el evangelio del dia la palabra de jesucristo

Momento en Cristo - Salmos y Oraciones Poderosas
el evangelio del dia la palabra de jesucristo

Hola, bienvenidos al canal Momento em Cristo, hoy vamos a compartir el evangelio del día la palabra de Jesucristo, comencemos con la oración de la Sagrada Familia.

Jesús María y José,
en ti contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
confiados, a ti nos consagramos.
Sagrada Familia de Nazaret,
también hacer nuestras familias
lugares de comunión y cenáculos de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias en las casas.
Sagrada Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias
episodios de violencia, cierre y división;
y cualquiera que haya sido lastimado o escandalizado
ser pronto consolado y sanado.
Sagrada Familia de Nazaret,
hacernos conscientes a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el plan de Dios.
Jesús María y José,
escúchanos y acepta nuestra súplica.
Amén .

el evangelio del dia la palabra de jesucristo

Lectura de la Carta a los Hebreos

(Hebreos 6,10,20)

Hermanos, Dios no es injusto para olvidar lo que estáis haciendo y la caridad que habéis mostrado en su nombre sirviendo y sirviendo a los santos. Pero queremos que cada uno de vosotros muestre este mismo compromiso hasta el final para la plena realización de la esperanza, para que no seáis lentos en la comprensión, sino imitadores de aquellos que, por la fe y la perseverancia, llegan a ser herederos de las promesas.

Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no habiendo otro mayor por quien jurar, juró por sí mismo, diciendo: Te bendeciré y te multiplicaré. Y así, Abraham fue perseverante y cumplió la promesa.

Los hombres juran, en efecto, por alguien más importante, y la garantía del juramento pone fin a cualquier disputa. Por tanto, queriendo Dios mostrar más firmemente a los herederos de la promesa el carácter irrevocable de su decisión, intervino con juramento.

Así, a través de dos actos irrevocables, en los que no puede haber mentira por parte de Dios, encontramos profundo consuelo, nosotros que lo dejamos todo para obtener la esperanza propuesta.

La esperanza, en efecto, es para nosotros como un ancla de vida, segura y firme, que penetra más allá de la cortina del santuario, donde Jesús entró por nosotros, como un precursor, hecho eterno sumo sacerdote en el orden de Melquisedec.

EVANGELIO DEL DÍA
Anuncio del Evangelio de Jesucristo, según San Marcos
(Marcos 2,23,28)

Jesús estaba pasando por campos de trigo en sábado. Sus discípulos comenzaron a arrancar las mazorcas de maíz mientras caminaban. Entonces los fariseos le dijeron a Jesús: “¡Mira! ¿Por qué hacen lo que no es lícito en sábado?”
Jesús les dijo: “¿Nunca habéis leído lo que hicieron David y sus compañeros cuando tuvieron necesidad y hambre? ¿Cómo entraba en la casa de Dios, en el tiempo en que Abiatar era sumo sacerdote, comía el pan ofrecido a Dios, y también se lo daba a sus compañeros? Sin embargo, sólo los sacerdotes pueden comer estos panes”.
Y añadió: “El sábado fue hecho por causa del hombre, no el hombre por causa del sábado. Por lo tanto, el Hijo del Hombre también es Señor del día de reposo”.

PALABRAS DEL SANTO PADRE
Todavía hoy algunas personas nos hacen arder los oídos diciendo: “No, la santidad está en estos preceptos, en estas cosas, hay que hacer esto y aquello”, y proponen una religiosidad rígida, la rigidez que quita esa libertad en el Espíritu. que nos da la redención de Cristo. Estén atentos a la rigidez que les proponen: estén atentos. Porque detrás de toda rigidez hay algo negativo, el Espíritu de Dios no existe. (...) Dios está siempre cerca de nosotros con su bondad. Es como aquel padre que subía todos los días a la terraza a ver si volvía su hijo: el amor del Padre nunca se cansa de nosotros. Pidamos sabiduría para ser siempre conscientes de esta realidad y distanciarnos de los fundamentalistas que proponen una vida de ascesis artificial, alejada de la resurrección de Cristo. El ascetismo es necesario, pero ascetismo sabio, no artificial.

Oración del día:
San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate.
Sé nuestro refugio contra el mal y las asechanzas del diablo.
Que Dios manifieste su poder sobre él. Aquí está nuestra humilde súplica.
Y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha dado,
echad a Satanás y a los demás espíritus malignos al infierno,
que van por el mundo tentando a las almas. Amén.

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imágenes:
canva.com
Investigaciones:
https://www.vaticannews.va