Del Getsemaní al Gólgota (Vía crucis)

9 months ago
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La reflexión sobre la Palabra de Dios (5 minutos)
Jesús es arrestado: El apóstol-traidor trajo a los soldados y los guardias del templo con antorchas en Getsemaní. Se acercó a Jesús y le dio un beso traidor. A continuación los soldados prendieron a Jesús.
Jesús ante Anás: Le llevaron al sumo sacerdote Anás. Él interrogaba a Jesús sobre muchas cosas. Uno de los guardias golpeó a Jesús en la cara.
Jesús ante Caifás: Anás envió a Jesús atado al sumo sacerdote Caifás. Caifás dijo: “¡Te conjuro por el Dios vivo que nos digas si Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios!” Jesús le respondió: “Tú lo has dicho.” El sumo sacerdote rasgó su vestidura diciendo: “¡Ha blasfemado!” La multitud empezó a gritar: “¡Es reo de muerte!” Luego comenzaron a escupirle en la cara y Le golpaban en la cabeza.
Pedro niega a Cristo: Pedro estaba sentado fuera en el patio. Aquí él negó a Cristo tres veces, jurando: “No conozco a ese hombre.” Cuando el gallo cantó, Pedro se acordó de las palabras de Jesús. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
La primera vez ante Pilato: En la mañana, la jerarquía eclesial llevó a Jesús atado al gobernador Pilato. Habiendo escuchado a ambas partes, Pilato dijo: “No encuentro ninguna culpa en este hombre.” La jerarquía eclesial aumentaba el terror psicológico. Con promesas y amenazas obligaron al poder estatal a cometer un crímen. Lo mismo ocurre hoy en día. Pilato los envió con Jesús a Herodes, que decidiese el asunto.
Jesús ante Herodes
La segunda vez ante Pilato: Herodes remitió a Jesús de nuevo a Pilato. La jerarquía eclesial instó a Pilato para que condenara a Jesús a la muerte.
Barrabás: Esperaba a ser condenado a la muerte, Barrabás un criminal odiado. Cuando Pilato les preguntó si querían que liberara a Jesús o Barrabás, ellos eligieron a Barrabás. Para Jesús exigieron la muerte.
Jesús es azotado: Pilato creyó que la jerarquía eclesial estaría satisfecha con crueles azotes. Ordenó entonces, que Jesús sea azotado.
Jesús es coronado de espinas: Los soldados pusieron una corona tejida de espinas sobre Su cabeza, le escupían en el rostro, golpeaban en la cabeza y se burlaban de Él.
¡Ecce homo!: Pilato llevó fuera a Jesús azotado con una corona de espinas en su cabeza ante la jerarquía eclesial y la muchedumbre fanatizada. Ellos gritaban: “¡Fuera! ¡Crucifícale!”
Jesús es condenado a muerte: Pilato se hipócritamente lavó las manos, diciendo: “Yo soy inocente de la sangre de este justo”, y entregó a Jesús a la muerte.
Jesús toma su cruz: Las palabras de Jesús tocan a todos y en todos los tiempos: “Niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígame.”
Jesús cae bajo el peso de la cruz: La cruz pesada aplasta a Jesús torturado contra la tierra. También a nosotros el peso de nuestra cruz nos aplasta contra la tierra. Tenemos que negarnos a nosotros mismos y levantarnos.
Jesús encuentra a su Madre: Nadie ha estado en una unión más profunda con Jesús que su Madre. Ella es Su discípulo más fiel. Ella es el modelo para nosotros de como debemos seguir a Jesús.
Simón de Cirene: Ellos obligaron a Simón que llevase la cruz de Jesús.
Verónica: La tradición testimonia que esta mujer ofreció a Jesús un pañuelo. Esto no fue sólo un acto de compasión, pero también de gran coraje.
Jesús cae por segunda vez: Jesús cae bajo el peso de la cruz. A menudo caemos también nosotros. Pero tenemos que levantarnos y continuar el camino de nuestra cruz cotidiana.
Las mujeres llorantes: Jesús las advierte: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.”
Jesús cae por tercera vez: La caída última fue más dolorosa. Jesús nos da ejemplo que debemos levantarnos. También nosotros tenemos que convocar a todas las fuerzas mentales y físicas y seguirLo.
De Jesús quitan la ropa: Jesús vino a Gólgota. Los soldados Le quitaron la ropa para crucificarLo.

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