Fiducia supplicans deroga el Decálogo y el credo. La transformación en una anti-Iglesia está completa.

2 months ago
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La transformación de la Iglesia católica en la anti-Iglesia de la Nueva Era —la sinagoga de Satanás— fue precedida por una década de preparación camuflada bajo conceptos positivos. Culminó con el camino sinodal LGTBQ de dos años y medio seguido por la asamblea vaticana de octubre y la posterior publicación del motu proprio del 1 de noviembre de 2023, que ya establece el principio del cambio de paradigmas cristianos.
El 18 de diciembre de 2023, Bergoglio y su cómplice Fernández publicaron la carta magna de la anti-Iglesia bergogliana titulada Fiducia supplicans, que abolió los mandamientos de Dios y los sustituyó con la blasfema bendición de un pecado nefando. Se trata de apostasía pública y rebelión contra Dios y Sus mandamientos.
La secta de Bergoglio actúa bajo la bandera de la Iglesia católica, a la que ha invadido. A los obispos, los sacerdotes y los fieles se les engaña con tópicos positivos. Por lo tanto, viven ajenos a la trágica realidad de que el abuso de la autoridad papal y la declaración Fiducia supplicans ya han transformado la Iglesia católica en la anti-Iglesia de la Nueva Era, es decir, la sinagoga de Satanás. Esta anti-Iglesia tiene su propio anticredo y su propio antidecálogo inspirados por el espíritu de mentira, el espíritu del diablo. Si bien se tolera que se recite el credo en la misa, en la realidad ya no se respeta ni se permite defender las verdades de la fe que contiene.
En lo que respecta al Decálogo, el primer mandamiento dice: «Yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso. No tendrás otros dioses delante de Mí. No te inclinarás ante ellos…». Sin embargo, Bergoglio entronizó al demonio pagano de la Pachamama en la basílica de San Pedro (2019) y se entregó sin tapujos a Satanás bajo la guía de un brujo en Canadá (2022). Ambos gestos los hizo públicamente para cambiar el pensamiento católico. Dejó claro a los católicos que ya no existía el pecado de idolatría. Al mismo tiempo, sentó el precedente de que cualquier católico puede adorar libremente a los demonios, consagrarse a Satanás y luego adorarlo con perversiones inmorales u otros pecados. Quien, en esta atmósfera, diga abiertamente que el gesto que Bergoglio hizo en respuesta a la solicitud del brujo era un acto de consagración a Satanás, es tachado de fanático, cismático o sectario que no tiene ningún respeto por el santo padre. Así de fuerte actúa el espíritu de engaño y mentira a través de Bergoglio y su abuso de autoridad.
El Decálogo tiene dos partes básicas. Los primeros tres mandamientos expresan la relación con Dios y, los restantes, la relación con el prójimo. Bergoglio ha cancelado la relación con Dios mediante la idolatría pública y el ritual de iniciación pagano. Mediante la legalización eclesiástica de la sodomía, relacionada con la bendición de este pecado que clama al cielo, ha derogado no solo el sexto y el noveno mandamientos, sino todos los restantes. La inmoralidad está intrínsecamente ligada a la ofuscación de la conciencia. El alma cae en la oscuridad espiritual y ya no respeta los principios morales fundamentales ni los mandamientos de Dios. Una persona así se somete automáticamente a su egoísmo y autoengaño.
El primer mandamiento no solo define la relación con Dios, sino que también motiva a la persona a luchar contra el pecado en sí mismo y a su alrededor. El que es consciente de la vertical, es decir, de la autoridad de Dios sobre él —a Quien rinde cuentas según su conciencia— lucha por la justicia y es capaz de sacrificarse desinteresadamente por el prójimo. El primer mandamiento proporciona la verdadera motivación para guardar los demás mandamientos. Por el contrario, la abolición del primer mandamiento y la legalización del pecado sodomita conducen a la abolición de los demás mandamientos.
Bergoglio prácticamente anula hasta el cuarto mandamiento. Promueve la educación sexual, que es lo opuesto a una crianza adecuada. En el sistema de justicia juvenil, se incita a los niños a denunciar a sus padres por la supuesta violencia. Así se denomina hoy a la educación cristiana. Bergoglio nunca se ha opuesto al sistema de justicia juvenil. Además, al promover el homosexualismo, automáticamente promueve el sistema juvenil de robo de niños, que facilita la llamada adopción de niños por homosexuales, muchos de los cuales son pedófilos.
El quinto mandamiento dice: «No matarás». La Iglesia profunda (Deep Church) de Bergoglio va de la mano con el Estado profundo (Deep State), cuyo objetivo es conseguir la despoblación, es decir, la aniquilación masiva de la humanidad. Uno de los medios para lograr este objetivo fue la vacunación experimental, que Bergoglio impulsaba casi fanáticamente bajo el terror. Muchos murieron a consecuencia de la inoculación y muchos han sufrido graves daños en su salud.
Bergoglio es igualmente obsesionado con imponer la mentira sobre la llamada crisis climática, que es también un medio de despoblación. En su exhortación criminal Laudate Deum incluso dicta que se establezcan organismos de control supranacionales investidas de preeminencia sobre los gobiernos nacionales. Bergoglio fomenta e impulsa así el terror mundial.
El pseudopapa concede públicamente condecoraciones a las abortistas en serie, mientras que, por otro lado, excomulga a un sacerdote que lucha para defender la vida de los no nacidos.
Bergoglio deroga el sexto y el noveno mandamientos, relativos a la moral, al legalizar el pecado más grave de todos, la sodomía.
Además, el pseudopapa deroga el séptimo y décimo mandamientos no promoviendo el vulgar robo, sino que en el sistema de legalización de la sodomía se trata principalmente del robo de niños por parte de los llamados servicios sociales con el fin de entregarlos en la mencionada pseudoadopción a homosexuales.
Al apoyar con vehemencia el gran reinicio de Schwab y la Agenda 2030, Bergoglio apoya el privar a todas las personas en el planeta de sus propiedades con el objetivo de lograr la inanición y la despoblación.
Bergoglio suprime el octavo mandamiento con sus documentos promulgados por la autoridad papal usurpada. Son un falso testimonio del Evangelio de Cristo y de la doctrina auténtica de la Iglesia. En cuanto al bullicio coronavírico, la crisis climática o el fraude de género y transgenderismo que conduce al transhumanismo, en todo ello Bergoglio da falso testimonio contra la verdad y contra los inocentes. Con su falso testimonio también ha encubierto escándalos pedófilos y homosexuales.
Sin siquiera pestañear, Bergoglio recita el credo mientras destruye la sana doctrina representada por el credo. En su documento «Ad theologiam promovendam», establece el principio del cambio de paradigmas. Afirma literalmente: «La reflexión teológica está llamada a un punto de inflexión, a un cambio de paradigma». Y finalmente introduce una nueva cláusula que dice: «Todo lo que he decretado en esta Carta apostólica en forma de motu proprio, ordeno que tenga valor estable y duradero, a pesar de cualquier disposición en contrario». Para que quede claro: toda la Sagrada Escritura y toda la tradición de la Iglesia son contrarias a este documento y quedan abrogadas con él.
Con su declaración Fiducia supplicans, Bergoglio transforma la Iglesia católica en una anti-Iglesia de la Nueva Era, o la sinagoga de Satanás. Anula tanto los diez mandamientos como el credo cristiano. Todo esto lo hace sin que los católicos se den cuenta de que los ha arrastrado fuera de la Iglesia católica y bajo una maldición. Se les ha venido encima por su pasividad. Es por eso por lo que cada creyente, sacerdote y obispo católico debe despertar ahora a la realidad. Deben separarse de la falsa doctrina, de la falsa pseudoiglesia de Bergoglio y del falso profeta Bergoglio, que de ninguna manera es un papa legítimo. ¡El archihereje Jorge Bergoglio no es ningún «santo padre»!
Para que los católicos reciban la luz y la fuerza para dar un paso salvador, deben comenzar a cultivar su relación personal con Dios. Esto requiere al menos una hora diaria de oración. La hora óptima es de las ocho a las nueve de la noche. Sin oración, los católicos no podrán dar un paso hacia su salvación temporal y eterna, y poco a poco se desangrarán espiritualmente.
+ Elías
Patriarca del Patriarcado católico bizantino

+ Metodio OSBMr + Timoteo OSBMr
obispos secretarios

16 de enero de 2024

Artículo adicional: ¿Cómo deberían reaccionar los fieles, sacerdotes y obispos a Fiducia supplicans?

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