El Punto Medio...

Personalmente creo que el libro de Apocalipsis es un libro extraordinario. Para mi trasciende mucho más que los dichos de Cervantes con los españoles y los de Shakespeare con los ingleses. Ambos autores contemporáneos. No obstante, Juan en la isla de Patmos se convierte en la pluma literal de Dios para escribir su último libro. He estudiado este libro de Juan por lo menos en más de dos ocasiones y es sorprendente lo adelantado de su contenido. Nos habla de los días finales en la sociedad como la conocemos hoy, sin embargo, su contenido es sumamente enigmático. Este corto video solo toca remotamente el misterio de la media hora de silencio en la mitad de una semana representada por 84 meses ó 7 años consecutivos.

Conviene repasar brevemente la función del término ‘convergencia’ y creo es lo que sucederá en este punto medio de los 84 meses lineales aquí representados. Si la convergencia apunta como punto de salida y de regreso a este centro (a la media hora de silencio), entonces también conviene incluir su otra mitad, es decir, la ‘divergencia’. Es esta divergencia lineal, la que al mismo tiempo es sobreimpuesta verticalmente (de arriba hacia abajo, comenzando con un sello, una trompeta y una copa) y siguiendo una serie de eventos progresivos divididos en unidades paralelas de seis. Es decir, 6 sellos, 6 trompetas, y 6 copas que divergen (se mueven) horizontalmente hacia adelante y verticalmente hacia abajo durante 42 meses sucesivos.

Estos eventos están divididos paralelamente he incluyen incrementos de intensidad que convergirán (regresarán) en un momento dado hacia el punto medio de la semana, y tras la orden de una instrucción representada por un 7 al final de cada línea. Repitiéndose este ciclo tres veces. Es decir, al final de los sellos, de las trompetas y al final de las copas de la ira de Dios (donde cada 7 revela su contenido desde el centro de la semana, cuando aparentemente regresa a él); siendo el tercer y último 7 el que apuntará directamente hacia Armagedón. Pudiera decirse del número 7, que nunca llegó a salirse del margen de tiempo de esa media hora de silencio.

No es un misterio que el numero 6 represente lo terrenal y el 7 lo celestial. Lo que fue extraño para Juan fue la secuencia del número que le fue dada como numero de hombre, esto es el 666 y prácticamente el futuro logo o emblema, en el sello oficial del nuevo orden mundial que será establecido.