DeSantis desafía al caos migratorio con orden, ley y determinación

5 months ago
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En tiempos donde la nación clama por liderazgo, determinación y una aplicación real de la ley, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha dejado en claro que no hay espacio para la tibieza. Desde la primera línea de defensa del sur, Florida se ha erigido como un bastión de soberanía y fortaleza, en absoluta sintonía con la visión del presidente Donald J. Trump.

En una declaración contundente, DeSantis reafirmó que su estado no solo está listo, sino deseoso de llevar la seguridad fronteriza "al siguiente nivel", presentando un plan al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para asumir tareas que tradicionalmente corresponden al gobierno federal: aprehensión, detención y procesamiento de inmigrantes ilegales.

“Tenemos tanto la Guardia Nacional como la Guardia Estatal acostumbradas a responder a todo tipo de contingencias”, afirmó. “Incluso estamos preparados para asignar miembros de la Guardia Nacional como jueces de inmigración si es necesario. Podemos hacerlo. Estamos listos”.

Estas declaraciones no son una simple muestra de intenciones. Representan una declaración de guerra contra el caos migratorio heredado del pasado y una apuesta decidida por el cumplimiento de la ley, la protección de las fronteras y el restablecimiento del orden constitucional. En este nuevo capítulo del liderazgo conservador, Florida se convierte en un modelo para otros estados que deseen apoyar la agenda de reconstrucción nacional liderada desde Washington por el presidente Trump.

La era del debido proceso terminó para los ilegales que ya recibieron su veredicto
Uno de los puntos más significativos de la intervención de DeSantis fue su denuncia sobre la inacción frente a miles de inmigrantes ilegales que ya han recibido órdenes finales de remoción pero que siguen viviendo impunemente en suelo estadounidense. “Se les ha dado mucho proceso. Tuvieron su oportunidad. La ley habló. No han cumplido. Y eso es una prioridad altísima para nosotros”, señaló.

Este enfoque rompe con el discurso débil y condescendiente de la izquierda progresista, que insiste en presentar a los infractores de la ley como víctimas. Para el gobernador de Florida, como para el presidente Trump, la ley debe ser ley. Y si se ha dictado una orden de remoción, debe ejecutarse.

Un esfuerzo estatal alineado con el renacimiento patriótico
DeSantis agradeció a las agencias federales por el nuevo impulso que han recibido bajo el liderazgo del presidente Trump, dejando atrás la desidia de las administraciones anteriores. Asimismo, aplaudió la colaboración entre el gobierno federal, estatal y local para llevar a cabo operaciones concretas que garanticen que los ciudadanos estadounidenses —y no los burócratas globalistas— sean los dueños de su destino.

“Estamos orgullosos de haber sido el primer estado en salir al frente. Pero vemos esto como solo el comienzo. Creemos que lo mejor aún está por venir”, concluyó el gobernador.

Trump y DeSantis: dos líderes, un mismo proyecto nacional
Si bien compitieron en el pasado por el liderazgo del Partido Republicano, hoy es evidente que Ron DeSantis y Donald Trump no son rivales, sino aliados en una misma cruzada: restaurar la grandeza de Estados Unidos. La firmeza del gobernador en la defensa de los valores tradicionales, la ley y la soberanía refleja, a nivel estatal, la misma determinación que Trump impulsa desde la Casa Blanca.

Florida, bajo DeSantis, representa el laboratorio conservador más exitoso de la nación. Y en la nueva era Trump, se convierte en la punta de lanza para las transformaciones estructurales que buscan poner a Estados Unidos, de nuevo, primero.

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