2023/11/30 3 COMPLETO "RENUEVA TUS RELACIONES" PASTOR JONATHAN WALMER

RESUMEN
TEMA
El mandamiento del día de reposo y su relevancia en la vida cristiana.
El tema aborda la importancia de detenerse, descansar, y dedicar tiempo a Dios, a la familia y a la renovación emocional y espiritual, siguiendo el diseño divino para nuestras vidas. Se enfatiza cómo este principio impacta nuestra relación con Dios, nuestras relaciones familiares y nuestra salud integral.

VERSICULOS USADOS
Éxodo 20:1-3, 8-11
"Habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí... Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó."
Comentario: Este pasaje establece el mandamiento del día de reposo como una orden divina. Dios modeló este principio al descansar el séptimo día después de la creación, mostrando que el descanso no es solo necesario, sino santo. Santificar el día significa apartarlo para Él, enfocándonos en la adoración y la renovación.

Isaías 28:11-12
"Porque en lengua de tartamudos y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado, y este es el refrigerio; mas no quisieron oír."
Comentario: Isaías profetiza acerca del Espíritu Santo, describiéndolo como el reposo que Dios ha provisto para Su pueblo. Este reposo no es solo físico, sino espiritual, un descanso profundo para el alma que viene de estar en comunión con Dios.

Hebreos 4:9-10
"Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas."
Comentario: Este pasaje conecta el descanso físico del día de reposo con el descanso espiritual que encontramos en Cristo. Entrar en el reposo de Dios significa confiar plenamente en Él, dejando de depender de nuestras propias fuerzas y obras para alcanzar paz y salvación.

Marcos 2:27-28
"También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo."
Comentario: Jesús aclara que el propósito del día de reposo es bendecir al hombre, no oprimirlo con reglas innecesarias. El descanso fue diseñado para nuestro beneficio, y Jesús, como Señor del reposo, redefine su propósito en el contexto de la gracia y la relación con Dios.

Salmo 23:2
"En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará."
Comentario: Este versículo describe cómo Dios, como el Buen Pastor, nos guía hacia la paz y el descanso. Nos muestra que el descanso no es solo un mandato, sino una expresión del cuidado amoroso de Dios por nosotros.

Efesios 5:15-16
"Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos."
Comentario: Este pasaje nos exhorta a vivir con propósito, valorando el tiempo como un recurso dado por Dios. En el contexto del reposo, nos recuerda la importancia de apartar tiempo para Dios y para reflexionar sobre nuestras prioridades en un mundo lleno de distracciones.

Salmo 46:10
"Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra."
Comentario: Este versículo nos invita a detenernos, a estar quietos, y a reconocer la soberanía de Dios. En el descanso y la quietud, podemos experimentar Su presencia de una manera más profunda y significativa.

Marcos 6:31
"Y les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer."
Comentario: Jesús enfatiza la necesidad de apartarse de las multitudes y las actividades para descansar. Incluso en medio de un ministerio activo, el descanso es crucial para mantener la fortaleza física y espiritual.

IDEAS PRINCIPALES
El descanso es un mandato divino y un modelo dado por Dios.
Dios descansó el séptimo día para establecer un ejemplo para la humanidad. Este descanso no es solo físico, sino emocional y espiritual, diseñado para ayudarnos a reconectarnos con Él.
El Espíritu Santo es nuestro reposo hoy.
Más allá de la observancia literal de un día, el Espíritu Santo nos da paz y fortaleza. En Él encontramos el verdadero descanso, incluso en medio de nuestras ocupaciones.

El día de reposo nos recuerda nuestras prioridades.
Este tiempo apartado no solo es para descansar, sino para evaluar en qué estamos invirtiendo nuestras vidas y cómo estamos cultivando nuestra relación con Dios.

IDEAS SECUNDARIAS
El descanso impacta nuestra salud física y emocional.
La falta de descanso adecuado afecta nuestra salud, decisiones y relaciones. Tomar tiempo para descansar es esencial para mantenernos fuertes y enfocados.

La adoración es clave para reenfocar nuestra vida.
El día de reposo debe incluir momentos de adoración a Dios, recordando que Él es el centro de nuestra existencia.

La familia se fortalece cuando dedicamos tiempo intencional.
Pasar tiempo con la familia, lejos de las distracciones del trabajo y las preocupaciones, crea lazos más fuertes y relaciones saludables.

APLICACIÓN Y PRACTICA EN LA VIDA CRISTIANA
Establece un día semanal para descansar y dedicar tiempo a Dios.
Identifica un día para desconectarte de las preocupaciones y enfocarte en tu relación con Dios.

Busca momentos de quietud y reflexión diaria.
Dedica tiempo a orar, leer la Palabra y permitir que Dios renueve tu mente y espíritu.

Fortalece tus relaciones familiares.
Planea actividades intencionales con tu familia que promuevan la unión y el crecimiento espiritual.

Haz de la adoración una prioridad semanal.
Participa activamente en la adoración congregacional y en la comunión con otros creyentes.

NOTAS
• Ejemplo personal de ir a Home Depot repetidamente, mostrando cómo vivimos en un mundo acelerado.
• Testimonio sobre el tiempo dedicado a sus hijos y cómo los pequeños momentos se convierten en recuerdos inolvidables.
• Referencias al agotamiento emocional en la sociedad moderna y la importancia de recargar fuerzas en Dios.

CONCLUSION
El día de reposo no es solo un mandamiento, es un regalo de Dios. Nos permite descansar, reflexionar y reenfocar nuestras vidas en lo que realmente importa. Al seguir el ejemplo de Dios y priorizar nuestra relación con Él, encontramos fortaleza, paz y propósito. El descanso es esencial para mantener nuestra salud física, emocional y espiritual, y para fortalecer nuestras relaciones familiares y comunitarias.

REFLEXION
Dios nos llama a vivir de manera intencional, aprovechando el tiempo para construir una relación sólida con Él. ¿Estamos dedicando tiempo a lo que verdaderamente importa? El reposo no es una interrupción de nuestras vidas; es una oportunidad para reconectarnos con Dios, con nuestras familias y con nosotros mismos. Al renovar nuestras relaciones con Dios y con los demás, encontramos propósito y plenitud en la vida que Él nos ha dado. ¿Qué pasos puedes tomar esta semana para renovar tu relación con Dios y con quienes te rodean?

TRANSCRIPCION
Éxodo 20, versículo 1 dice: habló Dios todas estas palabras diciendo: "Yo soy Jehová tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto." Verso 3: "No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás imagen ni ninguna semejanza de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las honrarás, porque yo Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen..."
Verso 7: "No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano." Esto ya lo hablamos la vez pasada. Y el verso 8 dice: "Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó."
Amén. Entonces vamos a estar hablando un poco. Amén, en esta noche acerca de "Renueva tus relaciones". Gracias, hermano Raúl. Amén. Entonces, hemos estado hablando ya por varias semanas, tres semanas, acerca de cada mandamiento de los Diez Mandamientos. Y la importancia, aplicándolo a nuestros hogares. Ahora, ¿a cuántos de aquí alguna vez te cansas de solamente pensar en todas las cosas que uno tiene que hacer? Tienes la lista larga de las cosas que uno tiene que hacer. Ahorita mismo se puede estar pensando en ni escuchándome a mí. Usted puede estar mirándome a mí, así nomás, pero tu mente está en otro mundo. Amén. Pensando en las cosas que nosotros tenemos que hacer mañana. Hermano Henry, ¡ay! me toca ir para Pemberton, cambiar ahí un inodoro que está por allá. Tengo que ir a Home Depot y comprar todas esas cosas. Cuando yo estaba trabajando en la casa, eso era impresionante. Hermano Henry, yo tenía que ir a Home Depot cinco veces al día porque nunca compraba todo lo que yo necesitaba. ¿A cuánto les ha pasado eso alguna vez? ¿Amén? Impresionante.
A veces nosotros siempre estamos pensando acerca del mañana, ¿verdad? De las cosas que tenemos que hacer, de las cosas que tenemos que cumplir. ¿Será que alguna vez llevas trabajo a casa o aprovechas el fin de semana para ponerte al día? ¿Alguien aquí ha hecho eso? ¿Alguna vez te sientes culpable cuando llegas a la casa y te relajas? ¿O será que tomas un día de relax? ¿Alguien aquí se ha sentido quizás culpable? Ay, ¿será que tomo este día para descansar? ¿Será que voy a trabajar? Uno se siente culpable, ¿no? Estás ahí en la casa, relajándote quizás con la familia, pero, amén, no estás solo, ¿verdad? Uno de cada cinco personas trabaja más de 60 horas por semana en los Estados Unidos. Dos de cada tres empleados dicen que su trabajo les está causando estrés. ¿Cuántos se sienten estresados a veces por su trabajo? Ninguno, wow, ¿no es estrés? ¡Amén! Pero uno de cada 50 personas siente que están al borde de una quiebra mental debido a su trabajo. ¿A cuántos de aquí les ha llegado en algún momento eso, en su trabajo? Estás trabajando y ya basta, ya no aguanto más, tengo que ir a casa, o lo que sea. ¿A cuántos de aquí les ha llegado a ese punto? ¿Alguien que puede ser transparente conmigo hoy? Amén. Están todos callados, todos angelitos hoy en La Roca en esta noche. Amén.
Vivimos en un mundo lleno de estrés. Yo estaba hablando con mi papá el otro día, y él me estaba contando que parece que hoy en día, más que nunca, usted está manejando por donde sea, y la gente está más estresada que nunca. No sé si usted lo ha notado o no, pero estamos manejando por la calle y, por cualquier cosa, la persona que está en el otro carro ya está enojada con usted por alguna razón. Uno está tratando de cambiar de carril, pone las luces direccionales, y el carro que está al lado no lo quiere dejar entrar. A ver, voy a ser transparente. Mi esposa me conoce muy bien; a veces yo he hecho eso. A veces la testosterona me agarra, y me entra algo, pero parece que, manejando por la calle, la gente está más estresada que nunca. La gente está más enojada que nunca, ¿verdad? Uno corta a otro, y ya están haciendo señas, tocando bocina. Si usted está en el semáforo y la luz cambia a verde, y no arranca el mismo segundo, la gente atrás ya está tocando bocina. "Dame medio segundo para poner mi pie del freno al acelerador, por favor." ¡Están estresados!
Entonces, hoy vamos a mirar lo que Dios tiene que decir sobre tomar un día. Y de eso se trata este mandamiento. Ahora, hoy en día, nuestro descanso, nuestro reposo, es el Espíritu Santo. Hebreos capítulo 4 habla de ese reposo. Isaías también lo conecta. Isaías 28:11 nos dice: "Porque en lengua de tartamudos y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado, y este es el refrigerio." Está hablando del Espíritu Santo que iba a venir. Dios hablando por nosotros. Entonces, el Espíritu Santo, hoy en día, ha venido a ser nuestro reposo, nuestro descanso espiritual y físico. Pero hoy yo quiero aplicar este principio a nuestros hogares, y vamos a estar hablando un poco de eso en este día.
Para la mente moderna, para el cristiano moderno, el tiempo de inactividad parece un poco ridículo. Nosotros vivimos aquí en el sur de la Florida. Hermano Henry, corre, corre, corre, corre, para intentar ganar el billete, ¿verdad? Entonces estamos ahí, intentando ir hacia adelante. Y tomar un día libre para nosotros parece ridículo. Bill Gates dijo una vez, citado en la revista Time: "Solo en términos de asignación de tiempos y recursos, la religión no es muy eficiente. Hay muchas más cosas que se podrían hacer un domingo por la mañana." Claro que él no entiende, porque una mente carnal no puede entender las cosas espirituales. Para el mundo, las cosas de Dios parecen ridículas, parecen locura. Ese es el punto de vista que el mundo tiene: "¿Cómo vas a gastar tu tiempo yendo unas horas a la iglesia cuando podrías estar haciendo muchas otras cosas diferentes?" El mundo no entiende. La mente moderna no entiende que ese tiempo de inactividad o ese tiempo dedicado a las cosas de Dios, o para profundizar en tu relación con Dios, es algo loco para ellos.
Es interesante que Dios tiene más que decir acerca de tomarse un día libre que sobre el asesinato o el adulterio. Dios sabía que tal vez no tomaríamos este mandamiento muy en serio, y por eso expresa Sus deseos de manera intensa. Este es el mandamiento más largo de los Diez Mandamientos. Dios está diciendo: "Esto no es una sugerencia." Él dice: "Te mando que tomes un día libre cada semana, que tomes un tiempo para dedicarlo a las cosas de Dios, para relajarte, para separarte del fluir de cada semana, del día a día, y para enfocar tu mente en las cosas de Dios." Y no solo a ti. También dice que tus animales, tus hijos, tus siervos, incluso tus invitados, deben descansar. Un día de reposo.
Quiero que se tome ese tiempo para enfocarse en lo que realmente vale, en su relación con Dios. Dios deja claro en Su palabra que, para que los seres humanos funcionen de manera óptima, a largo plazo, para mantener una actitud de gozo y paz, una perspectiva positiva hacia Dios y hacia otras personas, y una buena salud física y emocional, tenemos que romper con nuestras rutinas diarias. Tenemos que detenernos.
A mí me gustan las rutinas. ¿A cuántos de aquí les gusta tener una rutina? Se despiertan en la mañana, preparan su café, oran, hacen lo que necesitan hacer. A mí me gusta hacer ejercicio. Entonces, yo me despierto en la mañana, tomo un tiempo para orar y luego voy a hacer ejercicio. Me gusta tener esa rutina en mi vida. Y cuando salgo de esa rutina, a veces me vuelvo un poco loco, porque me gusta la rutina. Pero, a veces, tenemos que romper con esas rutinas semanales para enfocarnos en lo que realmente vale.
Un automóvil va a funcionar mejor si lo mantenemos según el programa de mantenimiento dado por la compañía. Si Ford dice que hay que cambiar el aceite cada 5,000 millas y lo haces cada 10,000, te estás saliendo de la recomendación, y a largo plazo, eso termina dañando el carro. Lo mismo ocurre con los seres humanos. La Biblia es nuestro manual para nuestras vidas. Y nos dice que debemos tomar un día libre, un descanso, cada siete días.
Dios nos dijo hace 3,000 años lo que los analistas de productividad han concluido recientemente: los descansos razonablemente espaciados en el trabajo aumentan la eficiencia. Después de 40 horas de trabajo, la concentración comienza a disminuir. Podemos pensar que trabajar más horas nos hará más productivos, pero, en realidad, nuestra eficiencia empieza a caer. Las decisiones que tomamos no son tan claras, los errores aumentan, y la moral decae. Incluso nuestra salud se ve afectada; se incrementa el riesgo de presión alta y de ataques cardíacos prematuros. Si nos negamos a tomar descansos regulares, eventualmente experimentaremos señales reveladoras de un colapso inminente.
El cansancio nos afecta a todos. ¿A cuántos de aquí les gusta descansar? Amén. Bueno, algunos levantan la mano; otros parece que no necesitan descanso. Pero vivimos en una sociedad tecnológica y avanzada donde, aunque muchas personas no hacen trabajos físicos, experimentan un estrés mental abrumador. ¿Cuántos han trabajado frente a una computadora todo el día y, al final, se sienten agotados, aunque físicamente no hayan hecho mucho? Eso es agotamiento mental.
Hoy en día, hay un doctor que habla mucho sobre la importancia de exponerse a la luz del sol. Él dice que la luz natural, especialmente en la mañana, puede mejorar tu energía durante el día. Ahora vivimos más encerrados, trabajando en oficinas o en casa, y no estamos recibiendo los beneficios de la naturaleza. Dios nos dice claramente: necesitamos descanso. ¿Entonces, qué significa el sábado? La palabra "sábado" simplemente significa un día de descanso, un cese de actividad.
Cuando Dios creó el mundo, Él no estaba agotado en el séptimo día. No estaba cansado, pero decidió dar un ejemplo para nosotros. Él se abstuvo de trabajar para establecer un modelo. Los primeros seis días fueron buenos, pero el séptimo día fue santo. ¿Entonces, cuándo es ese día de descanso? Bueno, para los musulmanes, es el viernes. Para los judíos, es el sábado. Y para los cristianos, el domingo ha sido considerado un día especial porque es el día que Jesús resucitó. En Apocalipsis 1:10, Juan menciona "el día del Señor". Romanos 14:5 dice: "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente." El domingo se ha tomado como un día para apartarlo para Dios, pero lo más importante no es el día en sí, sino el principio de dedicar un tiempo a Dios.
Es ridículo pensar que podemos construir una relación fuerte con Dios visitándolo solo un día a la semana. Pero, aunque nuestra relación con Dios no depende únicamente de un día, ese día sigue siendo necesario. Es un tiempo para detenernos y dedicarnos completamente a Él. Marcos 2:27 dice: "El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo." En otras palabras, el sábado fue creado para ayudarnos, para bendecirnos, para restaurarnos.
Éxodo 23:12 dice: "Seis días trabajarás, y al séptimo día descansarás para que descanse tu buey, tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva y el extranjero." Dios diseñó el descanso como un beneficio para todos, incluso para los animales. Pero hoy en día, hay personas que dicen: "Yo paso tiempo de calidad con mi familia." Sin embargo, el tiempo de calidad no siempre llega cuando uno lo desea. No puedes programar el tiempo de calidad; lo que puedes hacer es abrir espacios, dedicar tiempo, y permitir que de ese tiempo salgan momentos especiales.
Yo trato de salir con cada uno de mis hijos una vez por semana. Los llevo a donde ellos quieran. Mi hijo puede querer ir por un helado, y lo llevamos a comer helado. Mi hija puede querer ir a patinar sobre hielo, y la llevo. Este tiempo de cantidad que paso con ellos se convierte en tiempo de calidad, porque son momentos que ellos nunca olvidarán. Es lo mismo con nuestra relación con Dios. Podemos tener tiempos de calidad con Dios en cinco minutos, o puede tomarnos una hora de oración. Lo importante es apartar tiempo para Él.
Jesús dijo en Marcos 2:28 que "el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo." En su contexto, los fariseos habían hecho del día de reposo una carga, imponiendo reglas extremas que oprimían al pueblo. Pero Jesús explicó que el reposo no fue hecho para gobernarnos, sino para ayudarnos. Necesitamos tiempo para detenernos, para recargar nuestras emociones, para descansar físicamente y para renovar nuestro espíritu.
El Salmo 127:2 dice: "Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño." Necesitamos aprender a descansar. Incluso Jesús, que nunca pecó, se tomó tiempo para descansar. Él nos dio un ejemplo claro. En una ocasión, llamó a sus discípulos y les dijo: "Venid vosotros aparte a un lugar desierto y descansad un poco" (Marcos 6:31). Los discípulos estaban tan ocupados que ni siquiera tenían tiempo para comer, pero Jesús vio la importancia de detenerse y recargar fuerzas.
Dios nos invita a aprovechar este día de descanso para enfocarnos en lo que realmente importa. Nos llama a dejar nuestras preocupaciones a un lado y a dedicarnos a Él, a nuestras familias, y a nuestro bienestar físico y emocional. No se trata solo de cumplir con un mandamiento, sino de aceptar el regalo que Dios nos ha dado para vivir vidas más plenas, más saludables, y más alineadas con Su voluntad.
Necesitamos aprender a incluir tres cosas en nuestro día de descanso, nuestro sábado. La primera es descansar nuestros cuerpos. Salmo 127:2 dice: "Por demás es que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño." Dios quiere que tengamos descanso físico porque nuestros cuerpos lo necesitan. Este principio es tan importante que Dios mismo usó su ejemplo en la creación para mostrárnoslo. Después de seis días de crear, Él reposó. No porque estuviera cansado, sino para darnos un modelo de lo que debemos hacer.
Hoy en día, hay más dispositivos que nunca que ahorran tiempo y trabajo. Tenemos herramientas tecnológicas, teléfonos, computadoras, y ahora incluso inteligencia artificial como el famoso "Chat GPT". Yo estaba escuchando un podcast sobre cómo las compañías están utilizando esta tecnología para reemplazar ciertas tareas. Es impresionante. Puedes pedirle que escriba un ensayo, que resuma algo, o que resuelva problemas complejos, y lo hace. Pero aún con todas estas herramientas, seguimos estresados, seguimos ocupados, seguimos sin tiempo. Hay personas que están tratando de reemplazar a Dios con estas tecnologías, creyendo que una inteligencia artificial puede resolver todos los problemas, pero sabemos que nada puede sustituir al creador de todo.
La segunda cosa que debemos hacer en nuestro día de descanso es recargar nuestras emociones. El estrés del trabajo nos agota emocionalmente. Estamos constantemente corriendo, haciendo cosas, y eso nos desgasta. En la Revolución Francesa, intentaron eliminar el concepto de un día de descanso. Declararon que todos los días serían días de trabajo, pero a los pocos meses tuvieron que revertir esa decisión porque la salud de la población estaba colapsando. La gente no podía más, se enfermaba, se debilitaba. Necesitamos descansar para mantenernos fuertes, no solo físicamente, sino también emocionalmente.
¿Cómo recargamos nuestras emociones? Incluyendo tiempo de quietud en nuestras vidas. Salmo 23:2 dice: "En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará." En medio de un mundo lleno de ruido, de contaminación auditiva, de constantes distracciones, necesitamos aprender a estar quietos delante de Dios. Isaías 30:15 dice: "En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza." Pero muchas veces no tomamos ese tiempo de quietud, y por eso seguimos sintiéndonos agotados.
Jesús les dijo a sus discípulos en Marcos 6:31: "Venid vosotros aparte a un lugar desierto y descansad un poco." Ellos estaban tan ocupados que ni siquiera tenían tiempo para comer, pero Jesús entendía la importancia de apartarse, de recargar, de descansar. Necesitamos aprender a incluir momentos de tranquilidad en nuestras vidas. No solo para desconectarnos del mundo, sino para conectarnos con Dios.
La tercera cosa que debemos hacer en nuestro día de descanso es reenfocar nuestro espíritu. La parte más importante del sábado es la adoración. Es el acto de desconectarnos temporalmente del mundo para sintonizarnos con Dios. Salmo 95:6 dice: "Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor." La adoración nos ayuda a recordar lo que realmente importa. Nos enfoca en Dios, nos da perspectiva, nos fortalece espiritualmente.
Muchas veces, usamos nuestro día libre para hacer todo menos adorar a Dios. Atendemos nuestras necesidades físicas, hacemos mandados, pasamos tiempo con la familia, pero descuidamos nuestra alma. Marcos 8:36 nos advierte: "¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" Dios nos llama a dedicar tiempo para evaluar nuestras vidas, para preguntarnos: "¿Dónde están mis prioridades? ¿Estoy buscando lo correcto? ¿Estoy persiguiendo una relación con Dios o solo cosas materiales?"
Adorar a Dios es lo primero que debemos hacer en nuestro día de descanso. No porque sea una regla, sino porque es lo que más necesitamos. Cuando venimos a la iglesia, cuando nos reunimos con otros creyentes, no solo estamos cumpliendo con una obligación, estamos recibiendo fortaleza, estamos siendo renovados, estamos siendo edificados. Hebreos 10:25 dice: "No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca."
La vida no se trata solo de llegar al destino final. Se trata del viaje, de cómo vivimos cada día, de cómo aprovechamos el tiempo que Dios nos ha dado. Efesios 5:15-16 dice: "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos." Tenemos que aprender a valorar cada momento, cada día, cada oportunidad que Dios nos da para adorarle, para descansar, para amar a nuestra familia.
Cuando aprendemos a descansar en Dios, nuestras vidas cambian. Nos volvemos más fuertes, más enfocados, más llenos de propósito. Dios no nos creó para vivir agotados, estresados, y desconectados de Él. Nos creó para vivir en relación con Él, para disfrutar de Su presencia, para ser renovados por Su Espíritu.
Hoy, Dios te invita a renovar tus relaciones. Con Él, con tu familia, contigo mismo. Tómate el tiempo para descansar, para reflexionar, para reenfocar tu vida en lo que realmente importa. Que el Señor nos ayude a vivir de acuerdo con Su diseño, a valorar el descanso, y a encontrar en Él nuestra verdadera paz. Amén.