Salmos 1 al 4 muy poderoso - Salmos y Oraciones 🙏🙏

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El SEÑOR es mi pastor, nada me faltará.
En verdes pastos me hace descansar, me conduce mansamente a aguas de reposo.
Refresca mi alma; guíame por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me confortan.

Salmos 23:1-6

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Salmos 1

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado.
Más bien, se deleita en la ley del Señor, y en su ley medita día y noche.
Porque será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo; sus hojas no se marchitarán, y todo lo que haga prosperará.
Los malvados no son así; pero son como la paja que esparce el viento.
Por tanto, los impíos no se levantarán en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos.
Porque el Señor conoce el camino de los justos; mas el camino de los impíos perecerá.

Salmos 2

¿Por qué se alborotan los gentiles, y los pueblos piensan cosas vanas?
Se levantan los reyes de la tierra, y los gobiernos consultan juntos contra el Señor y contra su ungido, diciendo:
Rompamos sus ataduras y sacudamos sus cuerdas de nosotros.
El que habita en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos.
Entonces les hablará en su ira, y en su furor los turbará.
Pero he ungido a mi Rey sobre mi santo monte de Sión.
Proclamaré el decreto: el Señor me dijo: Tú eres mi Hijo, hoy te he engendrado.
Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra.
Los aplastarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los quebrarás.
Ahora pues, oh reyes, sed sabios; instruíos vosotros, jueces de la tierra.
Servid al Señor con temor, y gozaos con temblor.
Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando pronto se encienda su ira; bienaventurados todos los que confían en él.

Salmos 3

¡Señor, cómo se han multiplicado mis adversarios! Son muchos los que se levantan contra mí.
Muchos dicen de mi alma: No hay salvación para él en Dios.
Pero tú, Señor, eres un escudo para mí, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Con mi voz clamé al Señor, y él me oyó desde su santo monte.
Me acosté y dormí; Desperté, porque el Señor me sostuvo.
No temeré a diez mil personas que se hayan levantado contra mí y me rodeen.
Levántate, Señor; sálvame, Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en las quijadas; quebrantaste los dientes de los impíos.
La salvación viene del Señor; sobre tu pueblo sea tu bendición.

Salmos 4

Escúchame cuando clamo, oh Dios de mi justicia, en la angustia me has dado amplitud; ten piedad de mí y escucha mi oración.
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo convertiréis mi gloria en vergüenza? ¿Hasta cuándo amarás la vanidad y buscarás la mentira?
Sabed, pues, que el Señor ha apartado para sí al piadoso; el Señor escuchará cuando clamo a él.
Angustiaos y no pequéis; habla con tu corazón sobre tu lecho, y calla.
Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en el Señor.
Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Señor, exalta la luz de tu rostro sobre nosotros.
Tú pusiste alegría en mi corazón, más que en el tiempo en que se multiplicaban el trigo y el vino.
En paz también me acostaré y dormiré, porque solo tú, Señor, me haces habitar seguro.

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