Hiroshima, Nagasaki y después Sardasht: testigos relatan la masacre

Tras 36 años los sobrevivientes del bombardeo iraquí con gas mostaza sobre la ciudad iraní de Sardasht, exigen el reconocimiento internacional de esta masacre.

A los supervivientes de la tragedia, les duele hablar y hasta respirar, enfrentan las secuelas del uso de armas químicas. Shabnam tenía seis años cuando se vio afectada por el uso de gas mostaza, lanzado el 29 de junio de 1987, por el extinto régimen baasista iraquí contra la ciudad kurda de Sardasht, en el noroeste de Irán.

“Después de recuperar la conciencia en el hospital, abrí los ojos, pero no podía ver nada, todo era negro, me asusté mucho. Oía a mi padre que me buscaba, pero no me salía la voz, y no podía responderle, era terrible, aún lo recuerdo como una pesadilla”, dijo a HispanTV, Shabnam, víctima del ataque químico a Sardasht.

Perdió a su hermana de dos años unos días después del ataque y su madre quedó con lesiones oculares.

Si alguien pierde una pierna o un brazo en la guerra, puede utilizar una prótesis, pero cuando te queman los pulmones, ¿quién respirará en tu lugar? Es la pregunta que siempre se plantean las víctimas como Shahla, que tenía 13 años cuando fue intoxicada.

“Ya los medicamentos son mis compañeros de siempre, sin ellos no puedo respirar, ni siquiera puedo salir de la casa con mis hijos”, denuncia Shahla Karimí Vahed, otra víctima de la agresión.

El ataque a Sardasht, mató a unos 110 civiles iraníes e hirió a otros 8000, dejando a algunos de ellos con discapacidad permanente. Las armas fueron proporcionadas al régimen del exdictador iraquí Sadam Husein por ciertos países occidentales, incluyendo EE.UU. y Alemania. Pero lo más doloroso es que ni las instancias internacionales ni la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenaron el horrible crimen.

Sardasht fue la tercera ciudad después de Hiroshima y Nagasaki, en Japón, que fue blanco de armas de destrucción masiva.

De acuerdo con las cifras oficiales, los bombardeos químicos de Irak durante la guerra dejaron 2600 víctimas mortales y 107 000 heridos entre la población civil iraní. Aún hoy, unas 45 000 personas sufren las dolorosas consecuencias de aquellos actos inhumanos.

Irán enfatiza que el paso del tiempo no desmotiva al país en su objetivo de perseguir sus demandas en las cortes internacionales, en contra de los países que suministraron armas químicas al régimen de Sadam Husein en la década de los 80, las que fueron utilizadas contra el pueblo iraní, dejando miles de heridos y muertos.

Samaneh Kachui, Teherán.