Lección 11 - El Consolador

“Fortalecimiento espiritual, Sanidad y Renovación”

Como ya se ha demostrado, vivimos en una zona de batalla espiritual. El hombre nunca fue creado para vivir en un mundo de dolor, sufrimiento, engaño, traición, odio y envidia. Está claro que el plan de Dios para el hombre en el principio era habitar el Edén, un lugar en el Paraíso donde no había sufrimiento de ningún tipo y no había carencia de ningún tipo, un lugar de amor y perfección. Del mismo modo, la Biblia deja esto claro cuando habla del Cielo, que es muy similar diciendo que no habrá absolutamente ningún dolor o sufrimiento de ningún tipo (Ap. 21.4). No es la voluntad de Dios que Sus hijos continúen sufriendo, especialmente después de que Jesucristo vino y pagó el precio por todo el pecado del hombre. Por eso Jesús estaba tan emocionado cuando anunció a sus discípulos que iba a enviar algo muy especial a la Tierra. Lo llamó el Consolador, hablando del Ministerio del Espíritu Santo a los hijos de Dios. Nuestro estudio del Espíritu Santo hasta ahora solo ha tocado algunas pequeñas cosas que son realmente dadas al hombre a través del Ministerio del Espíritu Santo. Considerando todas las cosas que están escritas en la palabra de Dios sobre el Espíritu Santo, en realidad el Espíritu Santo es como el arma secreta de Dios, la cura de Dios para todo, para que el hombre ahora pueda vivir en constante comunión con Él y disfrutar un poco del cielo cada día, aún, en esta vida presente.

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