Si tienes testículos, eres culpable: El abuso contra hombres inocentes no empodera a ninguna mujer.

4 years ago
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Columna cibernética: “Si tienes testículos, eres culpable”

Mirando retrospectivamente recuerdo lo que sentí cuando comencé mis estudios de Maestría en la Universidad Complutense de Madrid y la UPR para el 2004. Todo giraba en torno a lo “nuevo”. Como estudié Ciencias de la Investigación Histórica debía seleccionar un tema de investigación. Para ello, yo entendía que debía seleccionar un “tema novedoso” y “catchy”. ¿Qué era lo nuevo? Lo nuevo eran los estudios de género pero particularmente el movimiento “feminista”.

Comencé con el muy famoso libro de Judith Butler “Bodies that matter” y seguí con otros de “feministas boricuas” como Maritza Maimí y Barceló Miller. Leyendo sobre esas mujeres “luchadoras incansables por la equidad” comencé a darme cuenta del soberano brainwash que existe en la Academia (escuelas y universidades). Hablemos claro.

Por un lado, como saben, tratan de venderte el discurso de “patria o muerte” y convertirte en un “machetero” y por otro te meten por ojo boca y nariz que todos los hombres son unos macharranes, que todas las mujeres son vícitmas y que el “patriarcado” impide la libertad y la felicidad. Para el 2008 ya me encajaban la paja mental de que para ser felices debemos ser “libres para vernos como nos pensamos” (autopercepción) y que si te da la gana de divagar sexualmente eso es muy “saludable”.

Bueno, pues resulta que hoy en el 2020 ya todo eso mutó, se convirtió en un pesamiento supremacista y se trasladó a los escenarios legales. Sí, la semilla del hembrismo (bastante germinada ya) anda metida en los tribunales en la ley y en las feministas cotidianas que hoy son fiscales, abogadas, trabajadoras sociales y juezas. Ahora ELLAS (esos grupos de mujeres de las cuales yo NO soy parte) tienen el poder de destruir la vida de los hombres con tan solo una mentira sostenida, un par de fiscales féminas jartitas de odio, un par de secuaces y tentáculos políticos y, ¡listo!

Así de fácil una mujer destruye la vida de un hombre inocente, le quita todo, pone a su familia a endeudarse para pagar abogados (ruega que no te toque otra loca feminista), le roban la paz y la salud y pone a ese hombre inocente a pagar injustamente una condena de 8 años sin libertad.
ELLAS confabularán para que “no triunfe el patriarcado” a través de la injusta y casi inservible Ley 54, se reunirán en secreto y buscarán la manera de engañar a los jueces que les toquen si estos no son del bonche de los que abogan por los “derechos de las mujeres”.

Hoy, ELLAS han logrado convertir la SUPREMACÍA FEMENINA en norma social y la imponen vil e impunemente a través de sus posiciones. Así que hombres, ALERTA porque nuestro caso les demuestra que en las Cortes de esta isla como en muchas otras, tener testículos será razón suficiente para convertirte en el “enemigo del pueblo”. Nada importará si crees en la equidad, has sido el “mejor padre del mundo”, el “mejor esposo del mundo como sacado de un catálogo” y si en tu vida jamás has tirao un puño en defensa propia. Nope! Solo bastará que seas hombre. Good luck guys.

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