¡NUNCA TE OLVIDARÁ! Efesios 3:16-19 - Carmen Camino

1 year ago
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Una tarde, Diana y Ricardo se fueron a montar bicicleta, esperando regresar a casa refrescados y llenos de vigor. En cambio, ¡sus vidas cambiaron para siempre! A lo que Ricardo bajaba por una cuesta, perdió el control de su bicicleta, y tuvo una caída estrepitosa.

¡Su cuerpo quedó terriblemente magullado… ¡Con las justas llegó vivo al hospital! Diana se mantuvo fiel al lado de su esposo. Él no podía alimentarse solo, y tampoco podía caminar.

Un día, mientras los dos estaban sentados bajo la sombra de un árbol en los jardines del hospital, Ricardo miró a su esposa y le dijo, “Diana, yo no sé si algún volveré a caminar”, pero estoy aprendiendo a andar más cerca de Jesús. ¡Eso es lo que realmente quiero!”

En vez de amargarse con Dios, ¡Ricardo se agarró fuertemente de la mano de Jesús!
A veces en medio de nuestras pruebas, necesitamos pensar acerca de alguien, como Ricardo, para que nos ayude a alinear nuestra perspectiva. Para recordarnos de la relación “tan extraordinaria que tenemos con Dios”, por medio de Jesucristo.

El Salmo 55:22 dice, Tú, deja tus pesares en las manos del Señor, y el Señor te mantendrá firme; el Señor no deja a Sus fieles caídos para siempre.

Ricardo descubrió… ¡que andar con Jesús no depende de nuestras piernas! ¡Depende de nuestro corazón! Nosotras podemos andar a través de las pruebas más oscuras… ¡cuando caminamos con Dios en la luz!

Efesios 3:16-19 es una de las oraciones más bellas de la Biblia, escrita por el apóstol Pablo, Para qué por su Espíritu, y conforme a las riquezas de su gloria,” los fortalezca interiormente” con poder. 17Para que por la fe… Cristo habite en sus corazones… arraigados y cimentados en amor.

18 Sean ustedes plenamente capaces de comprender, “con todos los santos”, cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo.19En fin, que conozcan ese amor, que excede a todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios.

La fuente principal de la fuerza de la creyente “es el Espíritu Santo” en el interior de ella.
Proverbios 20:27 dice que, “El espíritu del hombre [o la mujer] es la lámpara del Señor que escudriña los sentimientos más profundos.

Antes de la caída del hombre, el Espíritu Santo “llenaba el espíritu humano” y, dirigía sus pasos. Pero cuando el hombre cayó, el Espíritu Santo “abandonó” al espíritu humano. El hombre “viviendo en pecado” no fue lo que Dios “tenía en mente” cuando dijo en Génesis 1:26, ¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza!

Ahora “una nueva ley” reside en el alma del hombre – ¡LA LEY DEL PECADO! Ahora toda persona está sujeta a la ley del pecado y de la muerte. Pero cuando alguien se entrega a Cristo… ¡el espíritu humano es regenerado! El Espíritu Santo regresa… ¡y vuelve a prender la lámpara! ¡Ahora la creyente puede vivir en compañerismo y comunión con Dios!

La gran oración de Pablo, para todos los creyentes, era que fueran fortalecidos por el Espíritu Santo, porque ese es parte del plan de Dios. 17Para que por la fe… Cristo habite en sus corazones… arraigados y cimentados en amor. ¡EN EL AMOR DE CRISTO!
¡Nuestros corazones son Su hogar! ¡Nuestros cuerpos son Su templo!

Así como Jesús vivió Su vida humana en el poder del Espíritu Santo, así también nosotras debemos vivir en comunión y cooperación con el Padre. También nosotras debemos vivir “nuestras vidas” en el poder del Espíritu Santo, y en constante comunión y cooperación con Él. ¡Nosotras no podemos imitar la vida que Jesús vivió! Eso es imposible. ¡Hemos tratado, y hemos fallado!

El cristianismo es el Cristo Vivo… ¡VVIENDO EN NOSOTRAS! Y viviendo “Su incomparable vida” A TRAVÉS NUESTRO. ¡La presencia de Cristo en nuestra vida, depende de nuestra FE! © SU VIDA… NO LA NUESTRA, “produce en nuestro carácter, conducta, y conversación”, lo que la gente reconocerá… ¡COMO EL CRISTIANISMO GENUINO!

Él llenará nuestras vidas ¡CON EL AMOR POR DIOS!... ¡Y EL AMOR POR OTROS!
Si nuestras vidas cristianas no están arraigadas en el amor de Cristo, entonces nuestras vidas se marchitarán y se desvanecerán. ¡PERO NOSOTRAS ESTAMOS ARRAIGADAS EN ESE AMOR! ¡Dios nos está transformando a la imagen de Cristo!

Este pasaje también dice “que debemos que estar cimentadas” EN EL AMOR. La palabra griega traducida “cimentada”, habla acerca del cimiento de un edificio, o una casa. Nuestro Señor Jesucristo usó “la misma palabra” en la parábola de los dos constructores, el uno sabio, y el otro, necio.

Jesús dijo en Mateo 7:25 -- hablando del hombre sabio que construyó su casa en la roca. Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, pero esta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca. ¡NOSOTRAS ESTAMOS CIMENTADAS EN EL AMOR DE CRISTO! ¡QUE ES NUESTRA ROCA!

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