: «Los niños necesitan el arma de la educación para defenderse». En un país donde el Estado se muestra cada vez más ausente y la izquierda insiste en imponer ideologías fracasadas en lugar de soluciones reales, Chiabra recuerda que la familia y la educación son los únicos escudos que les quedan a los jóvenes para enfrentar la adversidad.

Chiabra no habla desde la teoría, sino desde la experiencia, desde el campo de batalla tanto militar como político. Señala que en Perú el verdadero problema no es la falta de recursos naturales ni el crecimiento económico mal distribuido, sino la ausencia de un sistema educativo que esté alineado con la realidad del país. Una trilogía que incluye escuelas, universidades e institutos tecnológicos regionales, debe constituirse en la base de un nuevo modelo educativo que valore el mérito y prepare al niño para valerse por sí mismo.

Y no se trata solo de educación académica. Chiabra enfatiza que si no se le brinda al niño una profesión o un oficio, estará condenado a una vida en el sector informal o, peor aún, a caer en redes de minería ilegal, como ocurre en regiones como Madre de Dios. El abandono estatal deja a los jóvenes a merced del crimen o la pobreza estructural, y todo por haberles negado la herramienta más poderosa para defenderse: el conocimiento.

Frente a esto, Chiabra hace un llamado a reenfocar la discusión política lejos del falso dilema entre progresismo y conservadurismo, y poner énfasis en el fortalecimiento de la familia. “Lo que aprendes en la familia, te acompaña el resto de tu vida”, señala con firmeza. Y cita a Napoleón para reforzar su punto: la educación no comienza en la escuela, sino veinte años antes, con la formación de los padres. En esa línea, afirma también que la lucha contra la corrupción comienza desde el nacimiento, con el ejemplo en el hogar.

Este enfoque profundamente humano y realista desmonta los discursos de la izquierda que promueven el Estado como único actor social. Chiabra pone el foco en la corresponsabilidad: padres que educan con valores, instituciones educativas que preparan para la vida real, y una sociedad que deja de marginar a quien no tuvo “la suerte” de nacer en la capital. No es el discurso de un populista, sino el de un patriota que sabe que el futuro de una nación se construye desde la infancia.

El mensaje de Chiabra no solo interpela a los políticos de turno, sino también a todos los ciudadanos. Si la familia se derrumba, si la educación se ideologiza en lugar de formar, y si el trabajo se vuelve un privilegio de unos pocos, entonces estamos entregando a nuestros niños al caos. Defender la educación es defender la libertad. Dotar a un niño de conocimientos es garantizarle una vida con dignidad, sin depender de limosnas estatales ni de agendas globales impuestas desde fuera.

En momentos en que muchas naciones latinoamericanas sufren el avance de proyectos que buscan debilitar los pilares tradicionales —Dios, patria y familia—, la voz de Chiabra resuena como un grito de alerta: sin familia, sin educación y sin identidad, no hay nación que sobreviva.

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