REFLEXIONES AL BORDE DEL JORDÁN: Pánico a soltar la rama / De oruga a mariposa, José

... Necesito, como el hijo pródigo, que nunca debió abandonar la Casa de la Gracia, la revelación que me haga "volver en mí". Necesito un parón; un vacío; un corte; una crisis; un río que me arrastre sin que pueda hacer pie; una espera confiada de diez días en Jerusalén; un silencio como de media hora... para que Dios se pronuncie. Necesitamos ACAMPAR, pararnos, plantarnos y decirle a Dios: "si tu presencia no ha de ir conmigo, de aquí no me muevo"...

Estudiamos las experiencias de muerte, sepultura y resurrección que nos llevan a la vida victoriosa, al otro lado del Jordán. La vida cristiana en una metamorfosis espiritual gradual similar a la del los gusanos que se arrastran, pero que tras pasar por su crisálida sepulcral reciben una nueva vida que ya no se arrastra, sino que vuela. Este es el paso de la vida, que aunque nueva aún es carnal, a la vida abundante en el espíritu.