Quevedor

El primer problema que tuvieron que enfrentar todos los que se salvaron del Diluvio fue el de la comida. El texto bíblico Génesis 9,3 el Señor (Enlil) dijo a Noé y a sus hijos: "Todos los animales que hay sobre la tierra, todo lo que vuela en los cielos, todo lo que se arrastra por el suelo y todos los peces del mar pongo en vuestras manos; todo lo que se mueve y tiene vida les servirá de alimento". Y, entonces, añadió algo muy significativo: "al igual que les di las hierbas y todo tipo de grano". Esta última frase que pasa casi desapercibida, y que trata de los orígenes de la agricultura, se ve sustancialmente ampliada en los textos sumerios más antiguos que el texto bíblico. Los expertos (europeos y estadounidenses) están de acuerdo en que la agricultura tuvo sus inicios en el creciente fértil de Mesopotamia-Siria-Palestina (en la foto), pero no explican por qué comenzó en las tierras altas y no en las llanuras, donde el cultivo es más fácil. Los textos sumerios responden: las llanuras-despues del Diluvio- estaban inundadas aún, sólo en las tierras altas se podía plantar. Por eso el uso de las terrazas y bancales que Ninurta y Enlil enseñaron a los terrestres a construir para plantar en lugares montañosos, usadas hasta el dia de hoy en varias partes del planeta.

I Reyes 10,22 "Y el rey tenía una flota de Tarsis en el mar con la flota de Jiram. Y cada tres años venía la flota de Tarsis, trayendo oro,plata,marfil,simios y monos". A la flota de Tarsis le llevaba tres años completar el viaje. Contando con el tiempo necesario para cargar en Ofir, el viaje en cada dirección debió de durar algo más de un año. Esto sugiere una ruta mucho más indirecta que la ruta directa a través del Mar Rojo y el Océano Índico -una ruta alrededor de África.

Se ha descubierto que los monumentos más impresionantes de Egipto, las pirámides, son, por debajo de su "piel" de piedra, imitaciones de los zigurats mesopotámicos, y existen razones para creer que el ingenioso arquitecto que diseñó los planos de las grandes pirámides y supervisó su construcción era un sumerio al que se veneraba como un dios. Aunque se sabe aún relativamente poco de la civilización del valle del Indo, sabemos que ellos también veneraban el doce como número divino supremo, que representaban a sus dioses como seres de aspecto humano que llevaban tocados con cuernos, y que reverenciaban el símbolo de la cruz -el símbolo del Duodécimo Planeta.

"Ay de los que ansían el Dia del Señor; ¿qué creen que es? Pues el Dia del Señor es oscuridad y no luz...La mañana se convirtió en la sombra de la muerte, el día se hizo oscuro como la noche; las aguas del mar se salieron y se derramaron sobre la faz de la Tierra"(Amos 5,18-20 Biblia Hebrea). "El hace las Pléyades y Orión, cambia en mañana las sombras, hace oscurecer el dia en la noche. El llama a las aguas del mar, sobre la faz de la Tierra las derrama"(5,8)

El Diluvio, contrario a lo que dice el texto bíblico, no fué un castigo divino ni algo parecido; sino el resultado del deslizamiento en las aguas del Antártico de miles de millones de toneladas de hielo, trayendo con ello el fin repentino de la última glaciación. Las evidencias mesopotámicas y los descubrimientos de los científicos actuales se corroboran entre sí.

Acostumbrados a las historias bíblicas, nos imaginamos el "arca" como un barco grande, con cubiertas y superestructuras y cientos de animales en parejas dentro de él; pero el término bíblico "teba" proviene de la raiz "hundido", por lo que hay que llegar a la conclusión de que Enki le dio instrucciones a Ziusudra(Atra-Hasis,Utnapistim o Noé bíblico) para que construyera un barco sumergible, un barco "como un barco del Apsu, un "Sulili"; y este es el término que se utiliza en la actualidad, en hebreo, "Soleleth", para identificar un submarino. "Que el barco, dijo Enki, "sea un MA.GUR.GUR" -"un barco que pueda darse la vuelta y caer". Gran parecido con textos indígenas de América: el "tronco" en el que el hombre Tochopa salvó a su hija Pukeheh del gran diluvio, al encerrarla dentro de un tronco, según la tradición de La tribu Arikara de Dakota del Norte, Estados Unidos; o la tradición en Mesoamérica que habla de que el dios Tezcatlipoca advirtió al hombre Nata que ahuecara un tronco para que pudiese salvarse él y su esposa Nena, del diluvio. En la Novena Tablilla del Libro perdido de Enki nos dice que frente a la inminencia del diluvio, los anunnaki vigilaron con aprensión la aproximación de Nibiru, fué cuando Enki se dirigió a su media hermana Ninmah y le dijo "!En su preocupación para que desaparezcan los terrestres a causa del Diluvio, Enlil no ha prestado atención a todas las demás criaturas vivas! Cuando la avalancha de aguas barra las tierras, otras criaturas, algunas de Nibiru originadas por nosotros, la mayor parte evolucionada en la misma Tierra, quedarán condenadas en un golpe repentino a la extinción. Preservemos tú y yo su simiente de vida, extraigamos sus esencias vitales para salvaguardarlas; reunieron esencias masculinas y femeninas y huevos de vida, de cada especie, de dos en dos las preservaron (Génesis 6,18-19) para recombinar despues las especies vivas". En la Décima Tablilla se nos dice que al quinto dia Noé o Ziusudra ayudado por la población y artesanos había terminado la embarcación, al sexto día, Ninagal, Señor de las Grandes Aguas, llegó a la embarcación,era hijo de Enki, había sido elegido para ser el navegante de la embarcación. Sostenía en sus manos una caja de madera de cedro, la mantuvo a su lado en la embarcación.!Contiene las esencias vitales y los huevos de vida de las criaturas vivas reunidas por el señor Enki y por Ninmah, para ocultarlos de la ira de Enlil, para resucitar la vida! Eso le explicó Ninagal a Ziusudra; así se ocultaron en la embarcación todas las bestias por sus parejas.

El Diluvio se acerca y los "dioses" presionados por su comandante en jefe ENLIL, hacen juramento de que no se lo contarán a los terrrestres para que así todos mueran sepultados por la avalancha de agua que vendrá desde el sur antártico. Como todos, ENKI hizo el juramento de no revelar el secreto a los terrestres, pero ¿acaso no podía contárselo a una pared? Hizo que Atra-Hasis ("en extremo sabio") fuera a su residencia o Templo, e hizo que se pusiera detrás de un biombo. Despues, Enki fingió que hablaba con el biombo, no con su devoto terrestre. "Biombo de junco", dijo: "Presta atención a mis instrucciones. En todos los lugares habitados, sobre las ciudades, una tormenta asolará. Ésa será la destrucción de la simiente de la Humanidad... Èste es el último fallo, la palabra de la Asamblea de los dioses, la palabra dicha por Anu, Enlil y Ninhursag". El consejo que le dio Enki a su fiel sirviente fue que se construyera una embarcación sumergible, un submarino: "un barco que pueda darse la vuelta y caer".Y le entregó un plano con la forma y las medidas de la embarcación.

Existe una historia ilustrada, gravada en un sello cilíndrico encontrado en las ruinas de la antigua ciudad de Mari, en lo que hoy es Siria; que es muy posible que represente una antigua versión mesopotámica del relato del Génesis. El grabado muestra a un gran "dios" sentado en un terreno elevado que emerge de las aguas - una representación obvia de Enki. Unas serpientes que echan chorros de agua salen de ambos lados del "trono". Flanqueando a esta figura central, hay dos "dioses" con aspecto de árbol. El de la derecha, que tiene ramas que terminan con forma de pene, sostiene un cuenco donde, presumiblemente, se encuentra el Fruto de la Vida. El de la izquierda, cuyas ramas terminan en forma de vagina, ofrece ramas cargadas de fruto, representando al Árbol del "Conocimientio" -el don de la procreación dado por el dios. Al lado de esta figura, de pie, hay otro Gran Dios; creemos que se trata de Enlil. Su enfado con Enki es obvio, por la expresión de sus rostro.

Aunque se podía disponer de dos frutos vitales, los terrestres tenían prohibido tomar el fruto del Árbol del Conocimiento. La escena de Adán y Eva en el paraiso ha sido muy deformada y manipulada por los eruditos bíblicos y los teólogos, la llaman la caída del hombre, el pecado original: pura manipulación religiosa de un texto antiguo de origen sumerio, para meternos en la cabeza el miedo, la supuesta culpa de todos, hasta de los que no han nacido; y darle soporte a la supuesta venida y muerte de Cristo para redimirnos de ese pecado. Pero es un relato de mandatos divinos desobedecidos, de mentiras divinas, de una astuta pero veraz "Serpiente", del castigo y el exilio o expulsión del jardín del Eden. Apareciendo no se sabe de dónde, hablando y haciendo reflexiones profundas como las de una inteligencia que analiza, la serpiente desenmascara al Dios mentiroso:"Si comen o tocan este árbol morirán" (control por medio del miedo y la mentira). La Serpiente: "de ningún modo, sin duda no morirán; es que la Deidad sabe bien que el dia que comieran los ojos se les abrirán y serán como la Deidad, conocedores del bien y del mal" La mujer venciendo el miedo, toma la iniciativa y "come" del fruto del Conocimiento y le da al hombre, y comen, y no mueren, y se les abren los ojos al Conocimiento, y supieron e hicieron... La mujer se rebela contra una ideología que nos quiere burros, miedosos, ignorantes, sin iniciativa para enfrentar los riesgos y abrir la mente a lo nuevo. Ponerse ropa no era más que una manifestación externa del nuevo "conocimiento". La adquisición de tal "conocimiento", y los intentos de la Deidad por privar al Hombre de él, son los temas centrales de los acontecimientos del jardín del Edén. La serpiente no es tentación, es solidaridad en el conocimiento, ayuda en la sabiduría para vencer el miedo y el control intelectual que no permite avanzar. Enki es la Serpiente, es su símbolo; Enlil es Dios que no quiere el avance de la humanidad, la quiere siempre esclava sirviendo en el jardín del Edín o Edén, como terrestres primitivos. La Serpiente del texto bíblico es claro que no era una literal serpiente animal, pues pudo conversar con Eva, sabía la verdad acerca del tema del "Conocimiento" y debía tener la suficiente categoría como para no vacilar en dejar por mentiroso a la deidad.

Nunca sabremos si, dentro de quién sabe cuántos años o siglos alguien, en otro planeta, encontrará y comprenderá el mensaje que fue colocado en la placa de aluminio transportada por la pequeña nave no tripulada Pioneer 10, enviada por la NASA al espacio profundo en 1971. Del mismo modo, quizás se considere absurdo esperar que encontremos en la Tierra una placa similar, pero al revés, una placa que diera información a los terrestres sobre la localización y el rumbo del Duodécimo Planeta. Y, sin embargo, tan extraordinaria evidencia existe, está en una tablilla de arcilla que se encontró en las ruinas de la Biblioteca Real de Nínive, en mesopotamia, actual Irak. Dicha tablilla en forma de disco circular no podo ser explicada por los expertos. Está dividida en ocho segmentos, en ella se nos revela un mapa de ruta espacial que marca el camino por el cual el "dios" Enlil "iba por los planetas", acompañado por algunas instrucciones de funcionamiento. Es un mapa del espacio, un manual de vuelo en el cual los nefilim, anakim, anunnaki, nos esbosaron la ruta desde su planeta al nuestro. Recientemente en México fue encontrado un disco circular muy semejante y en mejor condiciones de conservación que aquella tablilla circular hallada en Nínive.