EL DIOS DE TU CORAZON Salmo 147:1-5 - 2022 - Carmen Camino

1 year ago
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El 20 de Enero, 1981, cuando los rehenes americanos regresaron a los Estados Unidos de Irán, lo primero que hicieron “al bajarse del avión” fue besar la tierra. Sin importar cuantas estrellas o logros habían ganado en las fuerzas armadas, al llegar de Irán, ellos se inclinaron. Hogar dulce hogar.

Ellos pusieron sus labios limpios en esa pista de aterrizaje sucia, y la besaron. Porque ellos sabían dónde habían estado, y sabían a donde estaban ahora. ¿Saben por qué muchas personas ya no se inclinan ante el Señor? ¡Porque se han olvidado de donde han venido! Se han olvidado que fueron rehenes en el territorio de Satanás, ¡y ahora han sido liberados!

El Salmo 147:1 dice, ¡Aleluya! ¡Cuán bueno es cantar salmos a nuestro Dios! ¡Cuán grato y hermoso es alabarlo!

En cualquier época, las personas “mejor vestidas” son aquellas que se ponen el vestido de la alabanza. Tú puedes gastar cientos de dólares al mes en buena ropa. Pero si tu semblante se ve triste o tu corazón se siente abatido, no te servirá de nada.

Por otro lado, tú podrás tener “solo un par de vestidos en tu closet”, pero si estás alabando al Señor, serás una persona bella y atractiva.

A través de la historia del Antiguo Testamento, la gente de Dios había gozado de una posición privilegiada, porque Él los había elegido “de entre todas las naciones”. No importa “cuantas veces” los israelitas se habían alejado de Dios, Él siempre los traía de regreso a sí mismo.
¡El Salmo 147 es una celebración de uno de los regresos de los israelitas a Dios! Aquí, el salmista cuenta las promesas que Dios había cumplido, y seguiría cumpliendo. ¡Las cuales son un testamento de Su fidelidad! El salmista alabó a Dios por sus maravillosas obras a favor de la nación de Israel.

En este caso, fue en la época en que Nehemías y los israelitas, terminaron la reconstrucción de las murallas alrededor de Jerusalén. Estos hechos poderosos del Señor “demuestran” que Él no se había olvidado de Su pueblo exilado. Y que una vez más… ¡les estaba dando motivo para alabarlo en gran forma!
PAUSA
Muchas veces, nosotros visualizamos a Dios como enojado y juzgador. La realidad de las cosas, es que Él es increíblemente paciente, dándonos cualquier cantidad de oportunidades para “comenzar de nuevo”. Él hace esto “simplemente” porque nos ha escogido “a nosotras” también.

La nación de Israel fue dotada con muchas ventajas. Dios les había confiado Sus palabras, Sus leyes, las condiciones de la redención, y la alabanza. Sin embargo, el apóstol Pablo “llegó a la conclusión” de que no hay diferencia entre los judíos y los gentiles. Todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios.

Todos necesitamos un Salvador – no importa si hemos nacido con cuchara de plata, o en las esferas de la pobreza.

Gracias a la obra del Hijo de Dios, “se le ofrece a toda la humanidad” el privilegio de vivir en la compañía de Dios para siempre. Jesucristo, el creador de las galaxias, visitó nuestro planeta, para pagar la pena de nuestro pecado, y abrir el camino para tener una amistad y comunión con Él.

Lo único que tenemos que hacer es poner nuestra confianza en Cristo, y aprender a andar en Sus caminos.

¡Cuán bueno es cantar salmos a nuestro Dios! ¡Cuán grato y hermoso es alabarlo! A las creyentes “nunca les faltarán razones para maravillarse” por todo lo que Dios ha hecho por ellas. Así como lo hizo con Israel, así mismo, Dios siempre provee para Su gente. ¡Dios es digno de nuestra alabanza y adoración!

3El Señor reanima a los descorazonados, y sana sus heridas. 4El Señor creó todas las estrellas del cielo, y a cada una le puso nombre.

El Dios de las galaxias es también el Dios de los desalentados. ¡En este pasaje -- vemos un contraste entre los cielos y los descorazonados – que nos debiera alentar! ¡Dios hizo los cielos! ¡Él habló… y fue hecho! Su creación se mantuvo firme. El Dios que hizo los cielos se preocupa por tu quebranto. Tal vez “a otros” tú no le importes… ¡pero tú le importas a Dios!

Él no está lejos “para no saber” que tu corazón está adolorido. Él no es tan grande que no pueda agacharse hacia ti, cuando estás afligida, cuando estás llorando, y cuando estás buscando ayuda. ¡SI! ¡El Dios de los cielos es el Dios de tu corazón! El Dios que creó las estrellas, y les puso nombre a todas… ¡SABE LO QUE NECESITAS!

Él sabe todo acerca de ti y, por lo tanto, Él puede satisfacer todas tus necesidades. El Dios que controla los planetas en sus órbitas, puede tomar todas las piezas de tu corazón quebrantado, y curarlo. Él sanará tu corazón, “siempre y cuando” le entregues todas las piezas de tu corazón, y te sometas a Su tierno amor.

5Nuestro Señor es grande y poderoso, y su sabiduría no tiene límite. ¡Su amor y entendimiento no tienen límite! Su poder es grandioso. Él puede hacer todo lo que se necesita hacer. ▮Algún día las estrellas se caerán del cielo. Pero estas no son la mayor preocupación de Dios. ¡NO! ¡Nosotros somos Su preocupación!

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