¿Porqué el demonio tentó a Eva? Frank Morera.

1 year ago
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Con el relato de la desobediencia del mandato divino de no comer del fruto del árbol prohibido, por
instigación de la serpiente (Gn 3,1-13), la Sagrada Escritura enseña que nuestros primeros padres se rebelaron contra Dios, sucumbiendo a la tentación de querer ser como dioses.

El hombre, tentado por el diablo, dejó morir en su corazón la confianza hacia su creador (cf.Gn 3,1-11) y, abusando de su libertad, desobedeció al mandamiento de Dios.

En esto consistió el primer pecado del hombre (cf. Rm 5,19).

En adelante, todo pecado será una desobediencia a Dios y una falta de confianza en su bondad.

1. ¿Qué es el pecado original? ¿Cuándo sucedió?

La Escritura muestra las consecuencias dramáticas de esta primera desobediencia. Adán y Eva
pierden inmediatamente la gracia de la santidad original (cf. Rm 3,23).

Tienen miedo del Dios (cf.Gn 3,9-10) de quien han concebido una falsa imagen, la de un Dios celoso de sus prerrogativas (cf.Gn 3,5).

La armonía en la que se encontraban, establecida gracias a la justicia original en la que Dios creó al hombre queda destruida, queda destruida; el dominio de las facultades espirituales del alma sobre el cuerpo se quiebra (cf. Gn 3,7); la unión entre el hombre y la mujer es sometida a tensiones (cf. Gn 3,11-13); sus relaciones estarán marcadas por el deseo y el dominio (cf. Gn 3,16).

La armonía con la creación se rompe; la creación visible se hace para el hombre extraña y hostil (cf. Gn 3,17.19).

A causa del hombre, la creación es sometida "a la servidumbre de la corrupción" (Rm 8,21).

Por fin, la consecuencia explícitamente anunciada para el caso de desobediencia (cf. Gn 2,17), se
realizará: el hombre "volverá al polvo del que fue formado" (Gn 3,19).

La muerte hace su entrada en la historia de la humanidad (cf. Rm 5,12).

Textos de san Josemaría para meditar

¿Y qué es lo que impide esta humildad, este endiosamiento bueno?

La soberbia. Ese es el pecado capital que conduce al endiosamiento malo.

La soberbia lleva a seguir, quizá en las cuestiones más menudas, la insinuación que Satanás presentó a nuestro primeros padres: se abrirán vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal.

Se lee también en la Escritura que el principio de la soberbia es apartarse de Dios. Porque este vicio, una vez arraigado, influye en toda la existencia del hombre, hasta convertirse en lo que San Juan llama superbia vitæ, soberbia de la vida.

¿Soberbia? ¿De qué? La Escritura Santa recoge acentos, trágicos y cómicos a un tiempo, para
estigmatizar la soberbia: ¿de qué te ensoberbeces, polvo y ceniza?

Ya en vida vomitas las entrañas. Una ligera enfermedad: el médico sonríe.

El hombre que hoy es rey, mañana estará muerto. Por la senda de la humildad se va a todas partes..., fundamentalmente al Cielo.

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