Como mantener la calma bajo presion

Tres formas de mantener la calma bajo presión
Sentirse nervioso antes de un gran evento suele ser inevitable. Pero eso no significa que estés destinado a olvidar las palabras de tu discurso o avergonzarte frente a una cita. Explore estas tres maneras de mantener la calma:

Aprende a estar con el malestar. Si sabe que se acerca un evento de alto riesgo, una de las mejores cosas es inclinarse hacia las dificultades en lugar de alejarse de ellas. Una forma de hacerlo es familiarizándose con la sensación de presión y aprendiendo a superarla. ¿Necesitas dar una presentación a tus compañeros de trabajo? En lugar de practicar por tu cuenta, prueba tu discurso con un par de amigos. ¿Tienes que escribir un examen de calificación en menos de una hora? En lugar de estudiar tarjetas de referencia, tome el tiempo para responder preguntas.
Establece una rutina previa a la actuación. Ya sea respirando hondo unas cuantas veces, haciendo un poco de estiramiento o teniendo una llamada telefónica rápida con alguien en quien confíes, pasar tus últimos minutos haciendo algo activo antes de un gran evento evitará que te preocupes y puedas desempeñarte con confianza.
Usa la atención plena para centrar tu atención. Para evitar analizar en exceso su situación, intente desviar su atención de sus preocupaciones y centrarla en la tarea que tiene entre manos. La atención plena puede ayudarlo a recuperar una sensación de calma y enfocar su atención, para que pueda evitar que su ansiedad lo tome con la guardia baja. Puedes verlo por lo que es y elegir dirigir tu atención a otra parte. Explore esta meditación de nueve minutos para enfocar una mente ocupada en momentos de estrés o agobio.

Un atleta estrella falla un penalti en la prórroga. Un cantante famoso estropea el himno nacional. Un gran actor olvida sus líneas en el escenario.

Todos hemos sido testigos de que alguien se atraganta bajo presión y, si bien puede parecer un fenómeno de alto perfil, también nos puede pasar en la vida cotidiana, ya sea que estemos tratando de lograr una entrevista de trabajo, aprobar un examen importante, impresionar a un nueva fecha, o dar una presentación exitosa.

Entonces, ¿por qué entramos en pánico bajo presión? ¿Y qué podemos hacer para detenerlo?

Uno de nuestros principales enemigos cuando luchamos por mantenernos unidos bajo presión es quizás el más obvio: la distracción.

“El rendimiento sufre cuando la mente está preocupada por preocupaciones, dudas o miedos, en lugar de centrar su atención en realizar la tarea en cuestión”, dice Chen.

La razón de esto es engañosamente simple. Cuando estamos demasiado ocupados concentrándonos en nuestros pensamientos de pánico, ¿llegué demasiado temprano? ¿Y si no debería haber dicho eso? ¿Les gusto? ¿Cuánto tiempo tengo? No podemos concentrarnos en cosas más importantes, como el discurso que hemos memorizado. Nos destacamos cuando somos capaces de elegir dónde ponemos nuestra atención (o dónde no ponemos nuestra atención).