Comentario a la entrevista con el arzobispo C. M. Viganò sobre la Iglesia del Anticristo /1.ª parte/

4 months ago
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San Carlos Borromeo es la personificación de la verdadera reforma. Se puede decir que Carlos reconstruyó, literalmente, la Iglesia que estaba a punto de derrumbarse en Milán y sus alrededores. Carlos fue también el alma del Concilio de Trento. El santo procuraba no solo renovar la estructura de la Iglesia, sino también la vida espiritual. Por eso el Tridentinum también creó las condiciones para la santidad. El opuesto exacto del Tridentinum es el Vaticanum Secundum. Esta verdad la está revelando públicamente hoy en día el otro Carlos, el arzobispo Carlo Maria Viganò. El Tridentinum condujo a la reforma de la Iglesia, pero el Vaticano II condujo a la deformación y transformación de la Iglesia en una anti-Iglesia de la Nueva Era.
El arzobispo Carlo Maria Viganò pone de manifiesto la manipulación y los engaños de los masones, así como todo el sistema golpista dentro de la Iglesia católica. Los traidores a Cristo han ascendido a puestos clave, actúan con la autoridad de Dios y exigen obediencia. Durante 60 años posteriores al Concilio, fue imposible señalar esta verdad. Ahora ha llegado el momento. El cambio provocador de paradigma de Bergoglio y la proclamación de un antievangelio sodomítico abren los ojos a muchos católicos sinceros. Comienzan a ver que quien se somete en obediencia a este archihereje manifiesto se encuentra en la pseudo-Iglesia del Anticristo, que no tiene nada que ver con Cristo. La anti-Iglesia de Bergoglio es el opio de la humanidad; el término que Lenin utilizó para referirse a la religión falsa describe completamente su carácter.
En sus respuestas a las preguntas de los medios católicos, el arzobispo Viganò aclara la naturaleza del problema:
Periodista: Su Excelencia, en su nueva declaración, usted distingue la «Iglesia conciliar» de la Iglesia católica, de tal manera que afirma que hay «dos Iglesias, ciertamente», mientras que en el pasado ha afirmado: «Obviamente, no hay dos Iglesias, algo que sería imposible, blasfemo y herético». En consecuencia, parece que su postura ha cambiado. ¿Sostiene ahora que la «Iglesia conciliar» está completamente separada de la Iglesia católica, en lugar de ser una secta subversiva que existe dentro de la verdadera Iglesia?
El arzobispo C. M. Viganò: Mi posición no ha cambiado: solo hay una Iglesia verdadera, que es la Iglesia católica apostólica romana. Pero existen, de hecho, dos realidades superpuestas, por así decirlo, una de las cuales es la Iglesia verdadera, precisamente; y la otra es la falsa Iglesia, la Iglesia profunda.
Periodista: ¿Qué hay de nuevo en esta secta, comparada con otras que a lo largo de la historia han cuestionado los dogmas de la Iglesia?
El arzobispo C. M. Viganò: La Iglesia se ha enfrentado a mil herejías a lo largo de los siglos. Los herejes siempre han afirmado haber «descubierto» la verdadera doctrina y han acusado a la Iglesia de haberse equivocado, sustrayéndose a su autoridad. La Iglesia, por su parte, condenaba la herejía y los herejes eran expulsados del cuerpo eclesial. Seguían haciendo daño, pero al menos su separación de la Iglesia católica era clara y los fieles se mantenían apartados de ellos. Esta vez, sin embargo, tenemos herejes (y apóstatas) que sabían que si se separaban de la Iglesia de Roma encontrarían el miserable final de todos los heresiarcas. Por eso se han organizado para estar a la cabeza de la Iglesia, para así poder promulgar la herejía desde la sede de Pedro imponiéndola como una verdad que hay que creer en virtud de la autoridad del romano pontífice; y para poder acallar toda voz disidente con sanciones canónicas y excomuniones, y al mismo tiempo utilizar los púlpitos, las sedes episcopales, los seminarios y las universidades para difundir sistemáticamente el error. Antes se podía acudir a la Santa Sede para dirimir cuestiones doctrinales y disciplinarias, mientras que hoy es la misma Santa Sede el instrumento institucional de los herejes que la han ocupado.
Comentario del PCB: Prueba de ello son los llamados documentos doctrinales firmados por Bergoglio, como p. ej. Fiducia supplicans sobre la bendición de las uniones sodomitas.
El arzobispo C. M. Viganò: Como también ocurre en el ámbito civil, ante flagrantes violaciones de la Ley por parte de la autoridad es imposible obtener justicia de esa misma autoridad corrupta, que se vale de la complicidad de todos los órganos administrativos y judiciales que hacen posible su actuación. En teoría, esa autoridad ha sido usurpada y es nula, pero, de facto, actúa imperturbable en su poder. Es necesario tomar nota de la usurpación de la Sede Apostólica ―que no está meramente vacante, sino ocupada― para poner fin a una situación muy grave, sin olvidar que la ilegitimidad de Bergoglio conlleva también la nulidad de todos los actos de gobierno y de magisterio que ha llevado a cabo, borrando once años de errores y horrores.
Comentario del PCB: El arzobispo indica, además, por qué muchos reconocen al papa ilegítimo. La razón es o su complicidad en la traición, o su falta de voluntad para aceptar las repercusiones necesarias; en otras palabras, rechazan el verdadero arrepentimiento, el medio para salvar a la Iglesia. En concreto, no quieren dar el paso de separarse ellos mismos y sus diócesis de la anti-Iglesia de Bergoglio, que se ha adherido oficialmente a paradigmas diferentes y a un evangelio diferente, un antievangelio, desde finales de 2023. Pero este golpe eclesiástico y la transformación en una anti-Iglesia tienen sus raíces en el Concilio Vaticano II.
El arzobispo C. M. Viganò: Quienes reconocen esa autoridad (de Bergoglio) como válida y legítima, o lo hacen porque son sus cómplices y no quieren ser descubiertos en su propia traición, o porque no quieren aceptar las consecuencias necesarias que se derivan de ello: primero y ante todo, reconocer que este golpe de Estado comenzó con el Concilio Vaticano II. Admitir que se ha caído en un terrible engaño requiere ante todo humildad, y hasta ahora nadie entre cardenales y obispos ha tenido el valor de reconocer que la Iglesia católica ha sido rehén de herejes durante décadas, y que estos herejes la han humillado y desacreditado ante el mundo precisamente para privarla de autoridad.
Periodista: ¿Todo esto sigue un patrón o plan preciso?
El arzobispo C. M. Viganò: ¡Por supuesto! El modus operandi es el mismo que utiliza la masonería para deslegitimar gobiernos y apropiarse de la soberanía nacional. Primero, las logias socavan la formación profesional y moral de la futura clase dirigente; después corrompen a esos políticos, en gran medida incompetentes, haciendo que con sus escándalos se desacrediten a sí mismos y a las instituciones que presiden; a continuación, apuntan a la corrupción de la política y de las instituciones para privatizar los servicios públicos, con enormes beneficios; y, por último, contratan a políticos corruptos para que trabajen en sus empresas o fundaciones para seguir manipulándolos.
Comentario del PCB: Por analogía, el arzobispo señala dos medios que contribuyeron a la adopción de cambios destructivos en la fe y la moral después del Vaticano II. Estos medios son la corrupción moral y la formación herética del clero.
El arzobispo C. M. Viganò: También en la Iglesia católica la corrupción moral y la formación herética del clero han sido decisivas para la aceptación de cambios en materia doctrinal, moral y litúrgica. Pero cuando pronto salga a la luz el vínculo de complicidad que une inextricablemente al Estado profundo y a la Iglesia profunda, el horror que rodea a estos criminales será tal que constituirá un verdadero Apocalipsis, en el sentido etimológico del término, es decir, un «desvelamiento», una «revelación».
Comentario del PCB: Utilizando la analogía del Estado profundo (Deep State), el arzobispo Viganò explica la existencia de la Iglesia profunda (Deep Church) y, al mismo tiempo, muestra que la Iglesia profunda y el Estado profundo forman una unidad inseparable. La gente ya tiene la experiencia de que el Gobierno que eligen va en contra de la nación después de las elecciones y lo reconoce de inmediato, pero el hecho de que una traición similar se produzca en la Iglesia es algo que los católicos son incapaces de aceptar. Pero es una dura realidad.
Periodista: Usted ha destacado a menudo que existe un paralelismo entre lo que ocurre en el mundo civil y en la Iglesia.
El arzobispo C. M. Viganò: En el ámbito civil asistimos a un golpe de Estado organizado por un subversivo grupo de cabildeo, en el que los jefes de Gobierno, ministros y funcionarios del Estado, que se supone que son los representantes de los ciudadanos, actúan en contra de los intereses de los pueblos en beneficio del grupo de cabildeo que los nombró. ¿Son funcionarios? Sí. ¿Son traidores? Sí. En un mundo normal no deberían serlo, pero, de hecho, quienes ostentan la autoridad en el Estado están en casi todas partes supeditados a una fuerza enemiga que se ha infiltrado en la estructura de autoridad para utilizarla en su propio beneficio y destruirla. ¿Hay dos Estados? No: uno es el Estado, el otro es el Estado profundo, su falsificación, que precisamente como tal consigue actuar y ser obedecido.
Nos encontramos ante la misma situación en el ámbito eclesiástico. El mismo grupo de cabildeo masónico que durante más de dos siglos ha demolido sistemáticamente gobiernos civiles, ha conseguido penetrar en la Iglesia católica, nombrar a sus propios emisarios, eliminar progresivamente toda oposición interna e imponer una serie de cambios radicales que subvierten la enseñanza magisterial de dos mil años. El propósito de estas quintas columnas ha sido apropiarse de la autoridad de la Iglesia para demolerla desde dentro, utilizando la fuerza de la ley para el fin contrario al que la legitima. ¿Son dos Iglesias? Por supuesto que no: una es la Iglesia verdadera, la otra es la Iglesia profunda, es decir, su falsificación, la contra-Iglesia, la anti-Iglesia del Anticristo.
Comentario del PCB: A continuación, el arzobispo Viganò cita a un conocido arzobispo estadounidense que profetizó sobre un falso profeta mucho antes de que el falso profeta Jorge Bergoglio se hiciera cargo de la Iglesia. El arzobispo habla del cuerpo místico del Anticristo. Se trata de la actual anti-Iglesia de Bergoglio desde la transformación de la Iglesia católica que tuvo lugar con la publicación de la así llamada declaración doctrinal Fiducia supplicans el 18 de diciembre de 2023.
El arzobispo C. M. Viganò: El arzobispo Fulton Sheen escribió: «El falso profeta tendrá una religión sin cruz. Una religión sin un mundo por venir. Una religión para destruir las religiones. Habrá una Iglesia falsificada. La Iglesia de Cristo [la Iglesia católica] será una. Y el falso profeta creará otra. La falsa Iglesia será mundana, ecuménica y global. Será una federación de Iglesias. Y las religiones formarán algún tipo de asociación global. Un parlamento mundial de Iglesias. Será vaciado de todo contenido divino y será el cuerpo místico del Anticristo. El cuerpo místico en la tierra hoy tendrá su Judas Iscariote, y él será el falso profeta. Satanás lo reclutará de entre nuestros obispos».
Comentario del PCB: San Carlos Borromeo trabajaba con ahínco en la renovación interna de la arquidiócesis encomendada. A menudo subía a pie a las montañas para salvar almas en las aldeas aisladas. Durante la peste arriesgaba su vida y preparaba a los moribundos para la muerte. Por sus esfuerzos en pro de la renovación interna de la Iglesia, sufrió un atentado fallido. Cuando el Concilio de Trento llegó a un punto de crisis, fue Carlos quien empleó todas sus fuerzas para que el Concilio completara su obra de renovación. Hoy en día, el portador de su nombre, el arzobispo Carlo Maria Viganò, sigue las huellas de este gran santo. Ha defendido valientemente a Cristo y a su Iglesia. Ya hace seis años llamó al papa ilegítimo, que está derrumbando los pilares fundamentales de la fe, a renunciar. Por ello se ha ganado la persecución, difamación y excomunión tragicómica por parte de este archihereje, ante el cual todos tiemblan como ante el malvado Herodes. San Carlos Borromeo, tanto en tiempos de peste como en situaciones difíciles, dio ejemplo a los obispos para que se despojaran del miedo y le siguieran. Que también hoy los obispos verdaderamente católicos dejen de lado el miedo al archihereje Bergoglio y sigan en fidelidad a Cristo al valiente archipastor Carlo Maria Viganò.

+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
obispos secretarios

25 de julio de 2024

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