NUESTRA IDENTIDAD, VALOR ORIGINAL, y SOBERANIA

Nuestra identidad (como hijos e hijas de Dios) se origina de nuestro Creador como fuente del valor original de todos los seres humanos, de nuestra dignidad, de nuestros derechos inalienables y de nuestra soberanía inherente de todos y cada uno de nosotros.
 
Este es el fundamento de todos nuestros derechos naturales y la base de la LEY Natural, como ley universal, reconocida luego en documentos como la "Declaración Universal de los Derechos Humanos", siempre en base a esta precedente ley natural.
 
Los Derechos Humanos son innatos o inherentes, inalienables e intransferibles, inviolables, universales, imprescriptibles o irreversibles, integrales, indivisibles e interdependientes, no negociables, acumulativos, complementarios y no jerarquizables, son obligatorios, trascienden las fronteras nacionales... Son nuestros Derechos...
 
En estos momentos que nos ha tocado vivir, estos derechos están siendo amenazados y se está cruzando una línea roja que no podemos tolerar: Nuestra propia vida y la integridad física y moral, que nos da el derecho a decidir lo que inoculamos o no inoculamos en nuestro cuerpo, así como a recibir tratamientos alternativos eficaces que han sido ignorados u ocultados por agendas ocultas y siniestras.
 
Ningún poder o estado tiene tal prerrogativa para obligar y pisotear este derecho natural tan fundamental, que exige un consentimiento libre, voluntario e informado de cada persona en función de su salud y bienestar y que tiene prioridad con respecto al interés exclusivo de la ciencia o la sociedad, un principio reconocido por las leyes internacionales de obligado cumplimiento:
 
.-. Código de ética de Nuremberg de 1947,
.- Declaración de Helsinky de 1964,
.- Convenio de Oviedo de 1997
.- Pautas Éticas Internacionales para la Investigación Biomédica en Seres Humanos (CIOMS, 2002) de la OMS.
.-Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO (2005)
.- Observaciones generales de la ONU.
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