Practicamente fue Donald Trump quien ganó las elecciones en Canadá

4 months ago
22

Mark Carney ganó las elecciones en Canadá... gracias a Donald Trump

En una de las ironías políticas más hilarantes de los últimos tiempos, Mark Carney logró ganar las elecciones en Canadá. Pero no lo hizo gracias a su visión económica, ni por propuestas inspiradoras o liderazgo fuerte. No. Ganó hablando de Donald Trump, obsesivamente, incansablemente, casi con devoción. Y aunque su intención era advertir a los canadienses contra el “peligro del trumpismo”, lo cierto es que terminó usando el nombre de Trump como un salvavidas electoral. Un boomerang narrativo que regresó, lo golpeó… y lo hizo presidente.

Durante toda la campaña, Carney habló más de Trump que de Canadá. Cada discurso, cada entrevista, cada declaración pública giraba en torno al expresidente estadounidense. Advertía sobre el populismo, el aislacionismo, el fin del orden global y el supuesto ascenso del autoritarismo… todo en nombre de frenar a Trump, aunque el hombre ni siquiera estaba en la papeleta canadiense.

En lugar de enfocarse en los problemas reales de los canadienses —el costo de vida, la crisis de vivienda, el aumento del crimen— Carney decidió montar su campaña en torno a una figura extranjera. Y eso no pasó desapercibido: convirtió a Trump en protagonista absoluto del debate nacional. Los medios obedecieron y multiplicaron su mensaje: “Trump es el peligro”, “Trump amenaza a Canadá”, “Trump destruyó el orden mundial”.

Pero lo que Carney nunca calculó fue que ese discurso no asustaba, inspiraba. Mientras él lanzaba advertencias, muchos canadienses empezaban a preguntarse: “¿Y si tener a alguien como Trump no sería tan mala idea?”. Porque aunque intentaba demonizarlo, le dio voz, fuerza y protagonismo a una figura que millones de personas admiran en silencio. Y así, sin querer, activó a sectores dormidos del voto conservador y atrajo a un electorado harto del progresismo vacío.

El momento culminante fue la rueda de prensa donde Carney —entre líneas— se atribuía el mérito de “haber domado” a Trump. Una afirmación tan absurda que hasta los reporteros presentes contuvieron la risa. Porque en la misma conversación, Trump dejaba claro que no necesitaba a Canadá, que no le interesaba “ni un tornillo” del país y que había impuesto aranceles de 200 mil millones de dólares sin pestañear. ¿Domado? Más bien ninguneado.

Y cuando Trump le dijo a Carney —en tono burlón, pero certero— “me debes tu victoria”, no fue una exageración. Fue una verdad incómoda: sin Trump como enemigo, Carney no habría tenido discurso, ni narrativa, ni motivo para captar atención mediática. Su triunfo no fue un rechazo al trumpismo; fue la confirmación de que hasta en Canadá, Trump sigue marcando la agenda.

Al final, Mark Carney ganó. Pero no por lo que defendió. Ganó por lo que atacó. Y eso, más que una victoria, es una rendición narrativa disfrazada de éxito político.

#Trump2024 #CarneyObsesionado #TrumpGanóSinPostularse #CanadáDespierta #VictoriaPrestada #AntiTrumpManía #CampañaBoomerang #CarneySinTrumpNoEresNada #TrumpEsLaAgenda

Loading comments...