Oración para pedir la intervención de Dios

Oración para pedir la intervención de Dios
Momento en Cristo - Salmos y Oraciones Poderosas
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Oración inspirada en el Salmo 7, versículos 1-2 y 9-10, para pedir la intervención de Dios:

Comencemos esta poderosa oración con un Padre Nuestro.
Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre,
Venga tu reino,
hágase tu voluntad
en la Tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas
como perdonamos
a los que nos han ofendido,
y no nos dejes caer en la tentación,
Mas líbranos del mal.

Oración para pedir la intervención de Dios.
¡Señor, tú eres mi Dios! Necesito que intervengas y me salves de mis enemigos. ¡Libérame de todos ellos, por favor! Padre, en medio de mis enemigos, solo en ti me refugio y confío en tu gran poder.
Sé que eres el único que puede salvarme de todas las amenazas y peligros. Eres mucho más poderoso que cualquiera de mis oponentes. No dejes que me lastimen, por favor. Interviene en mi nombre, Dios mío.
Gracias, porque eres mi Dios. Tú conoces los pensamientos e intenciones más profundos del corazón de cada persona. Te pido que nos examines y actúes sobre lo que ves en nuestro ser. Confío en tu justicia.
Tú eres mi escudo, Señor. Gracias por envolverme en tus poderosos brazos. Ayúdame a mantener un corazón recto en medio de toda esta situación. Deseo siempre complacerte y hacer tu voluntad en todo momento. En el nombre de Jesús, amén.

Texto Bíblico Básico

¡Sálvame, Señor Dios mío, porque en ti busco refugio!
¡Líbrame de todos mis perseguidores!
De lo contrario, me devorarán como leones;
Me destrozarán y no habrá quien me libere.
(Salmo 7)

Dios justo, que examinas la mente y el corazón,
destruye la maldad de los impíos
y retiene al justo.
Mi escudo está en Dios,
que salva a los rectos de corazón.
(Salmo 7-1)

Breve explicación del texto.
En este salmo, David pide ser justificado por sus enemigos. La introducción al salmo habla de Cus el benjamita. Nadie sabe a ciencia cierta quién era ni cuál era su problema con David. La verdad es que David se sintió oprimido y acudió al Señor para pedirle ayuda, para que lo librara de la opresión que recibía de esa persona.
David sabía a quién acudir en medio de sus problemas. Su confianza estaba puesta en Dios y se acercaba a su Padre celestial en cualquier situación, para pedir su ayuda e intervención. David sabía que podía compartir todo con Dios, que no tenía que llevar sus cargas solo porque servía al Dios Todopoderoso que ama a los suyos y se complace en ayudarlos.

PALABRAS DEL SANTO PADRE
Los dos del Evangelio confían en Jesús y lo siguen en busca de luz para sus ojos. ¿Y por qué, hermanos y hermanas, estas dos personas confían en Jesús? Porque perciben que Él, en la oscuridad de la historia, es la luz que ilumina las noches del corazón y del mundo, vence las tinieblas y vence toda ceguera. Como sabemos, nosotros también tenemos ceguera en el corazón. También nosotros, como los dos ciegos, somos caminantes a menudo sumergidos en la oscuridad de la vida. Lo primero que hay que hacer es acudir a Jesús, como él mismo nos pide: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11,28).

Oración del día.
Querido San Antonio, sé un excelente predicador y servidor del Señor. Enséñame a ser también un siervo fiel y a entregarme a los planes de Dios para mi vida. También quiero poder vivir combinando mente y corazón, estudio y oración. ¡Amén!
¡San Antonio, ruega por nosotros!

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Gracias .