50ª Continuación. EL 12º PLANETA

Aunque se podía disponer de dos frutos vitales, los terrestres tenían prohibido tomar el fruto del Árbol del Conocimiento. La escena de Adán y Eva en el paraiso ha sido muy deformada y manipulada por los eruditos bíblicos y los teólogos, la llaman la caída del hombre, el pecado original: pura manipulación religiosa de un texto antiguo de origen sumerio, para meternos en la cabeza el miedo, la supuesta culpa de todos, hasta de los que no han nacido; y darle soporte a la supuesta venida y muerte de Cristo para redimirnos de ese pecado. Pero es un relato de mandatos divinos desobedecidos, de mentiras divinas, de una astuta pero veraz "Serpiente", del castigo y el exilio o expulsión del jardín del Eden. Apareciendo no se sabe de dónde, hablando y haciendo reflexiones profundas como las de una inteligencia que analiza, la serpiente desenmascara al Dios mentiroso:"Si comen o tocan este árbol morirán" (control por medio del miedo y la mentira). La Serpiente: "de ningún modo, sin duda no morirán; es que la Deidad sabe bien que el dia que comieran los ojos se les abrirán y serán como la Deidad, conocedores del bien y del mal" La mujer venciendo el miedo, toma la iniciativa y "come" del fruto del Conocimiento y le da al hombre, y comen, y no mueren, y se les abren los ojos al Conocimiento, y supieron e hicieron... La mujer se rebela contra una ideología que nos quiere burros, miedosos, ignorantes, sin iniciativa para enfrentar los riesgos y abrir la mente a lo nuevo. Ponerse ropa no era más que una manifestación externa del nuevo "conocimiento". La adquisición de tal "conocimiento", y los intentos de la Deidad por privar al Hombre de él, son los temas centrales de los acontecimientos del jardín del Edén. La serpiente no es tentación, es solidaridad en el conocimiento, ayuda en la sabiduría para vencer el miedo y el control intelectual que no permite avanzar. Enki es la Serpiente, es su símbolo; Enlil es Dios que no quiere el avance de la humanidad, la quiere siempre esclava sirviendo en el jardín del Edín o Edén, como terrestres primitivos. La Serpiente del texto bíblico es claro que no era una literal serpiente animal, pues pudo conversar con Eva, sabía la verdad acerca del tema del "Conocimiento" y debía tener la suficiente categoría como para no vacilar en dejar por mentiroso a la deidad.